"La esencia de la grandeza radíca en la capacidad de la realización personal propia en circunstancias en las que otros optan por la locura." - Dr. Wayne W. Dyer

Entrevista del Proyecto Cámelot a Benjamin Fulford - Parte 1.1

Continuación de la Parte 1.0

BF: De acuerdo. Así que llegamos al punto crucial. Yo estaba trabajando para la Nihon Keizai Shimbun en este momento. Es como el Wall Street japonés. Todo se publica en japonés, pero es su periódico sobre negocios y finanzas número uno de lejos. En aquel momento se estaba hablando de emplear decenas de miles de millones de dólares en dinero de los contribuyentes para financiar unas empresas. Y tenían lugar entonces extrañas discusiones sobre, “la responsabilidad del prestatario”. La responsabilidad del prestatario, ¿Qué está ocurriendo aquí? De manera que me dirigí a ellos y les dije, “bien, pero ¿quiénes son los prestatarios?

Y resultó que más de la mitad de créditos se habían concedido a gángsters, a las bandas Yakuza. Mis fuentes eran entonces el Banco de Japón y otras agencias como agencias de estimación de crédito. Para mi aquello fue algo muy sorprendente. Resultaba que el Gobierno estaba empleando decenas de miles de millones de dólares en dinero de los contribuyentes para financiar empresas que prestaban dinero a los gángsters, y todas ellas estaban encabezadas por anteriores responsables del Ministerio de Finanzas. De manera que aquí estaba la conexión entre altos responsables del Ministerio de Finanzas, políticos y gángsters. Y estaban usando el dinero de los contribuyentes para dárselo a los gángsters.

Yo escribí sobre aquello en el Nikkei Inglés y se produjo una GIGANTESCA reacción. Sobre 400 periodistas y revistas escribieron historias similares. La mitad de los créditos inmobiliarios se habían concedido a gángsters. Y entonces el Newsweek escribió una historia similar a la mía. Y el Nikkei, mi propio periódico, dijo “De acuerdo con el Newsweek, la mitad de los créditos de las empresas jusen fueron a parar a manos de Yakuza”

Y fui al editor y le dije:” Oye, yo escribí esta historia antes que el Newsweek. ¿Por qué dices, “según el Newsweek”?

Me llamaron y me concedieron el premio del Editor y 50.000 dólares (risas) y entonces me dijeron: “Sr. Fulford, ¿sabe?, en realidad, usted no debería escribir sobre este tipo de cosas. Simplemente no se hace y podría ser peligroso.”

Y después de aquello, comenzaron a vigilarme. No me dejaban escribir nada excepto todo lo que anunciaba el gobierno.

LC: Todo esto sucedía después de que usted dejara Forbes.

BF: Antes de llegar a Forbes. Y ahí comencé a darme cuenta de la que prensa japonesa no eran tan libre.

BF: Y resulta que había un editor en el Nikkei, El Sr. Otsuka, que había ganado un montón de premios por escribir sobre el escándalo Itoman…y posteriormente fue enviado sin previo aviso a una subdivisión sin importancia y no le dejaron escribir más sobre negocios. Todo aquello le resultó muy sospechoso y comenzó a hacer un seguimiento del presidente.

Al final, descubrió que habían prestado algo así como cien millones de dólares a los gángsters, dinero que nunca se recuperó. Y el escándalo de Itoman fue otra bola increíble donde, básicamente, uno de los bancos más importantes de Japón, el Banco Sumitomo, había sido literalmente tomado por un sindicato del crimen.

Al final, comencé a darme cuenta de que los periódicos y los políticos y los burócratas y gángsters estaban todos unidos en una estructura de poder corrupta, algo totalmente diferente de lo que la gente estaba percibiendo en sus televisores y leyendo en sus periódicos. Y me resultó intolerable cuando comenzaron a censurar todo lo que yo escribía.

De forma que dejé el Nikkei. Comencé a trabajar por mi cuenta durante un tiempo para el South China Morning Post entre otros sitios hasta que surgió la oferta de Forbes. Al comienzo la gente en Forbes estaba muy contenta de dejarme escribir mis historias de gángsters. Pero escribí una sobre Trabajo Público que recibió la protesta formal de la Embajada Japonesa en Washington. Pensé: “¡vaya!, acabo de dar con un talón de Aquiles”.

Y posteriormente, escribí otra historia. Cuando comenzó a salir a la luz la deuda incobrable con los bancos, me di cuenta de que comenzó a morir mucha gente, todo tipo de gente. Siempre ocurría por suicidio o simplemente las personas desaparecían. Pero no era el típico suicidio hara-kiri japonés, que llevan acabo cuando han hecho algo mal y se suicidan para disculparse. Era gente que tenía que ir a testificar, gente con cuya ayuda se estaba procesando a otros individuos imputados en crímenes.

Por ejemplo, hubo un escándalo financiero, y el presidente del Banco Dai-Ichi Kangyo, que es parte de Mizuho actualmente, tenía que testificar. El día antes de que fuera a testificar, a las 11 de la noche su mujer dejó su casa y cerca de 10 hombres vestidos de negro aparecieron allí y se apagaron las luces. Después se marcharon. Sobre la una de la mañana, volvió la mujer y él fue encontrado muerto. Y se dijo que aquello había sido un suicidio. Ahora, todos estos detalles aparecieron sólo en la versión inglesa del periódico Yomiuri pero no en la versión japonesa.

Ya para entonces, yo había encontrado un montón de conexiones mafiosas porque comprendí que para entender lo que sucedía en el mundo de las finanzas, tenía que hablar con los gángsters. De otro modo, no hay forma de saber qué es lo que está ocurriendo en absoluto.

Había entonces un banco llamado Nippon Credit Bank que se convirtió luego en el Aozora Bank. Creo que ahora está en manos de un fondo de alto riesgo americano. ¿Quizás Carlyle?. Tengo que chequear este punto. De todas formas, el director del Bank of Japan, el Sr. Honma, fue nombrado presidente.

Dos semanas más tarde, fue encontrado ahorcado y se dijo que había sido un suicidio. Yo conocía a este tipo de la época en la que daba cobertura al Bank de Japan. No es posible DE NINGUNA MANERA que este hombre se suicidara.

Así que le pregunté a mi contacto en la mafia japonesa y me dijo. “Bueno, voy a chequear con los chicos en Osaka”. Y el gángster hace una llamada y vuelvo a encontrarme con él y me dice: “Bueno, lo que ha ocurrido es que le apuntaron con un arma y le dijeron que escribiera su testamento. Posteriormente le inyectaron una droga para dormir y le ahorcaron.”

Está claro que no puedo publicar una historia basándome en la premisa de que mi fuente de información es un gangster anónimo. Y yo sabía que era un gángster porque una agencia de detectives que contraté me lo confirmó. El era lo que decía ser, uno de los jefes más altos en una de las bandas más importantes de Japón. Así que llamé al hotel donde encontraron su cuerpo y me dijeron que el lugar donde habían encontrado su cuerpo no permitía de ningún modo que se hubiera suicidado.

Llamé a la policía y les dije: “Oiga, ustedes dijeron que el cuerpo fue encontrado cerca de la ventana, pero no hay ningún lugar allí donde pueda ahorcarse solo allí”. Y la policía cambió la película y dijo entonces que se le había encontrado en e l baño.

En la habitación de al lado, estaba un personaje muy conocido de la televisión japonesa, Kumiko Mori. En Japón , ella hace la voz de Pikachu del Pokemon. Ella es muy conocida en Japón y escribió en su libro que escuchó un grito y pelea en la habitación de al lado que no le permitieron dormir y que aquello no había sido un suicidio. Y lo pude confirmar todo con su manager.

Aparentemente fue asesinado porque un número importante de créditos a las cooperativas de crédito norcoreano habían dejado al descubierto la conexión subterránea con una facción dirigente en Corea del Norte. Los norcoreanos han estado enviando dinero del pachinko a Japón, importando anfetaminas, haciendo todo tipo de cosas y tenían a la policía con la boca cerrada porque pagaron durante años sobornos a los dirigentes.

KC: ¿Escribió sobre esto también?

BF: Escribí en el Forbes, sí. Los editores eran tan cobardes que a la hora de publicarla la rebajaron un montón, eliminando evidencias y detalles pero de todos modos, ahí está y puede consultarse. En ese momento, comencé a indagar aun más y más profundamente. Pero, de repente, Forbes comienza a presionarme.

Tenía una historia sobre General Electric realizando una contabilidad muy movida con miles de millones de dólares y, sin ninguna explicación, Forbes no dejó que se publicara. Posteriormente el CityGroup fue expulsado de Japón por realizar blanqueo de dinero para los gángsters. Fueron expulsados y esa historia no se llegó a publicar.

Y ya finalmente, para mi la última gota que colmó el vaso fue el caso de una empresa de software anti-virus que pagaba a un tipo para fabricar virus, virus de ordenador, se entiende. Hablé con el tipo que se dedicaba a fabricar los virus; vive en una barriada pobre filipina pero se compró un coche de 20.000 dólares. Me dijo: “este tipo, el presidente de esa empresa, es un amigo del Sr. Forbes y ha comprado en la publicación un montón de espacios publicitarios”.

Y por eso, no publicaron tampoco esta historia en Forbes.

BF: El editor de Forbes me dijo: “tenemos problemas con los hechos que relatas, Sr. Fulford”.

Comprobación de los hechos. Ese es su truco. Ponen el listón más y más arriba, llenando el camino de obstáculos. Por ejemplo, imagina que les ves juntos en la cama.

¿Estás seguro? Significa eso acaso que estuvieran haciendo el amor?. ¿Había una manta encima sobre ellos?

No, no había ninguna manta.

Pero, ¿vio usted la penetración?,

Bueno, no la vi. pero…

Ah, Pues si no la vio entonces no puedes confirmar que estuvieran juntos.

KC: Entiendo

BF:La excusa de la publicidad y todo esto. Me llegaba una torta del editor, otra de business manager, de manera que al final, acabé totalmente alienado y disgustado. Antes de que degenerara completamente la calidad de mi trabajo, lo dejé. En ese momento, uno de mis libros aparecidos en Japón se convirtió en un best seller. No necesitaba el dinero para vivir. El libro trataba sobre casos de corrupción en Japón y todo esto. Un montón de gente en Japón sabe que esto está ocurriendo. Y escribí unos cuantos libros que se convirtieron en best-seller sobre todo ello.

Pero lo que realmente hizo que todas las piezas comenzaran a encajar en mi cabeza fue un debate en televisión en el que participé con políticos al más alto nivel en Japón. Me dije “Dios mío, ¡estos son los tipos que dirigen el país!, ¡pero si son retardados mentales!. Siento decir esto pero es que realmente no muestran demasiada calidad. Y todo aquello me hacía preguntarme cómo era posible que pudiera pasar esto. Ya sabía que estaban simplemente interpretando un papel, pero aun así, cualquiera podía hacerlo mejor que ellos.

Esto fue lo que, repentinamente, me hizo comprender todo. Los japoneses tienen 5 trillones de dólares en activos en el extranjero. Es suficiente dinero para poner fin a la pobreza y frenar la destrucción medioambiental. Entonces ¿por qué no lo emplean en ello?

Y entonces decidí algo muy importante. Podía haberme convertido en el típico cínico alcohólico, el clásico viejo corresponsal extranjero que te encuentras en el Club de Periodistas. Sus carreras caen en picado y después pasan años, cada vez más agrios y cínicos. Y me dije a mi mismo, “no, no voy a pasar por esto. Me convertiré en ciudadano japonés. Voy a intentar dirigir en algún puesto de relevancia y trataré de convencerles de que usen ese dinero para salvar el mundo”. Para mí, aquello tenía mucho más sentido.

Pero, al mismo tiempo, estaba confundido y algo amargado. No estaba seguro de lo que estaba haciendo. Otra parte de mi decía “Deberías escribir un libro sobre Japón y dejar este país y viajar a Hollywood para convertirte en guionista o escritor o algo por el estilo”.

Ambas ideas y proyectos entraban en conflicto en mi mente. Tenía esa otra idea en mente pero me parecía demasiado grande, demasiado irreal. De forma que escribí dos capítulos que contenían nombres de políticos específicos, gángsters específicos. De salir aquello a la luz, hubiera tenido que dejar Japón o me hubieran asesinado tras su publicación.

El día después de que enviara esos dos capítulos a mi agente, en inglés, recibí una llamada de la nieta del emperador Meiji, Kaoru Nakamaru y me dijo: ¿Sabe usted Sr. Fulford?. No debería hacer enfadar a los Yakuza. ¿Está seguro de que quiere hacer esto? ¿No hay algo que a usted le gustaría más que esto?.” Yo estaba muy sorprendido, ¿por qué me llamaba esta señorita a mi?. ¿Por qué ocurría en ese preciso instante?.

¡Y me dice ella que una “diosa” le ha contactado a través de plano astral y que estaba preocupada por mi!. Bueno, resultó que la “diosa” no era otra que la Policía de Seguridad de Japón (risas)

Pero, en fin, ella siguió insistiendo en que se trataba de una diosa. Sólo me concedió una vez que en realidad se trataba de la policía. Pero, bueno, ese detalle no tiene importancia.

Y me di cuenta, SI, de que lo que realmente yo quería hacer era salvar al mundo. Y a diferencia de mucha otra gente que también quiere hacerlo, yo tenía cómo, tenía un método concreto para ello con ayuda de estos 5 trillones de dólares. Es dinero más que suficiente. Y no puedes sacar ese dinero de los Estados Unidos porque eso arruinaría por completo la economía americana, así que tienes que pagar a los americanos para que lo hagan, para que puedan beneficiarse también. En el pasado había ocurrido que un político japonés había amenazado con sacar ese dinero de Estados Unidos y como resultado los Estados Unidos se rebelaron contra este político e intentaron aplastarlo. De manera que pensé que si se hacía esto, había que hacerlo de tal forma que los americanos se beneficiaran también, para que nadie pudiera quejarse.

Y eso es lo que empecé a decir. Empecé a escribir libros en esa línea. ¿Por qué los japoneses no salvan al mundo?

Entonces esta nieta del emperador Meiji me pasó una copia del video 9/11 y me dijo, “mire Sr. Fulford, usted sabe de la corrupción en Japón pero no tiene ni idea de la que hay en el mundo, ¿Se da cuenta?

Y cuando me dio aquella copia entré en estado de shock. Me dije: “oh dios mío. Leí algo acerca de esto en el New York Times. Este es contenido antisemita y me niego a mirarlo.” Este es el tipo de pensamiento que yo manejaba entonces.

Ella me llamó y me preguntó: ¿Lo has visto?. Y me dije a mi mismo que debía verlo, al menos 10 minutos para poder decirle que lo había visto. Y cuando lo hice, de repente las vendas se cayeron de mis ojos.

Recuerde que yo era un periodista financiero durante mucho tiempo y debido a que mucha gente lee lo que escribes, lo que escribes mueve los mercados en una u otra dirección. Hay una permanente barrera de protección que desarrollas contra la información que te proporcionan y se crea una gran barrera inmunitaria contra la falsa información.

KC: Entiendo

BF: Pero supe que ahí estaba la verdad. Esto es algo muy raro. El problema de la mayoría de la gente en un alto nivel de la sociedad occidental con el 9/11 es que dicen: “no me importa las evidencias que se me presenten, no puedo creer que el New York Times, el Washington Post o la BBC pudieran mencionar esto”, porque aceptar que alguien en el gobierno de los Estados Unidos había hecho esto significa aceptar que el sistema de creencias completo que tienes sobre la sociedad es falso.

Pero con la experiencia adquirida en Forbes acerca de la censura y todo lo que sabía de la corrupción en Japón, comencé a hacer mi investigación para averiguar qué estaba ocurriendo. Y la respuesta es que, en esencia, la sociedad occidental ha dejado de ser realmente “democrática”.

Es una plutocracia combinada con una aristocracia y la “democracia” es un sistema de mantenimiento del sentimiento de “rebaño”, orientado a limitar las frustraciones de los miembros del rebaño entre unos límites muy restringidos. Mucha gente sigue teniendo serios problemas para aceptar lo que en realidad ocurrió el 9/11

Así que lo que yo soy capaz de hacer es mostrarte, en el marco de una matriz normal de informes financieros, material del Wall Street Journal, cómo encontrar la pista de todo lo ocurrido.

Y lo que tienes que hacer, lo que hice yo para llegar a estas conclusiones es remontarme a una edición del Forbes de 1918 y su primera “Lista de millonarios”. Y resulta que ya entonces los 10 americanos más ricos controlaban el 70% del dinero del país.

BF: John Rockefeller Primero tenía una fortuna valorada en 30 mil millones de dólares en dinero de hoy. Y creo que él controlaba el 25% de la riqueza de los Estados Unidos en aquel momento. La razón por la que los Rockefellers no aparecen como tan “ricos” en la lista de Forbes (y recuerda que uno de mis trabajos era identificar a multimillonarios y valorar su fortuna) es porque parte de ella la señalan como “fundación de caridad” , y de hecho manejan cientos de fundaciones. Rockefeller, Carnegie, Brookings, una sopa de letras de fundaciones.

Pero cada generación de la familia Rockefeller y otras familias, como los Morgans que son la gente de Bush, hereda el poder de generación en generación. Todavía controlan el dinero y su sistema permite que cada generación tenga a una persona a cargo del sistema. Así que, de hecho, es una especie de aristocracia oculta. En lugar de heredar la tierra, heredan un patrimonio y todo el mundo que trabaja en esas posesiones es como un campesino trabajando para el señor. De forma que si trabajas para la Standard Oil, eres un siervo de Rockefeller, de algún modo, porque ellos son los que en última instancia tienen todo el control.

KC: En efecto. Eso por el lado de los Rockefellers. ¿Qué me dices de los Rothschilds en el lado Europeo?

BF: Sí, claro. La historia de los Rothschilds puede remontarse a 300 años atrás. Pero toda ella es bien conocida y puedo hacerte un breve resumen.

El primer Rothshild del que tenemos constancia estaba establecido en Frankfurt con un “escudo rojo” (red Shield) como emblema, que cambia por la palabra Rothschild. El rey local iba a involucrarse en una guerra y Rothschild le dijo” Te presto dinero para la guerra y si pierdes no tendrás que devolvérmelo. Si ganas, seré tu banquero”.

Y, por supuesto, con todo este dinero extra, el rey pudo contratar más soldados y ganó la guerra. Ahí comienza el enlace entre la realeza y las finanzas. Los reyes adoran las guerras, las guerras cuestan dinero y el proceso de casamientos entre familias financieras y aristocráticas comienza en ese momento y se ha seguido produciendo sin interrupción durante 300 años.

El siguiente momento importante en su historia es este. Este Rothschild tuvo cinco hijos que fueron enviados a distintas partes de Europa, para trabajar como banqueros para los reyes, al más alto nivel. Nathan Rothschild fue a Inglaterra y comenzó a comprar y vender telas y ropa y se dio cuenta de que si controlas a los que productores de telas y a los que las tiñen y los pones a trabajar juntos, puedes hacer mucho dinero. Al comienzo se dedicó a exportar textiles desde Gran Bretaña.

Se hizo más y más rico y entonces dio su golpe más importante con la Batalla de Waterloo. Todo el mundo se preguntaba entonces quién ganaría la batalla. Se sabía que los Rothschilds tenían información que llegaba antes que ninguna otra. De repente los Rothschilds comenzaron a vender todo en la Bolsa Británica y todo el mundo pensó que eso significaba que los británicos habían perdido la batalla. Y aquello que era valorado en 100 comenzó a venderse por 2 o 3; todo el mundo entró en estado de pánico para venderlo todo porque entendían que se convertirían en esclavos de Napoleón de todas formas.

Y cuando todo había caído en picado, los Rothschilds comenzaron a comprarlo todo. Y después llegaron las noticias, los británicos habían ganado y lo que era valorado en 100, ahora costaba 200 y después de la guerra ese Rothschild había conseguido hacerse con la mayor parte de la riqueza británica. Sus palabras exactas fueron “no me importa quien lleva la corona de Inglaterra, quien controle el dinero de Inglaterra, controla Inglaterra y yo controlo el dinero de Inglaterra”.

Su sistema estaba basado en el de la realeza babilónica con 5771 años de historia a sus espaldas. Aquí es donde todo aparece más “raro” y esotérico. Los Rothschilds solían decir que eran descendientes de Nimrod, que conquistó a las gentes de Babilonia que eran pastores, básicamente. De manera que los ancestros de los Rothschilds conquistaron Babilonia, la actual Irak.

Se preguntaron: ¿No Habrá una forma en la que podamos controlar a toda la gente para dirigir nosotros el rebaño? Y se inventaron un sistema: controlas su suministro de alimentos; controlas su suministro de información y tienes que tener algún método violento para disciplinar al rebaño.

Todo esto fue el comienzo de La Biblia, el Viejo Testamento, en el que ellos cogieron un montón de historias diversas de la gente y escribieron una historia y esta fue la única historia que permitieron creer a la gente.

Fin de la Primera Parte de la Entrevista.

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