"La esencia de la grandeza radíca en la capacidad de la realización personal propia en circunstancias en las que otros optan por la locura." - Dr. Wayne W. Dyer

Afinación Semanal de la Conciencia - Trazar un Puente

Recientemente leí un estudio sobre la relatividad: una persona que compra un auto por 30.000 dólares no tiene problema en gastarse mil dólares extras en poner asientos de cuero. Pero una persona que compra algo por veinte dólares, no comprará un producto adicional por diez dólares. En otras palabras, cuando nos referimos a un gran gasto, ¿qué importa gastar un poco más? Pero cuando nos referimos a un gasto pequeño, probablemente no querremos gastar un poco más para obtener el doble a cambio.

Lamentablemente, así es como funcionamos en nuestra vida.

Nos juzgamos a nosotros mismos y los demás en función del lugar en el que nos encontramos y con quién nos rodeamos. Y durante estos últimos días del mes de Virgo, que está diseñado específicamente por los kabbalistas como el mes para hacer una evaluación –un "inventario" espiritual, se podría decir–, es importante que examinemos cuál es nuestra postura. Sea cual sea, no puede estar relacionada con nadie excepto con nosotros mismos.

Por ejemplo, cuando una persona siente envidia, observa dónde se encuentra ella en relación a la persona o la situación de la cual siente celos. ¿Por qué está él ahí y yo no? Yo debería conseguir esto, y no lo tengo. No me molesta que el propietario de un negocio en otro continente tenga tres autos. Me molesta que mi vecino de al lado tenga tres autos.

Otro ejemplo: en un país como Vietnam, el americano medio que cobra el salario medio (incluso en la economía actual) viviría como un rey. Eso no quiere decir que pertenezca a la realeza. Y con el mismo salario en Rusia, ese americano medio a duras penas podría poner comida sobre la mesa. ¿Acaso el lugar donde vive una persona cambia su valor intrínseco? "No", contestarás. Obviamente. Pero, ¿por qué no es algo obvio en nuestra vida diaria?

El juicio es algo relativo. No juzgas a un niño por hacer algo incorrecto cuando él no sabe que lo está haciendo mal. Juzgas a alguien que piensas que debería saber que lo está haciendo mal. Juzgamos a los demás y a nosotros mismos basándonos en la relatividad de lo que percibimos como justo.

Pero hay un enfoque más amplio que este. Si no tenemos lo que queremos en la vida, podemos dirigir nuestro enfado en dos direcciones: hacia nosotros mismos o hacia el Creador. O "no presioné, ni hice ni dije lo suficiente" o bien "empujé, hice y dije pero Dios no me dio lo que yo quería". Pero así no es cómo funciona nuestro cerebro.

Es posible observar a los demás para inspirarnos y seguir su ejemplo, lo cual significa que puedes mirar a tu maestro para averiguar qué más puedes hacer, incluso puedes hacer las cosas como él o ella lo hace. Pero a menudo caemos en la trampa de la relatividad.

Quizá la peor parte de vivir la vida en este estado de relatividad sea que permitimos que nuestro humor y nuestra energía estén determinados por la gente que nos rodea y lo que estamos haciendo.

El lugar en el que nos encontramos en la vida no debe – no, no puede – tener nada que ver con ninguna otra persona excepto nosotros mismos. En lugar de preguntarnos: "¿Soy tan bueno/listo/fuerte/sano/rico como él o ella?", necesitamos preguntarnos: "¿Soy tan bueno/listo/fuerte/sano/rico como podría serlo?".

Entonces, y sólo entonces, podemos pasar a la acción para trazar un puente entre el lugar en el que nos encontramos y el lugar donde deberíamos estar. Y si no estás seguro de qué pasos debes dar, llama a tu maestro de Kabbalah (y si no tienes uno, llama al 1-800-KABBALAH O conéctate a través de nuestros Números Gratuitos desde Hispanoamérica para encontrarlo).

Esta es la semana en la que podemos tomar las riendas y eliminar los enganches de las personas y las cosas que nos rodean. Podemos dejar de compararnos, medirnos y calcular nuestro valor basándonos en las personas que hay a nuestro alrededor. Especialmente durante este mes, en el que la tendencia a juzgar es mayor que en cualquier otro mes del año, necesitamos dejar a un lado la barra de medición y mirar en nuestro interior en vez de nuestro exterior.

Todo lo mejor,

Yehuda Berg

Afinación Diaria de la Conciencia de la Kabbalah: Un mal hábito

DOMINGO 13 DE SEPTIEMBRE DE 2009

Nos guste o no, somos criaturas de hábitos. Podemos elegirlos buenos o malos.

Desafortunadamente, porque a la fuerza negativa llamada el Oponente se le ha dado el control de las ondas de nuestras mentes, los malos hábitos son fáciles de adoptar mientras que los buenos hábitos son más difíciles de adquirir.

Hoy, resiste hacer algo que se ha convertido en un mal hábito.

Programa de Radio...


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Horario Central de México

 

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  • Carlos del Ángel: Fundador, WebMaster y Autor
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