"La esencia de la grandeza radíca en la capacidad de la realización personal propia en circunstancias en las que otros optan por la locura." - Dr. Wayne W. Dyer

Inspirando Cambio - Despertar la compasión como camino hacia la satisfacción

Fuente: Blog de Michael Berg

La mayoría de las personas que son espirituales están al tanto de la importancia de sentir compasión por otros. Pero creo que la mayoria de nosotros no estamos del todo conscientes de la necesidad de continuar profundizando acerca de nuestra compasión si hemos de lograr el propósito por el que vinimos a este mundo.


Uno de los grandes maestros en este asunto es Moisés, la figura bíblica. El vivió en una época de gran miseria y oscuridad, cuando los israelitas vivían bajo un decreto de trabajo forzado, todos los bebés varones eran asesinados y un gran sufrimiento le siguió a todo esto. Moisés, después de su nacimiento, fue encontrado por la hija del faraón, creció en un ambiente cómodo y fue protegido del sufrimiento que ocurría en Egipto. Sin embargo, la Biblia relata que Moisés salía todos los días y veía el dolor, el sufrimiento y la muerte que ocurría afuera. Él no sólo vio y sintió el dolor, sino que también pasó muchas horas al día meditando y concentrándose en lo que veía para poder internalizar el dolor, sentirlo como propio y hacer crecer su sentimiento de compasión.

Los kabbalistas escriben: "Él concentraba sus ojos y corazón para doler por ellos". El mensaje es claro, la compasión es trabajo. No está en nuestra naturaleza experimentar algo fuera de nosotros. Por ejemplo, alguien que nació rico no puede sentir el hambre del hombre pobre.

Sin embargo, fue precisamente por este trabajo constante de experimentar y despertar sentimientos más grandes de compasión que, en última instancia, Moisés alcanzó el potencial de su alma y fue capaz de lograr el propósito por el que vino a este mundo.

Un constante despertar y un constante crecimiento en este camino nos permitirá a todos nosotros manifestar el potencial de nuestras vidas. Empieza por empujarnos sistemáticamente para encontrar maneras nuevas de sentir el dolor de aquellos que nos rodean, especialmente la gente con la que tratamos todos los días cuyos sentimientos a menudo no consideramos.

Hay una bella historia que puede ayudarte a internalizar más profundamente esta idea. Antes de que Moisés fuera llamado para convertirse en el líder de los israelitas, el nivel de su compasión fue probado a través de su trabajo como pastor. Un día una cabra joven huyó del resto del rebaño, y Moisés corrió tras el crío por un tiempo hasta que finalmente llegó a un estanque de agua y empezó a beber. Moisés lloró y le dijo a la pequeña cabra, "Lo siento, no sabía que tenías sed". Luego recogió a la cabra, la acunó llevándola de regreso con el resto del rebaño.

Al ver este amor y cuidado, el Creador dijo, "Eres misericordioso ocupándote de las cabras, puedes ahora cuidar de gente y ser el líder y el redentor de los israelitas". Sólo luego de mostrar verdadero amor y compasión a los animales en su rebaño fue que Moisés fue considerado lo suficientemente apto para convertirse en líder de la gente.

La lección que están enseñándonos los kabbalistas es que podemos lograr el propósito para el que vinimos a este mundo, el potencial de nuestra alma, plenitud verdadera y duradera, con un crecimiento constante de compasión hacia otros.

Sabiendo esto, preguntémonos todos los días, "¿Cuánto tiempo paso viendo el dolor de los otros e internalizándolo? ¿Qué estoy haciendo para acrecentar mis sentimientos de compasión y cuidado por los otros?" A medida que hacemos de este trabajo el centro de nuestras vidas, revelaremos más Luz y bendiciones para nosotros y los demás, y sabremos con certeza que estamos en el camino verdadero hacia la satisfacción duradera.

Michael Berg

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