MARTES 23 DE FEBRERO DE 2010
Un niño aprende a caminar cayéndose y levantándose otra vez. En comparación a una vida caminando, este periodo de tropiezos continuos es relativamente corto.
Hoy, ve tus penurias y aflicciones bajo esta luz: Dios enseñándote a caminar. La duración de tus desafíos, no importa cuan dolorosa, es corta comparada con una vida de plenitud espiritual.
Un niño aprende a caminar cayéndose y levantándose otra vez. En comparación a una vida caminando, este periodo de tropiezos continuos es relativamente corto.
Hoy, ve tus penurias y aflicciones bajo esta luz: Dios enseñándote a caminar. La duración de tus desafíos, no importa cuan dolorosa, es corta comparada con una vida de plenitud espiritual.
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