Aún después del colapso de la causa Estuardo, los grados de caballería continuaban siendo populares y se expandían rápidamente. El apoyo pro-Estuardo se desvaneció en favor de una filosofía anti-monárquica en algunas de las organizaciones templares; y un sentimiento pro-monárquico en otras. Los francmasones practicando los grados templares jugaron un papel político importante en ambos lados de la batalla producida en el siglo XVIII entre monárquicos y anti-monárquicos, ayudando a mantener así, este asunto vivo de una manera tal que la gente encontrase algún motivo para proseguir continuamente con la contienda. Por ejemplo: el rey Gustavo III de Suecia y su hermano Karl, Duque de Sodermanland, se habían iniciado dentro de la Estricta Observancia en 1770. El los siguientes años, uno de los primeros actos de Gustavo, una vez asumido el trono de Suecia, fue montar un golpe de estado contra el Parlamento Sueco (Swedish Rikstag) y restablecer el más grande poder para la Corona. De acuerdo con lo que Samuel Harrison Baynard en su libro “Historia del Supremo Concilio”, a Gustavo lo ayudaron mucho sus compañeros francmasones.
En Irlanda, también encontraron un hogar los grados de Caballería, donde surgieron apegados a la Orden de Orange. Como recordamos, la Orden de Orange era una organización patrocinada según la francmasonería. Fue fundada para asegurarse de que en Inglaterra la religión dominante era el protestantismo. Los miembros de la Orden de Orange juraban apoyar a los hannoverianos mientras que los hannoverianos continuaran apoyando al protestantismo. Los grados de Caballería eran injertados dentro de la Orden de Orange a principio de 1790, en el tiempo en que la causa Estuardo estaba casi muerta. Los grados templarios de la Orden de Orange eran llamados y todavía hoy en día son llamados la Preceptoría Negra. Aunque se suponía que la orden y la Preceptoría Negra eran la misma cosa en rango y estatus, la entrada en la Preceptoría se cumplía sólo después de que una persona había pasado primero por los grados de la Orden de Orange. De acuerdo a Tony Gray, quien escribió un fascinante libro titulado “La Orden de Orange”, la denominada Preceptoría hoy en día posee nueve grados y tiene “un enorme secreto que envuelve todavía el trabajo interno de esta curiosa institución”[1]. Entre el 50% y 60% aproximadamente de todos los miembros Orange se convierten en miembros de la Preceptoría. La propia Orden de Orange continúa siendo fuertemente protestante y anti-católica, y a su manera, contribuye con algunos de los conflictos actuales entre católicos y protestantes en Irlanda.
Otro capítulo interesante en la historia de los grados templares, tiene que ver con la creación de un falso “iluminado” o Iluminatti. Como recordamos, la “Iluminatti” fue el nombre latino dado a la Hermandad. El 1779, un segundo “Iluminatti” comenzó en la Logia de la Estricta Observancia de Munich. Este segundo “Iluminatti” falso fue dirigido por un cura ex-jesuita llamado Adam Weishaupt y fue estructuralmente una organización semi-autónoma. Abiertamente política y anti-monárquica, la “Iluminatti” de Weishaupt formaba otro canal para los “grados más altos” de la francmasonería, los cuales eran conferidos a graduados que habían completado los grados Azules. La “Iluminatti” de Weishaupt tenía su propio “maestro oculto”, que era conocido como el “anciano escocés superior”. Los miembros de la Estricta Observancia que eran iniciados dentro de la “Iluminatti” realmente creían que estaban iniciándose en los escalones más altos de la auténtica Iluminatti o Hermandad. Una vez iniciados bajo voto secreto estricto, los miembros eran informados de una enorme filosofía política y anti-monárquica.
No obstante, la Iluminatti de Weishaupt fue rápidamente atacada. Su cuartel general en la Bavaria alemana fue asaltado por el Elector de Baviera en 1786. Muchas ramas de política radical de la Iluminatti fueron descubiertas en documentos decomisados durante la incursión. El duque de Brunswick, actuando como Gran Maestro de la francmasonería alemana, finalmente sacó un manifiesto ocho años más tarde, en 1794, para contrarrestar la falsa Iluminatti de Weishaupt, cuando el escándalo público ya no podía ser más ocultado. Unidos en la supresión de la Iluminatti bávara de Weishaupt estaban muchos rosacruces. A pesar de la represión, los Iluminattis sobrevivieron y aún hoy existen.
Mucha gente erróneamente ha creído que los iluminattis de Weishaupt eran los auténticos Iluminattis y que estos absorbieron toda la masonería. Este error fue causado por el expreso deseo de Weishaupt de que sus grados llegaran a ser los únicos grados “más altos” de la masonería. Todavía hoy uno puede encontrar libros teorizantes que dicen que los iluminattis de Weishaupt eran y todavía son casi toda la fuente de todas las enfermedades sociales de la humanidad. Un estudio cuidadoso de la evidencia indica que la Iluminatti de Weishaupt es realmente una pista falsa a este respecto. Aunque la Iluminattis de Weishaupt participó en alguna agitación revolucionaria producida en Europa, su impacto en la historia no parece haber sido tan grande como alguna gente cree, a pesar de la enorme publicidad que recibió. La enfermedad social que algunas veces ha sido achacada a los iluminattis de Weishaupt existía mucho antes del nacimiento de Adam Weishaupt. Lo que absorbió a casi toda la francmasonería en el siglo XVIII fueron los grados templares, los cuales no eran la misma cosa que los iluminattis de Weishaupt. La verdadera significación de los iluminattis bávaros es la de que esta era una facción antimonárquica que tenía prohibida su operación fuera de las logias de la Estricta Observancia; mientras que la Estricta Observancia se consideraba generalmente pro-monárquica, como sucedió en el Parlamento sueco (Swedish Ricksdag) a raíz del derrocamiento antes mencionado. Esto hizo que la Estricta Observancia se convirtiera en una fuente de agitación secreta en ambos lados del conflicto: la monarquía y la anti-monarquía, hecho que se prolongó por muchos años, y por supuesto, otro ejemplo del maquiavelismo dentro de la Hermandad.
La transformación global de la sociedad humana anunciada en el Fama Fraternitis Rosacruz, aceleró el ímpetu e incrementó en los francmasones y otros miembros de redes místicas para ser líderes de numerosas revoluciones alrededor del mundo. Las sublevaciones no estuvieron confinadas a Europa; se esparcieron a través del océano Atlántico y se arraigaron en Norte América. Allí dieron nacimiento a la nación simple más influyente en la Tierra hoy día: los Estados Unidos de América.
En Irlanda, también encontraron un hogar los grados de Caballería, donde surgieron apegados a la Orden de Orange. Como recordamos, la Orden de Orange era una organización patrocinada según la francmasonería. Fue fundada para asegurarse de que en Inglaterra la religión dominante era el protestantismo. Los miembros de la Orden de Orange juraban apoyar a los hannoverianos mientras que los hannoverianos continuaran apoyando al protestantismo. Los grados de Caballería eran injertados dentro de la Orden de Orange a principio de 1790, en el tiempo en que la causa Estuardo estaba casi muerta. Los grados templarios de la Orden de Orange eran llamados y todavía hoy en día son llamados la Preceptoría Negra. Aunque se suponía que la orden y la Preceptoría Negra eran la misma cosa en rango y estatus, la entrada en la Preceptoría se cumplía sólo después de que una persona había pasado primero por los grados de la Orden de Orange. De acuerdo a Tony Gray, quien escribió un fascinante libro titulado “La Orden de Orange”, la denominada Preceptoría hoy en día posee nueve grados y tiene “un enorme secreto que envuelve todavía el trabajo interno de esta curiosa institución”[1]. Entre el 50% y 60% aproximadamente de todos los miembros Orange se convierten en miembros de la Preceptoría. La propia Orden de Orange continúa siendo fuertemente protestante y anti-católica, y a su manera, contribuye con algunos de los conflictos actuales entre católicos y protestantes en Irlanda.
Otro capítulo interesante en la historia de los grados templares, tiene que ver con la creación de un falso “iluminado” o Iluminatti. Como recordamos, la “Iluminatti” fue el nombre latino dado a la Hermandad. El 1779, un segundo “Iluminatti” comenzó en la Logia de la Estricta Observancia de Munich. Este segundo “Iluminatti” falso fue dirigido por un cura ex-jesuita llamado Adam Weishaupt y fue estructuralmente una organización semi-autónoma. Abiertamente política y anti-monárquica, la “Iluminatti” de Weishaupt formaba otro canal para los “grados más altos” de la francmasonería, los cuales eran conferidos a graduados que habían completado los grados Azules. La “Iluminatti” de Weishaupt tenía su propio “maestro oculto”, que era conocido como el “anciano escocés superior”. Los miembros de la Estricta Observancia que eran iniciados dentro de la “Iluminatti” realmente creían que estaban iniciándose en los escalones más altos de la auténtica Iluminatti o Hermandad. Una vez iniciados bajo voto secreto estricto, los miembros eran informados de una enorme filosofía política y anti-monárquica.
No obstante, la Iluminatti de Weishaupt fue rápidamente atacada. Su cuartel general en la Bavaria alemana fue asaltado por el Elector de Baviera en 1786. Muchas ramas de política radical de la Iluminatti fueron descubiertas en documentos decomisados durante la incursión. El duque de Brunswick, actuando como Gran Maestro de la francmasonería alemana, finalmente sacó un manifiesto ocho años más tarde, en 1794, para contrarrestar la falsa Iluminatti de Weishaupt, cuando el escándalo público ya no podía ser más ocultado. Unidos en la supresión de la Iluminatti bávara de Weishaupt estaban muchos rosacruces. A pesar de la represión, los Iluminattis sobrevivieron y aún hoy existen.
Mucha gente erróneamente ha creído que los iluminattis de Weishaupt eran los auténticos Iluminattis y que estos absorbieron toda la masonería. Este error fue causado por el expreso deseo de Weishaupt de que sus grados llegaran a ser los únicos grados “más altos” de la masonería. Todavía hoy uno puede encontrar libros teorizantes que dicen que los iluminattis de Weishaupt eran y todavía son casi toda la fuente de todas las enfermedades sociales de la humanidad. Un estudio cuidadoso de la evidencia indica que la Iluminatti de Weishaupt es realmente una pista falsa a este respecto. Aunque la Iluminattis de Weishaupt participó en alguna agitación revolucionaria producida en Europa, su impacto en la historia no parece haber sido tan grande como alguna gente cree, a pesar de la enorme publicidad que recibió. La enfermedad social que algunas veces ha sido achacada a los iluminattis de Weishaupt existía mucho antes del nacimiento de Adam Weishaupt. Lo que absorbió a casi toda la francmasonería en el siglo XVIII fueron los grados templares, los cuales no eran la misma cosa que los iluminattis de Weishaupt. La verdadera significación de los iluminattis bávaros es la de que esta era una facción antimonárquica que tenía prohibida su operación fuera de las logias de la Estricta Observancia; mientras que la Estricta Observancia se consideraba generalmente pro-monárquica, como sucedió en el Parlamento sueco (Swedish Ricksdag) a raíz del derrocamiento antes mencionado. Esto hizo que la Estricta Observancia se convirtiera en una fuente de agitación secreta en ambos lados del conflicto: la monarquía y la anti-monarquía, hecho que se prolongó por muchos años, y por supuesto, otro ejemplo del maquiavelismo dentro de la Hermandad.
La transformación global de la sociedad humana anunciada en el Fama Fraternitis Rosacruz, aceleró el ímpetu e incrementó en los francmasones y otros miembros de redes místicas para ser líderes de numerosas revoluciones alrededor del mundo. Las sublevaciones no estuvieron confinadas a Europa; se esparcieron a través del océano Atlántico y se arraigaron en Norte América. Allí dieron nacimiento a la nación simple más influyente en la Tierra hoy día: los Estados Unidos de América.
[1] Gray, Tony, The Orange Order (London, The Bodley Head, Ltd., 1972) p. 209.