La semana pasada veíamos lo siguiente………….
De acuerdo al historiador Ahmed Fakhry:
“Los egipcios eran tan detestados por los constructores de las pirámides que estos amenazaban con entrar a esas grandes tumbas y destruir las momias de los reyes.”
Fahkry, Ahmed, the Pyramids (Chicago, The University of Chicago Press, 1961), p. 99.
Tan intenso odio, por supuesto, no es sorprendente. La sociedad egipcia se había hecho más represiva a fin de hacer operar la mano de obra humana con una mayor eficiencia como si fueran máquinas. La ocupación fue tan rígida que era difícil cambiar un tipo de tarea por otro. Los laicos dejaron de servir a los “dioses”; un sacerdocio impenetrable surgió o fue erigido en su lugar. La felicidad personal y el logro eran sacrificados en nombre de la productividad del trabajo. El feudalismo había llegado a Egipto.
Mientras los faraones estaban ocupados ayudando a esclavizar a sus súbditos humanos, los “dioses” estaban poniendo en ridículo a los faraones. Imhontep, reputado hijo del “dios” Ptah, estableció el concepto de “Rey Dios”. Este título elitesco era muy poco apreciado por la mayoría de los egipcios. Como “reyes dioses”, los faraones pensaban que se elevaban por encima de los afanes de las multitudes humanas. Se les instruía a los faraones que si cooperaban con los planes Custodios, ellos escaparían a los apuros humanos uniéndose a los “dioses” en el cielo.
!Allí era donde estaba la trampa !
A los faraones se les permitía escapar de la Tierra sólo después de morir. A los faraones se les enseñaba la tonta idea de que si ellos preservaban cuidadosamente sus cuerpos muertos, estos eran revividos y así se reunirían con los “dioses” Custodios en los cielos. Algunos faraones como Cheops, enterraron también grandes barcos de madera cerca de sus tumbas. De acuerdo a algunos estudiosos, los faraones creían que sus barcos enterrados (“barcos solares”) serían mágicamente exhumados y dotados con el mismo poder que hacía volar a los “barcos” de los “dioses”. Los faraones creían que serían llevados en sus barcos de madera, mágicamente poderosos después de su muerte, al hogar de los “dioses” en los cielos.
Aunque las técnicas de preservación egipcias eran bastante buenas, es claro que la mente de los faraones estaba siendo llenada con insensateces. Los “barcos solares” de madera nunca volaron. Pocos, si los hubo, cuerpos momificados de los grandes “reyes dioses” alcanzaron los cielos. Por el contrario, muchas momias han llegado a ser curiosidades macabras de museos para la excitación de las multitudes humanas de las que los faraones esperaban fervientemente escapar. Otras momias sufrieron un destino aún más humillante; ellas fueron molidas y usadas como ingredientes de medicinas. Las momias pulverizadas también se convirtieron en aditivos de pinturas por los preservativos usados en los procesos de momificación.
La pregunta es: porqué los faraones creían en el chiste cruel que había sido perpetrado con ellos. Algunos historiadores sugieren que la momificación fue un intento de imitar el ciclo de vida de las mariposas. Oreos creen que los faraones querían mantener su posición y riqueza en sus futuras vidas y por lo tanto deseaban ser reencarnados en sus mismos cuerpos. Un escritor OVNI ha sugerido que ellos estaban procurando duplicar las técnicas de preservación de cuerpos de tecnología avanzada usada por los “dioses” de Egipto. Sin embargo, los registros de los antiguos egipcios revelan otra razón más obligante del porqué los faraones momificaban sus propios cuerpos: por que el conocimiento espiritual había sido tergiversado.
Los antiguos egipcios creían en un “alma” o “yo” como una entidad separada completamente de la “persona” o cuerpo. Los egipcios denominaban a esa entidad espiritual: “Ka”. Ellos creían que el “Ka” y no el cuerpo, era una de las entidades espirituales que constituían la verdadera persona y que el cuerpo mismo no tenía personalidad o inteligencia sin la entidad espiritual. Sin embargo, a esta visión ilustrada generalmente se de dio una falsa interpretación. A los egipcios se les había hecho creer que el bien espiritual del “Ka” después de la muerte dependía de mantener al “Ka” en contacto con el cuerpo físico.
De acuerdo al historiador Fakhry:
“Los egipcios querían que el “Ka” pudiese reconocer su cuerpo después de la muerte y unirse con él; por esta razón ellos sentían que era muy importante tener un cuerpo preservado. Este es el porqué los egipcios momificaban sus cuerpos y sobresalían en la técnica de embalsamamiento.”
Los faraones iban todavía más allá, como lo explica Mr. Fakhry:
“Los egipcios también hacían estatuas y las colocaban en las tumbas y en los templos para que actuasen como sustitutos de los cuerpos si estos perecían.”
Esas prácticas tenían un impacto devastador sobre la comprensión espiritual. Esto causó que el pueblo equiparara erróneamente a todo lo espiritual con el apego espiritual a cuerpos humanos o a sustitutos de cuerpos. Tales enseñanzas estimulaban a los humanos a aceptar las intenciones Custodias de unir permanentemente a los seres espirituales a los cuerpos del homo sapiens. El poder humano producido por la inmortalidad e integridad espiritual era desviado hacia una búsqueda obsesiva de la conservación de cuerpos. De esta forma se precipitaban las filosofías del materialismo. El materialismo, en una de sus definiciones, es la sobre-preocupación con las cosas a nivel material y el rechazo por los aspectos éticos y la existencia espiritual. Esto, frecuentemente lleva a la segunda definición de materialismo: la creencia de que todo, incluyendo el pensamiento y la emoción, puede explicarse absolutamente por el movimiento y los cambios de la materia física. Aunque los egipcios no habían adoptado esta última definición como una filosofía de la vida, ellos habían ayudado al mundo a dar un paso en esta dirección.
El descarrilamiento del conocimiento espiritual en Egipto fue causado por la corrupción de la Hermandad de la Serpiente, a la cual pertenecían los faraones y los sacerdotes. Como se mencionó antes, después de la derrota ocasionada miles de años atrás por sus enemigos Custodios, la Hermandad continuó dominando los asuntos humanos, pero al costo de hacerlo como un instrumento de los Custodios. Para comprender cómo la Hermandad corrupta comienza a distorsionar la verdad espiritual y perpetuar la irracionalidad teológica, debemos buscar los trabajos tempranos de la Hermandad y sus métodos de enseñanza.
La Hermandad incorrupta se comprometió en un programa pragmático de educación espiritual. El enfoque de la organización era científico, no místico ni ceremonial. La materia del espíritu se consideraba tan cognoscible como cualquier otra ciencia. Parece que la Hermandad poseía un considerable cuerpo de información espiritual preciso, pero no había tenido éxito en desarrollar una ruta completa para la libertad espiritual antes de su derrota.
Las enseñanzas de la Hermandad estaban organizadas en procesos por gradientes. Se requería que un estudiante completara satisfactoriamente un nivel de instrucción antes de proceder al siguiente. Todos los estudiantes hacían juramento de mantener el secreto y nunca revelar las enseñanzas de un nivel a otra persona que todavía no se había graduado en ese nivel. Este estilo de instrucción fue diseñado para asegurar que un estudiante no intentara prematuramente realizar hazañas espirituales difíciles o ser abrumado por la información de niveles avanzados antes de que estuviera listo para ello; de la misma forma que uno no pone a un aprendiz a conducir un automóvil por una carretera peligrosa de montaña antes de que conduzca fácilmente por una autopista, en principio poniéndole incrementada dificultad.
Impartir el conocimiento espiritual en esta forma, sería efectiva siempre que los niveles sean realmente abiertos a todo el mundo. Cuando se colocan restricciones arbitrarias o generales sobre aquellos que pueden tener acceso a la enseñanza, colocando sobre-regulaciones, elitismo o poniendo condiciones casi imposibles de cumplir, el sistema confidencial de enseñanza por niveles cambia de ser una herramienta educativa a un instrumento de represión espiritual. La Hermandad sufrió tales cambios.
La enseñanza de la Hermandad en el antiguo Egipto estaba organizada en una institución conocida como la Escuela de Misterios. Las escuelas suministraban a los faraones y a los sacerdotes la mayoría de su educación científica, moral y espiritual. De acuerdo al Dr. H. Spencer Lewis, fundador de la Sede Central de la Orden Rosacruz en San José, California ,(*) el primer templo construido para uso de la Escuela de Misterios, fue erigido por el Faraón Cheops. Dentro de ese templo, el conocimiento espiritual sufrió el deterioro que causó que los faraones momificaran sus cuerpos y enterraran barcos de madera. De acuerdo a informaciones del antiguo Egipto, la enseñanza distorsionada de la Escuela de Misterios fue creada por el “gran maestro” Ra, un importante “dios” Custodio.
Las Escuelas de Misterios no sólo desvirtuaron el conocimiento espiritual, ellas también restringieron enormemente el acceso del público a cualquier verdad teológica todavía sobreviviente. Sólo los faraones, los sacerdotes y unos pocos considerados dignos, eran aceptados dentro de las escuelas. A los iniciados se les pedía el juramento solemne de nunca revelar a cualquier extraño la sabiduría secreta aprendida; los estudiantes eran amenazados con serios castigos si rompían el juramento. Esas restricciones eran adecuadamente establecidas para prevenir el mal uso del conocimiento a muy alto nivel por aquellos que podían degradar este conocimiento o usarlo dañinamente. Mientras esta era una legítima razón para desarrollar salvaguardias, las restricciones impuestas por las Escuelas de Misterios fueron más allá de la simple seguridad. A grupos completos ocupacionales y sociales les fue negada la afiliación. La vasta mayoría de la población humana no tenía esperanza de entrar en las Escuelas; el acceso a cualquier conocimiento espiritual sobreviviente fue de esta manera severamente limitado. El bíblico ángel con la “brillante espada” que prevenía el acceso al “árbol del conocimiento” había sido puesto en su sitio por aquellos que dirigían las Escuelas de Misterios.
Las escuelas de misterios causaron que la sabiduría espiritual se evaporara en otro sentido. Las escuelas prohibieron a sus miembros grabar físicamente las enseñanzas más avanzadas de las escuelas. A los iniciados se les incitaba a transmitir la información oralmente. No existe una manera más rápida de perder el conocimiento que la de prohibir su registro escrito. No importa cuán sincera y bien entrenada sea la gente, la palabra de boca terminará invariablemente en cambios de las ideas que están comunicando. Con una palabra sustituida aquí y una oración omitida allá, la precisión semántica que necesita comunicar un principio científico exacto se perderá. Esta es una de las formas cómo una ciencia funcional rápidamente puede degradarse en una inaguantable superstición.
Hubo un tiempo en que la Hermandad llegó a ser tan restrictiva que excluyó a la mayoría de los mismos sacerdotes de Egipto de la afiliación. Esto fue especialmente cierto durante el reino del rey Thutmose III, quien gobernó cerca del año 1200 después de Cheops. Thutmose III es mejor conocido por sus aventuras militares que expandieron el imperio egipcio a su más grande extensión. De acuerdo al Dr. Lewis, Thutmose III tomó el paso final de transformar a la Hermandad en una orden completamente cerrada. Estableció normas y regulaciones que todavía se reconocen de uso en la Hermandad de hoy día.
Los cambios en la Hermandad continuaron. A menos de cien años del reino de Thutmose III, su descendiente el rey Akhnaton (Amenhotep IV) gastó el último de sus 28 años de vida en transformar las enseñanzas de la Hermandad en símbolos místicos. Los símbolos de Akhnaton fueron diseñados intencionalmente para que fueran incomprensibles para todo el mundo excepto para aquellos miembros de la Hermandad que habían aprendido el significado de los símbolos secretos. La Hermandad ostensiblemente creó su nuevo sistema de imágenes visuales para tener un “lenguaje” universal de iluminación espiritual que trascendería el lenguaje humano y prevendría el mal uso del conocimiento.
En realidad, la intención fue crear un código secreto para hacer al conocimiento espiritual inalcanzable para todo el mundo, excepto para aquellos admitidos dentro de la cada vez más selecta Hermandad, y parece que para destruir al mismo tiempo el conocimiento espiritual. La traducción de los datos espirituales en símbolos incomprensibles y oscuros trajo como consecuencia el espectáculo de gente honesta tratando de descifrar símbolo incomprensibles en una búsqueda de la verdad espiritual, la cual puede y podría ser comunicada en un lenguaje cotidiano comprensible por todo el mundo.
A pesar de la evidente sinceridad de Akhnaton, descubrimos que la transformación del conocimiento espiritual en un sistema de símbolos oscuros ha tenido un impacto devastador sobre la sociedad humana. Como el conocimiento espiritual fue diseminado de esta forma a través del mundo por los miembros de la Hermandad, todo conocimiento genuino de la naturaleza espiritual fue mal identificado con misterio y símbolos extraños. Esta mala identificación es tan fuerte hoy en día que casi todos los estudios del espíritu y fenómenos espirituales son agrupados en tales clasificaciones “desgraciadas” como: ocultismo, espiritismo y brujería (hechicería). El intento, miles de años atrás, por mantener al conocimiento espiritual fuera de las manos de los “profanos”, casi ha destruido completamente la utilidad y credibilidad de este conocimiento. Esto sólo ha dejado confusión, ignorancia y la superstición que ha caracterizado tanto el campo hoy en día.
Akhnaton presidió otros desarrollos más importantes en la Hermandad. Aunque el joven gobernante se destacó pobremente como líder político, logró una fama permanente por sus esfuerzos como campeón de la causa del monoteísmo, o sea, la adoración de “un solo dios”. El monoteísmo fue una enseñanza de la Hermandad y muchos historiadores citan a Akhnaton como la primera figura histórica importante en promulgar ampliamente el concepto.
Para ayudar al establecimiento del nuevo monoteísmo de la Hermandad, Akhnaton trasladó la capital de Egipto a la ciudad de El Amarna. También reubicó el templo de la Hermandad ahí. Cuando la capital de Egipto fue de nuevo mudada a su sitio original, la Hermandad se quedó en El Amarna. Esto señaló una importante ruptura entre el sacerdocio egipcio establecido, el cual resistió al monoteísmo de Akhnaton y las clases exclusivas de la Hermandad que ya no admitió más sacerdotes en su afiliación.
El antiguo imperio egipcio decayó casualmente y se esfumó. La Hermandad de la Serpiente creó muchos de los símbolos y galas todavía usados por algunas religiones monoteístas importantes hoy en día. Por ejemplo: el templo de la Hermandad en El Amarna fue construido en figura de cruz, un símbolo posteriormente adoptado por la más famosa ramificación de la Hermandad: la Cristiandad.
Algunos miembros de la Hermandad en Egipto vestían el mismo uniforme con una “cuerda en la cintura” y una cobertura para la cabeza como más tarde usaron los frailes cristianos.
Muchos teólogos proclaman al monoteísmo como un importante avance religioso. La veneración espiritual a “un solo dios” es ya una mejoría sobre la idolatría de estatuas de piedra o toscos animales. Desafortunadamente el monoteísmo de la Hermandad todavía no representó un regreso a la completa certeza espiritual; este simplemente añadía nuevas distorsiones a lo que todavía quedaba del conocimiento espiritual.
Basados en lo que nosotros estamos dando a conocer acerca de la naturaleza del ser espiritual, encontramos que en la definición del Ser Supremo de la Hermandad aparentemente yacen dos desviaciones falsas.
Primeramente, el monoteísmo de la Hermandad, el cual incluye al Judaísmo, el Cristianismo y el Islamismo, enseña que un Ser Supremo fue el creador del universo físico y de las formas de vida físicas dentro del universo. En un capítulo posterior discutiremos la probabilidad de que los seres espirituales sean nacidos de algún tipo de Ser Supremo, pero las criaturas físicas y los objetos probablemente no. Como lo explican algunas religiones, si nuestro universo es el producto de una actividad espiritual, entonces parece ser que todos los seres espirituales individuales dentro del universo son responsables por su creación y / o perpetuación. El ámbito de un Ser Supremo podría realmente extenderse mucho más allá de la creación de un simple universo.
Segundo, a un Ser Supremo es común figurárselo como un ser espiritual capaz de pensamiento, creatividad y habilidad posiblemente ilimitadas. Se dice que un Ser Supremo es una entidad que pueden hacer y deshacer universos. La gran pregunta es: ¿Porqué debemos nosotros limitarnos a un solo ser? ¿Hay alguna razón para no suponer diez de tales seres ? ¿O cien? ¿O un número casi infinito? Parece que la definición de “un dios” de la Hermandad realmente describe el potencial nativo de cada ser espiritual, incluyendo aquellos seres espirituales que animan a cuerpos humanos en la Tierra. No obstante la naturaleza verdadera y las capacidades de cada ser espiritual podrían estar escondidas por doctrinas que establecen que sólo un Ser Supremo puede gozar de existencia puramente espiritual e ilimitado poder espiritual. El monoteísmo de la Hermandad podría realmente entorpecer la recuperación espiritual humana y evitar que la gente capte la verdad y probablemente mucho más amplio alcance de un Ser Supremo.
El monoteísmo de la Hermandad fue otra pieza de la bíblica “espada brillante” para evitar el acceso al conocimiento espiritual. También permitió a los Custodios elevar enormemente su estatus propio. “Como parte de su nuevo monoteísmo, la Hermandad comenzó a enseñar la ficción de que los miembros de la raza Custodia eran la manifestación física de un Ser Supremo”. En otras palabras, los Custodios comenzaron pretendiendo que ellos y sus naves eran el “único Dios”. Los registros de la historia dicen que ellos usaron extraordinaria violencia para que el homo sapiens creyera en la mentira. Pocas mentiras han causado un impacto tan devastador sobre la sociedad humana, ya que fue misión primordial de la Hermandad corrupta desde el tiempo de Akhnaton hasta los días modernos, hacer que los humanos creyeran que los Custodios y sus naves eran “Dios”. El propósito de esta ficción fue forzar a los humanos a la obediencia y mantener el control Custodio sobre la población humana. En ningún caso es esto más claro que en la historia bíblica de los antiguos hebreos y su “único Dios” llamado Jehovah. La semana que viene nos daremos cita para estudiar a este tan humanizado dios de la Biblia. Que la luz de dios guié siempre sus vidas amigos lindos! Hasta la próxima!
De acuerdo al historiador Ahmed Fakhry:
“Los egipcios eran tan detestados por los constructores de las pirámides que estos amenazaban con entrar a esas grandes tumbas y destruir las momias de los reyes.”
Fahkry, Ahmed, the Pyramids (Chicago, The University of Chicago Press, 1961), p. 99.
Tan intenso odio, por supuesto, no es sorprendente. La sociedad egipcia se había hecho más represiva a fin de hacer operar la mano de obra humana con una mayor eficiencia como si fueran máquinas. La ocupación fue tan rígida que era difícil cambiar un tipo de tarea por otro. Los laicos dejaron de servir a los “dioses”; un sacerdocio impenetrable surgió o fue erigido en su lugar. La felicidad personal y el logro eran sacrificados en nombre de la productividad del trabajo. El feudalismo había llegado a Egipto.
Mientras los faraones estaban ocupados ayudando a esclavizar a sus súbditos humanos, los “dioses” estaban poniendo en ridículo a los faraones. Imhontep, reputado hijo del “dios” Ptah, estableció el concepto de “Rey Dios”. Este título elitesco era muy poco apreciado por la mayoría de los egipcios. Como “reyes dioses”, los faraones pensaban que se elevaban por encima de los afanes de las multitudes humanas. Se les instruía a los faraones que si cooperaban con los planes Custodios, ellos escaparían a los apuros humanos uniéndose a los “dioses” en el cielo.
!Allí era donde estaba la trampa !
A los faraones se les permitía escapar de la Tierra sólo después de morir. A los faraones se les enseñaba la tonta idea de que si ellos preservaban cuidadosamente sus cuerpos muertos, estos eran revividos y así se reunirían con los “dioses” Custodios en los cielos. Algunos faraones como Cheops, enterraron también grandes barcos de madera cerca de sus tumbas. De acuerdo a algunos estudiosos, los faraones creían que sus barcos enterrados (“barcos solares”) serían mágicamente exhumados y dotados con el mismo poder que hacía volar a los “barcos” de los “dioses”. Los faraones creían que serían llevados en sus barcos de madera, mágicamente poderosos después de su muerte, al hogar de los “dioses” en los cielos.
Aunque las técnicas de preservación egipcias eran bastante buenas, es claro que la mente de los faraones estaba siendo llenada con insensateces. Los “barcos solares” de madera nunca volaron. Pocos, si los hubo, cuerpos momificados de los grandes “reyes dioses” alcanzaron los cielos. Por el contrario, muchas momias han llegado a ser curiosidades macabras de museos para la excitación de las multitudes humanas de las que los faraones esperaban fervientemente escapar. Otras momias sufrieron un destino aún más humillante; ellas fueron molidas y usadas como ingredientes de medicinas. Las momias pulverizadas también se convirtieron en aditivos de pinturas por los preservativos usados en los procesos de momificación.
La pregunta es: porqué los faraones creían en el chiste cruel que había sido perpetrado con ellos. Algunos historiadores sugieren que la momificación fue un intento de imitar el ciclo de vida de las mariposas. Oreos creen que los faraones querían mantener su posición y riqueza en sus futuras vidas y por lo tanto deseaban ser reencarnados en sus mismos cuerpos. Un escritor OVNI ha sugerido que ellos estaban procurando duplicar las técnicas de preservación de cuerpos de tecnología avanzada usada por los “dioses” de Egipto. Sin embargo, los registros de los antiguos egipcios revelan otra razón más obligante del porqué los faraones momificaban sus propios cuerpos: por que el conocimiento espiritual había sido tergiversado.
Los antiguos egipcios creían en un “alma” o “yo” como una entidad separada completamente de la “persona” o cuerpo. Los egipcios denominaban a esa entidad espiritual: “Ka”. Ellos creían que el “Ka” y no el cuerpo, era una de las entidades espirituales que constituían la verdadera persona y que el cuerpo mismo no tenía personalidad o inteligencia sin la entidad espiritual. Sin embargo, a esta visión ilustrada generalmente se de dio una falsa interpretación. A los egipcios se les había hecho creer que el bien espiritual del “Ka” después de la muerte dependía de mantener al “Ka” en contacto con el cuerpo físico.
De acuerdo al historiador Fakhry:
“Los egipcios querían que el “Ka” pudiese reconocer su cuerpo después de la muerte y unirse con él; por esta razón ellos sentían que era muy importante tener un cuerpo preservado. Este es el porqué los egipcios momificaban sus cuerpos y sobresalían en la técnica de embalsamamiento.”
Los faraones iban todavía más allá, como lo explica Mr. Fakhry:
“Los egipcios también hacían estatuas y las colocaban en las tumbas y en los templos para que actuasen como sustitutos de los cuerpos si estos perecían.”
Esas prácticas tenían un impacto devastador sobre la comprensión espiritual. Esto causó que el pueblo equiparara erróneamente a todo lo espiritual con el apego espiritual a cuerpos humanos o a sustitutos de cuerpos. Tales enseñanzas estimulaban a los humanos a aceptar las intenciones Custodias de unir permanentemente a los seres espirituales a los cuerpos del homo sapiens. El poder humano producido por la inmortalidad e integridad espiritual era desviado hacia una búsqueda obsesiva de la conservación de cuerpos. De esta forma se precipitaban las filosofías del materialismo. El materialismo, en una de sus definiciones, es la sobre-preocupación con las cosas a nivel material y el rechazo por los aspectos éticos y la existencia espiritual. Esto, frecuentemente lleva a la segunda definición de materialismo: la creencia de que todo, incluyendo el pensamiento y la emoción, puede explicarse absolutamente por el movimiento y los cambios de la materia física. Aunque los egipcios no habían adoptado esta última definición como una filosofía de la vida, ellos habían ayudado al mundo a dar un paso en esta dirección.
El descarrilamiento del conocimiento espiritual en Egipto fue causado por la corrupción de la Hermandad de la Serpiente, a la cual pertenecían los faraones y los sacerdotes. Como se mencionó antes, después de la derrota ocasionada miles de años atrás por sus enemigos Custodios, la Hermandad continuó dominando los asuntos humanos, pero al costo de hacerlo como un instrumento de los Custodios. Para comprender cómo la Hermandad corrupta comienza a distorsionar la verdad espiritual y perpetuar la irracionalidad teológica, debemos buscar los trabajos tempranos de la Hermandad y sus métodos de enseñanza.
La Hermandad incorrupta se comprometió en un programa pragmático de educación espiritual. El enfoque de la organización era científico, no místico ni ceremonial. La materia del espíritu se consideraba tan cognoscible como cualquier otra ciencia. Parece que la Hermandad poseía un considerable cuerpo de información espiritual preciso, pero no había tenido éxito en desarrollar una ruta completa para la libertad espiritual antes de su derrota.
Las enseñanzas de la Hermandad estaban organizadas en procesos por gradientes. Se requería que un estudiante completara satisfactoriamente un nivel de instrucción antes de proceder al siguiente. Todos los estudiantes hacían juramento de mantener el secreto y nunca revelar las enseñanzas de un nivel a otra persona que todavía no se había graduado en ese nivel. Este estilo de instrucción fue diseñado para asegurar que un estudiante no intentara prematuramente realizar hazañas espirituales difíciles o ser abrumado por la información de niveles avanzados antes de que estuviera listo para ello; de la misma forma que uno no pone a un aprendiz a conducir un automóvil por una carretera peligrosa de montaña antes de que conduzca fácilmente por una autopista, en principio poniéndole incrementada dificultad.
Impartir el conocimiento espiritual en esta forma, sería efectiva siempre que los niveles sean realmente abiertos a todo el mundo. Cuando se colocan restricciones arbitrarias o generales sobre aquellos que pueden tener acceso a la enseñanza, colocando sobre-regulaciones, elitismo o poniendo condiciones casi imposibles de cumplir, el sistema confidencial de enseñanza por niveles cambia de ser una herramienta educativa a un instrumento de represión espiritual. La Hermandad sufrió tales cambios.
La enseñanza de la Hermandad en el antiguo Egipto estaba organizada en una institución conocida como la Escuela de Misterios. Las escuelas suministraban a los faraones y a los sacerdotes la mayoría de su educación científica, moral y espiritual. De acuerdo al Dr. H. Spencer Lewis, fundador de la Sede Central de la Orden Rosacruz en San José, California ,(*) el primer templo construido para uso de la Escuela de Misterios, fue erigido por el Faraón Cheops. Dentro de ese templo, el conocimiento espiritual sufrió el deterioro que causó que los faraones momificaran sus cuerpos y enterraran barcos de madera. De acuerdo a informaciones del antiguo Egipto, la enseñanza distorsionada de la Escuela de Misterios fue creada por el “gran maestro” Ra, un importante “dios” Custodio.
Las Escuelas de Misterios no sólo desvirtuaron el conocimiento espiritual, ellas también restringieron enormemente el acceso del público a cualquier verdad teológica todavía sobreviviente. Sólo los faraones, los sacerdotes y unos pocos considerados dignos, eran aceptados dentro de las escuelas. A los iniciados se les pedía el juramento solemne de nunca revelar a cualquier extraño la sabiduría secreta aprendida; los estudiantes eran amenazados con serios castigos si rompían el juramento. Esas restricciones eran adecuadamente establecidas para prevenir el mal uso del conocimiento a muy alto nivel por aquellos que podían degradar este conocimiento o usarlo dañinamente. Mientras esta era una legítima razón para desarrollar salvaguardias, las restricciones impuestas por las Escuelas de Misterios fueron más allá de la simple seguridad. A grupos completos ocupacionales y sociales les fue negada la afiliación. La vasta mayoría de la población humana no tenía esperanza de entrar en las Escuelas; el acceso a cualquier conocimiento espiritual sobreviviente fue de esta manera severamente limitado. El bíblico ángel con la “brillante espada” que prevenía el acceso al “árbol del conocimiento” había sido puesto en su sitio por aquellos que dirigían las Escuelas de Misterios.
Las escuelas de misterios causaron que la sabiduría espiritual se evaporara en otro sentido. Las escuelas prohibieron a sus miembros grabar físicamente las enseñanzas más avanzadas de las escuelas. A los iniciados se les incitaba a transmitir la información oralmente. No existe una manera más rápida de perder el conocimiento que la de prohibir su registro escrito. No importa cuán sincera y bien entrenada sea la gente, la palabra de boca terminará invariablemente en cambios de las ideas que están comunicando. Con una palabra sustituida aquí y una oración omitida allá, la precisión semántica que necesita comunicar un principio científico exacto se perderá. Esta es una de las formas cómo una ciencia funcional rápidamente puede degradarse en una inaguantable superstición.
Hubo un tiempo en que la Hermandad llegó a ser tan restrictiva que excluyó a la mayoría de los mismos sacerdotes de Egipto de la afiliación. Esto fue especialmente cierto durante el reino del rey Thutmose III, quien gobernó cerca del año 1200 después de Cheops. Thutmose III es mejor conocido por sus aventuras militares que expandieron el imperio egipcio a su más grande extensión. De acuerdo al Dr. Lewis, Thutmose III tomó el paso final de transformar a la Hermandad en una orden completamente cerrada. Estableció normas y regulaciones que todavía se reconocen de uso en la Hermandad de hoy día.
Los cambios en la Hermandad continuaron. A menos de cien años del reino de Thutmose III, su descendiente el rey Akhnaton (Amenhotep IV) gastó el último de sus 28 años de vida en transformar las enseñanzas de la Hermandad en símbolos místicos. Los símbolos de Akhnaton fueron diseñados intencionalmente para que fueran incomprensibles para todo el mundo excepto para aquellos miembros de la Hermandad que habían aprendido el significado de los símbolos secretos. La Hermandad ostensiblemente creó su nuevo sistema de imágenes visuales para tener un “lenguaje” universal de iluminación espiritual que trascendería el lenguaje humano y prevendría el mal uso del conocimiento.
En realidad, la intención fue crear un código secreto para hacer al conocimiento espiritual inalcanzable para todo el mundo, excepto para aquellos admitidos dentro de la cada vez más selecta Hermandad, y parece que para destruir al mismo tiempo el conocimiento espiritual. La traducción de los datos espirituales en símbolos incomprensibles y oscuros trajo como consecuencia el espectáculo de gente honesta tratando de descifrar símbolo incomprensibles en una búsqueda de la verdad espiritual, la cual puede y podría ser comunicada en un lenguaje cotidiano comprensible por todo el mundo.
A pesar de la evidente sinceridad de Akhnaton, descubrimos que la transformación del conocimiento espiritual en un sistema de símbolos oscuros ha tenido un impacto devastador sobre la sociedad humana. Como el conocimiento espiritual fue diseminado de esta forma a través del mundo por los miembros de la Hermandad, todo conocimiento genuino de la naturaleza espiritual fue mal identificado con misterio y símbolos extraños. Esta mala identificación es tan fuerte hoy en día que casi todos los estudios del espíritu y fenómenos espirituales son agrupados en tales clasificaciones “desgraciadas” como: ocultismo, espiritismo y brujería (hechicería). El intento, miles de años atrás, por mantener al conocimiento espiritual fuera de las manos de los “profanos”, casi ha destruido completamente la utilidad y credibilidad de este conocimiento. Esto sólo ha dejado confusión, ignorancia y la superstición que ha caracterizado tanto el campo hoy en día.
Akhnaton presidió otros desarrollos más importantes en la Hermandad. Aunque el joven gobernante se destacó pobremente como líder político, logró una fama permanente por sus esfuerzos como campeón de la causa del monoteísmo, o sea, la adoración de “un solo dios”. El monoteísmo fue una enseñanza de la Hermandad y muchos historiadores citan a Akhnaton como la primera figura histórica importante en promulgar ampliamente el concepto.
Para ayudar al establecimiento del nuevo monoteísmo de la Hermandad, Akhnaton trasladó la capital de Egipto a la ciudad de El Amarna. También reubicó el templo de la Hermandad ahí. Cuando la capital de Egipto fue de nuevo mudada a su sitio original, la Hermandad se quedó en El Amarna. Esto señaló una importante ruptura entre el sacerdocio egipcio establecido, el cual resistió al monoteísmo de Akhnaton y las clases exclusivas de la Hermandad que ya no admitió más sacerdotes en su afiliación.
El antiguo imperio egipcio decayó casualmente y se esfumó. La Hermandad de la Serpiente creó muchos de los símbolos y galas todavía usados por algunas religiones monoteístas importantes hoy en día. Por ejemplo: el templo de la Hermandad en El Amarna fue construido en figura de cruz, un símbolo posteriormente adoptado por la más famosa ramificación de la Hermandad: la Cristiandad.
Algunos miembros de la Hermandad en Egipto vestían el mismo uniforme con una “cuerda en la cintura” y una cobertura para la cabeza como más tarde usaron los frailes cristianos.
Muchos teólogos proclaman al monoteísmo como un importante avance religioso. La veneración espiritual a “un solo dios” es ya una mejoría sobre la idolatría de estatuas de piedra o toscos animales. Desafortunadamente el monoteísmo de la Hermandad todavía no representó un regreso a la completa certeza espiritual; este simplemente añadía nuevas distorsiones a lo que todavía quedaba del conocimiento espiritual.
Basados en lo que nosotros estamos dando a conocer acerca de la naturaleza del ser espiritual, encontramos que en la definición del Ser Supremo de la Hermandad aparentemente yacen dos desviaciones falsas.
Primeramente, el monoteísmo de la Hermandad, el cual incluye al Judaísmo, el Cristianismo y el Islamismo, enseña que un Ser Supremo fue el creador del universo físico y de las formas de vida físicas dentro del universo. En un capítulo posterior discutiremos la probabilidad de que los seres espirituales sean nacidos de algún tipo de Ser Supremo, pero las criaturas físicas y los objetos probablemente no. Como lo explican algunas religiones, si nuestro universo es el producto de una actividad espiritual, entonces parece ser que todos los seres espirituales individuales dentro del universo son responsables por su creación y / o perpetuación. El ámbito de un Ser Supremo podría realmente extenderse mucho más allá de la creación de un simple universo.
Segundo, a un Ser Supremo es común figurárselo como un ser espiritual capaz de pensamiento, creatividad y habilidad posiblemente ilimitadas. Se dice que un Ser Supremo es una entidad que pueden hacer y deshacer universos. La gran pregunta es: ¿Porqué debemos nosotros limitarnos a un solo ser? ¿Hay alguna razón para no suponer diez de tales seres ? ¿O cien? ¿O un número casi infinito? Parece que la definición de “un dios” de la Hermandad realmente describe el potencial nativo de cada ser espiritual, incluyendo aquellos seres espirituales que animan a cuerpos humanos en la Tierra. No obstante la naturaleza verdadera y las capacidades de cada ser espiritual podrían estar escondidas por doctrinas que establecen que sólo un Ser Supremo puede gozar de existencia puramente espiritual e ilimitado poder espiritual. El monoteísmo de la Hermandad podría realmente entorpecer la recuperación espiritual humana y evitar que la gente capte la verdad y probablemente mucho más amplio alcance de un Ser Supremo.
El monoteísmo de la Hermandad fue otra pieza de la bíblica “espada brillante” para evitar el acceso al conocimiento espiritual. También permitió a los Custodios elevar enormemente su estatus propio. “Como parte de su nuevo monoteísmo, la Hermandad comenzó a enseñar la ficción de que los miembros de la raza Custodia eran la manifestación física de un Ser Supremo”. En otras palabras, los Custodios comenzaron pretendiendo que ellos y sus naves eran el “único Dios”. Los registros de la historia dicen que ellos usaron extraordinaria violencia para que el homo sapiens creyera en la mentira. Pocas mentiras han causado un impacto tan devastador sobre la sociedad humana, ya que fue misión primordial de la Hermandad corrupta desde el tiempo de Akhnaton hasta los días modernos, hacer que los humanos creyeran que los Custodios y sus naves eran “Dios”. El propósito de esta ficción fue forzar a los humanos a la obediencia y mantener el control Custodio sobre la población humana. En ningún caso es esto más claro que en la historia bíblica de los antiguos hebreos y su “único Dios” llamado Jehovah. La semana que viene nos daremos cita para estudiar a este tan humanizado dios de la Biblia. Que la luz de dios guié siempre sus vidas amigos lindos! Hasta la próxima!
(*) El rosacruz es uno de los sistemas místicos que surge de la enseñanza de la Hermandad. La Orden Rosacruz del Dr. Lewis se llama “La Orden Antigua y Mística Rosacruz (abreviado AMORC) que fue fundada a principio del siglo XX. Hoy es mejor conocida por el popular Museo Egipcio de su propiedad que opera en San José de California.
Hay otra orden rosacruz americana que opera en Quaker-town, Pennsylvania. Es llamada la Fraternidad de los Rosacruces o Fraternidad Rosacruz de América. La Fraternidad Rosacruz de Quaker-town no reconoce AMORC como un cuerpo rosacruz válido. En los años 30’s y 40’s del siglo XX, R. Swinburne Clymer, Supremo Gran Maestro de la Fraternidad Rosacruz de Quaker-town publicó un número de escritos denunciando AMORC. El Dr. Clymer y el Dr. Lewis, cada uno por su lado, ha reclamado que su organización es el verdadero sistema rosacruz. Aqui solo se citan a ambos para el analisis propio y en ningun sentido tomamos partida de sus riñas personales.