SÁBADO 20 DE FEBRERO DE 2010
Kabbalísticamente, la satisfacción más elevada que podemos sentir no es cuando logramos para nosotros mismos, sino cuando logramos para los demás. Todos nuestros dones personales son valores del Creador que se nos prestaron para que podamos invertirlos en los demás a fin de sentirnos realizados.
Hoy, usa lo que Dios te ha dado para ayudar a alguien. No tienes que encontrar una cura contra el cáncer. Sólo sé abierto y sensitivo con la gente y busca oportunidades para dar.
Kabbalísticamente, la satisfacción más elevada que podemos sentir no es cuando logramos para nosotros mismos, sino cuando logramos para los demás. Todos nuestros dones personales son valores del Creador que se nos prestaron para que podamos invertirlos en los demás a fin de sentirnos realizados.
Hoy, usa lo que Dios te ha dado para ayudar a alguien. No tienes que encontrar una cura contra el cáncer. Sólo sé abierto y sensitivo con la gente y busca oportunidades para dar.
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