Del 8 al 14 de mayo de 2011
Previamente escribí que las siete semanas después de Pésaj son un periodo de tiempo difícil. Durante las tres últimas semanas, hemos sido desafiados por el juicio, el desacuerdo y la discusión. Es obvio que tenemos trabajo que hacer.
La semana pasada empezó el mes de Tauro. Y ahora empezamos a tener una sensación ilusoria de alivio, una sensación que no puede llegar en un peor momento. Aquellos de ustedes que nacieron bajo el signo de Tauro (o están cerca de alguien que lo hizo), saben lo fantásticos que pueden ser. Amigos dedicados, empleados trabajadores y compañeros leales, suelen gustar de las cosas bellas y suelen transmitir una sensación de paz. Pero escondido dentro de este agradable paquete está una de las cortinas más gruesas que ocultan la Luz; no sólo para los Tauro, sino para todos nosotros.
Esta cortina se llama autocomplacencia. La autocomplacencia es cuando miramos atrás y apreciamos lo mucho que hemos cambiado. Por supuesto que es importante buscar resultados, evaluar si lo que hacemos está funcionando o no. La trampa es que una vez hemos escalado una colina empinada, tendemos a sentarnos para disfrutar de la vista. Si bien disfrutar de la vista es agradable, cuanto más permanecemos sentados allí, más difícil nos resulta tomar impulso para seguir escalando.
Muchas personas que están en un camino espiritual se enfrentan a la falsa percepción de que el trabajo que están haciendo es suficiente. Suficiente para mantenerlos protegidos, a salvo e iluminados. Pero cada logro espiritual sólo está ahí para proyectarnos hacia el siguiente nivel. Crecer espiritualmente es como subir por unas escaleras mecánicas que bajan; si no avanzamos, nos deslizamos hacia atrás.
Durante este mes en particular, sentimos que la Luz siempre está encendida. Debido a esta ilusión, la mayoría de nosotros pasa este mes retrocediendo, sólo para despertar y ser conscientes de ello cuatro semanas más tarde, cuando comienza el signo de Géminis.
Shavuot, que tiene lugar en el mes de Géminis, es el momento en que se enciende la Luz VERDADERA. Y si no estamos pendientes de nuestro trabajo espiritual, corremos el riesgo de encontrarnos en un sótano espiritual, rodeados de cajas de viejos hábitos y recubiertos de telarañas de patrones negativos.
Entonces,¿cuál es el antídoto?
Observo las áreas de mi vida en las que me siento completo. Y allí, bajo el disfraz de perfección espiritual, bajo el sentimiento de “todo está bien”, se esconde el ego.
Cuando podemos localizar estas trampas de autocomplacencia –y las convertimos en pasos proactivos hacia la autotransformación– los logros de crecimiento que podemos alcanzar son tremendos.
Recuerda que estos son los días de la pequeñez, y un kilogramo de esfuerzo durante estas siete semanas es equivalente a 100 kilos de crecimiento durante cualquier otra época del año.
Así que, esta semana, busca la oscuridad. Cuando te veas a ti mismo apoyando los pies sobre la mesa y diciendo: “Sí, lo he logrado”, detente y busca dónde se esconde tu basura.
Habla con tu maestro y pídele que te muestre en qué necesitas cambiar, dónde puedes empujarte un poco más.
Previamente escribí que las siete semanas después de Pésaj son un periodo de tiempo difícil. Durante las tres últimas semanas, hemos sido desafiados por el juicio, el desacuerdo y la discusión. Es obvio que tenemos trabajo que hacer.
La semana pasada empezó el mes de Tauro. Y ahora empezamos a tener una sensación ilusoria de alivio, una sensación que no puede llegar en un peor momento. Aquellos de ustedes que nacieron bajo el signo de Tauro (o están cerca de alguien que lo hizo), saben lo fantásticos que pueden ser. Amigos dedicados, empleados trabajadores y compañeros leales, suelen gustar de las cosas bellas y suelen transmitir una sensación de paz. Pero escondido dentro de este agradable paquete está una de las cortinas más gruesas que ocultan la Luz; no sólo para los Tauro, sino para todos nosotros.
Esta cortina se llama autocomplacencia. La autocomplacencia es cuando miramos atrás y apreciamos lo mucho que hemos cambiado. Por supuesto que es importante buscar resultados, evaluar si lo que hacemos está funcionando o no. La trampa es que una vez hemos escalado una colina empinada, tendemos a sentarnos para disfrutar de la vista. Si bien disfrutar de la vista es agradable, cuanto más permanecemos sentados allí, más difícil nos resulta tomar impulso para seguir escalando.
Muchas personas que están en un camino espiritual se enfrentan a la falsa percepción de que el trabajo que están haciendo es suficiente. Suficiente para mantenerlos protegidos, a salvo e iluminados. Pero cada logro espiritual sólo está ahí para proyectarnos hacia el siguiente nivel. Crecer espiritualmente es como subir por unas escaleras mecánicas que bajan; si no avanzamos, nos deslizamos hacia atrás.
Durante este mes en particular, sentimos que la Luz siempre está encendida. Debido a esta ilusión, la mayoría de nosotros pasa este mes retrocediendo, sólo para despertar y ser conscientes de ello cuatro semanas más tarde, cuando comienza el signo de Géminis.
Shavuot, que tiene lugar en el mes de Géminis, es el momento en que se enciende la Luz VERDADERA. Y si no estamos pendientes de nuestro trabajo espiritual, corremos el riesgo de encontrarnos en un sótano espiritual, rodeados de cajas de viejos hábitos y recubiertos de telarañas de patrones negativos.
Entonces,¿cuál es el antídoto?
Observo las áreas de mi vida en las que me siento completo. Y allí, bajo el disfraz de perfección espiritual, bajo el sentimiento de “todo está bien”, se esconde el ego.
Cuando podemos localizar estas trampas de autocomplacencia –y las convertimos en pasos proactivos hacia la autotransformación– los logros de crecimiento que podemos alcanzar son tremendos.
Recuerda que estos son los días de la pequeñez, y un kilogramo de esfuerzo durante estas siete semanas es equivalente a 100 kilos de crecimiento durante cualquier otra época del año.
Así que, esta semana, busca la oscuridad. Cuando te veas a ti mismo apoyando los pies sobre la mesa y diciendo: “Sí, lo he logrado”, detente y busca dónde se esconde tu basura.
Habla con tu maestro y pídele que te muestre en qué necesitas cambiar, dónde puedes empujarte un poco más.
Todo lo mejor,
Yehuda Berg
Yehuda Berg
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