Si no sentimos que estamos recibiendo de la Luz más de lo que estamos dando, entonces la apreciación es un área en la que necesitamos enfocarnos en nuestro trabajo espiritual. También podemos estar seguros de que por muy desafiante que parezca este trabajo, la recompensa es mucho mayor de lo que podamos imaginar.
Cuando estamos enfocados en lo que no tenemos empezamos a perder la apreciación. Y cuando perdemos la apreciación también perdemos lo que ya tenemos.
Una persona con un deseo verdadero por la vida siente gratitud por lo que tiene, aunque anhela más. Fuimos creados para tenerlo todo. Una persona con un deseo auténtico sabe que le han sido otorgados dones maravillosos, pero también sabe que éstos pueden desaparecer en cualquier momento. Se siente plena e incompleta al mismo tiempo.
La lección que debemos recordar es:
Nuestra conexión con nosotros mismos, con los demás, y en última instancia con la Luz del Creador, empieza y termina con la apreciación.
Esto es algo que ya sabemos. Simplemente deseo recordarte la enorme importancia de luchar constantemente para permanecer en la gratitud. Y no te equivoques, es una lucha, porque nuestro instinto natural es buscar lo negativo. Es necesario hacer un esfuerzo para no compararnos con los demás y no sentir carencia. Es fácil estallar en la ira y la autocompasión que resultan de la envidia o la inseguridad, pero es mucho muy difícil librar la batalla interna contra el ego (que es la causa radical del resentimiento, la duda.... y puedes completar tú mismo la lista).
Y no sólo debemos esforzarnos por apreciar las cosas y las experiencias; las personas que nos ayudan a lo largo del camino son también canales para la Luz. Si los olvidamos, entonces estamos cortando nuestra conexión con la Fuente de todo lo bueno en nuestra vida. Aunque sucediera hace veinte años, es importante recordar las personas que estuvieron allí para nosotros en nuestro viaje. Cuando estamos demasiado ocupados buscando lo bueno que otras personas han hecho por nosotros, nuestra atención se desvía de lo que no tenemos.
Todos nosotros estamos bendecidos con diversos dones. Debemos tomarnos el tiempo de estar agradecidos por estos dones para que permanezcan con nosotros. A través de la apreciación podemos evitar sentir que nos estamos perdiendo algo, malgastando o perdiendo de esta forma lo que ya tenemos. El sentimiento de abundancia crea más abundancia.
Esta semana, da un paso atrás. Desarrolla una mayor apreciación imaginando cómo sería la vida si te quitaran las cosas, las personas, las cualidades y las capacidades que tienes. Cada vez que te encuentres a ti mismo fijándote en las vidas fastuosas que aparecen en las páginas de las revistas como “Gente” (“People”), o en los nuevos y flamantes juguetes que tiene tu vecino, reorienta tu enfoque. Vuelve a casa, a ti mismo, a tu vida y mira a tu alrededor.
¿Qué pasaría si estas cosas y estas personas no estuvieran ahí mañana? ¿Cuánto las echarías de menos?
Todo lo mejor,
Cuando estamos enfocados en lo que no tenemos empezamos a perder la apreciación. Y cuando perdemos la apreciación también perdemos lo que ya tenemos.
Una persona con un deseo verdadero por la vida siente gratitud por lo que tiene, aunque anhela más. Fuimos creados para tenerlo todo. Una persona con un deseo auténtico sabe que le han sido otorgados dones maravillosos, pero también sabe que éstos pueden desaparecer en cualquier momento. Se siente plena e incompleta al mismo tiempo.
La lección que debemos recordar es:
Nuestra conexión con nosotros mismos, con los demás, y en última instancia con la Luz del Creador, empieza y termina con la apreciación.
Esto es algo que ya sabemos. Simplemente deseo recordarte la enorme importancia de luchar constantemente para permanecer en la gratitud. Y no te equivoques, es una lucha, porque nuestro instinto natural es buscar lo negativo. Es necesario hacer un esfuerzo para no compararnos con los demás y no sentir carencia. Es fácil estallar en la ira y la autocompasión que resultan de la envidia o la inseguridad, pero es mucho muy difícil librar la batalla interna contra el ego (que es la causa radical del resentimiento, la duda.... y puedes completar tú mismo la lista).
Y no sólo debemos esforzarnos por apreciar las cosas y las experiencias; las personas que nos ayudan a lo largo del camino son también canales para la Luz. Si los olvidamos, entonces estamos cortando nuestra conexión con la Fuente de todo lo bueno en nuestra vida. Aunque sucediera hace veinte años, es importante recordar las personas que estuvieron allí para nosotros en nuestro viaje. Cuando estamos demasiado ocupados buscando lo bueno que otras personas han hecho por nosotros, nuestra atención se desvía de lo que no tenemos.
Todos nosotros estamos bendecidos con diversos dones. Debemos tomarnos el tiempo de estar agradecidos por estos dones para que permanezcan con nosotros. A través de la apreciación podemos evitar sentir que nos estamos perdiendo algo, malgastando o perdiendo de esta forma lo que ya tenemos. El sentimiento de abundancia crea más abundancia.
Esta semana, da un paso atrás. Desarrolla una mayor apreciación imaginando cómo sería la vida si te quitaran las cosas, las personas, las cualidades y las capacidades que tienes. Cada vez que te encuentres a ti mismo fijándote en las vidas fastuosas que aparecen en las páginas de las revistas como “Gente” (“People”), o en los nuevos y flamantes juguetes que tiene tu vecino, reorienta tu enfoque. Vuelve a casa, a ti mismo, a tu vida y mira a tu alrededor.
¿Qué pasaría si estas cosas y estas personas no estuvieran ahí mañana? ¿Cuánto las echarías de menos?
Todo lo mejor,
Yehuda Berg
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