JUEVES, 2 DE DICIEMBRE DE 2010
Los estudios de la Kabbalah nos ayudan a transformar nuestros patrones internos y a superar la programación de nuestro ego, pero a veces abatimos las cosas buenas que nos ocurren al llamarlas “coincidencias”. ¿Por qué? Porque si las llamáramos “milagros”, tal vez tendríamos que hacer más, tendríamos que estar más involucrados en nuestros estudios; así que nos limitamos. La verdad es que estamos ilimitados. Tenemos todas las herramientas que necesitamos para realizar nuestros propios milagros.
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