Del Blog de Michael Berg
Quizá hayas experimentado momentos en tu vida en que, a pesar de hacer todo el trabajo espiritual "correcto", los resultados aún no se manifiestan ¿Por qué sucede esto? ¿Es porque no lo merecemos? ¿O tal vez no hemos hecho suficiente para ganárnoslo? Estas son preguntas que todos nos hemos hecho en uno u otro momento, y la respuesta es simple. Muy a menudo nos hemos ganado las bendiciones, pero estas no pueden fluir a nuestra vida porque simplemente hemos dejado una barrera entre nosotros y esas bendiciones. Está barrera se llama ego.
Permíteme explicar. Así como el agua fluye hasta el nivel más bajo, así también, las bendiciones fluyen hasta el nivel más bajo. Esto significa que cuando nuestro ego es elevado, estamos en un lugar espiritualmente distinto al de nuestras bendiciones y, por lo tanto, ellas no pueden permear a nuestras vidas.
Ahora, hablemos por un momento de esta palabra "ego", porque la usamos todo el tiempo pero no siempre sabemos lo que significa. Ego significa que pensamos que somos mejores que alguien. Quiere decir, por lo tanto, que podemos enojarnos o exasperarnos con esta persona y tratarla mal. Entraña, entonces, que podemos estar celosos cuando alguien tiene más de lo que nosotros tenemos, y podemos hablar indebidamente de ellos y desearles mal. Significa que podemos rechazar a la gente que consideramos insignificante e indigna de recibir nuestro tiempo y nuestro amor. Estas son las señales que delatan el ego.
Ego es lo que nos permite tratar a otro ser humano sin respeto ni dignidad humana.
Es por ello que queremos estar involucrados en un proceso constante para disminuir nuestro ego. Podemos trabajar día y noche para revelar Luz y bendiciones a través de nuestro trabajo y acciones de compartir, pero para que la Luz fluya a nuestras vidas desde arriba (por ejemplo, prosperidad, claridad, salud, paz), debemos bajarnos y tratar a todos con cuidado y consideración.
Todos los días, cuando nos despertamos, la pregunta que nos queremos hacer es, "¿Qué haré hoy para permitir que mi ego disminuya?". Cuando ésta sea una verdadera prioridad, las bendiciones que están listas para venir vendrán. No hay duda al respecto.
Me siento obligado a abordar esto ahora porque me duele pensar cuan a menudo nos saboteamos a nosotros mismos. Trabajamos tan duro para despertar bendiciones sólo para bloquearles la entrada a nuestra vida a causa de nuestro estúpido ego.
Esta semana, enfócate en cómo tratas a la gente. Date cuenta cuando estás siendo desdeñoso, cruel o celoso. Trabaja en ser más gentil y considerado y ofrece a cada una de las personas que se atraviesen en tu camino un mínimo de dignidad humana. Pero por favor no hagas esto porque es "la cosa espiritual que hay que hacer" o por ser "una buena persona". Hazlo porque en tu corazón sabes que esto eliminará la barrera entre las bendiciones que has creado y tú.
Michael Berg
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