DOMINGO 21 DE DICIEMBRE DE 2008
Cuando nuestros seres queridos y nuestros amigos se nos acercan con sus problemas, pensamos que debemos arreglarlos ahí mismo. Sin embargo, si les ofrecemos un oído atento, la respuesta viene a menudo por si sola.
Hoy, muérdete la lengua y resiste hablar compulsivamente. Sé simplemente un hombro firme, un oído abierto y un corazón cálido.
Cuando nuestros seres queridos y nuestros amigos se nos acercan con sus problemas, pensamos que debemos arreglarlos ahí mismo. Sin embargo, si les ofrecemos un oído atento, la respuesta viene a menudo por si sola.
Hoy, muérdete la lengua y resiste hablar compulsivamente. Sé simplemente un hombro firme, un oído abierto y un corazón cálido.
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