Del 3 al 9 de abril de 2011
Durante el transcurso de las últimas semanas y meses, hemos visto destrucción en proporciones bíblicas en nuestro mundo. La pérdida de la vida, el resguardo y la seguridad es inconmensurable; y no se sabe cuándo se detendrá. La gente está luchando a nivel físico, emocional, mental y espiritual. ¿Qué se puede hacer para remediar e impedir que la destrucción continúe?
Todo, ya sea natural o antinatural, ha llegado al punto de una responsabilidad fundamental: cada uno de nosotros debe tomar los pasos necesarios para eliminar el odio, la pobreza, la enfermedad y todos los aspectos negativos, primeramente, en nuestro ser.
Como mi padre y maestro, el Kabbalista Rav Berg, dice: “La gente me pregunta ‘¿Por qué estamos aquí?’. Estamos aquí para completar el paso final en el proceso evolutivo, el paso sencillo que la humanidad ha eludido durante miles de años: tratar a todos los que te rodean con dignidad humana”.
Esto es lo único que está reteniendo el final de todas las formas de caos. Tratar a los demás con amabilidad y respeto, indiferentemente de su raza, credo o color, es la única medicina que cura la enfermedad de la intolerancia.
Cuando seamos conscientes de nuestros pensamientos, palabras y acciones, el cambio se verá reflejado en el mundo a mayor escala.
Esta semana, esfuérzate en ser un agente de cambio. Ve a los demás como si fueras tú mismo, y toma la iniciativa de compartir, alcanzar a los demás y anteponer sus necesidades a las tuyas.
Todo, ya sea natural o antinatural, ha llegado al punto de una responsabilidad fundamental: cada uno de nosotros debe tomar los pasos necesarios para eliminar el odio, la pobreza, la enfermedad y todos los aspectos negativos, primeramente, en nuestro ser.
Como mi padre y maestro, el Kabbalista Rav Berg, dice: “La gente me pregunta ‘¿Por qué estamos aquí?’. Estamos aquí para completar el paso final en el proceso evolutivo, el paso sencillo que la humanidad ha eludido durante miles de años: tratar a todos los que te rodean con dignidad humana”.
Esto es lo único que está reteniendo el final de todas las formas de caos. Tratar a los demás con amabilidad y respeto, indiferentemente de su raza, credo o color, es la única medicina que cura la enfermedad de la intolerancia.
Cuando seamos conscientes de nuestros pensamientos, palabras y acciones, el cambio se verá reflejado en el mundo a mayor escala.
Esta semana, esfuérzate en ser un agente de cambio. Ve a los demás como si fueras tú mismo, y toma la iniciativa de compartir, alcanzar a los demás y anteponer sus necesidades a las tuyas.
Todo lo mejor,
Yehuda Berg
Yehuda Berg
0 comentarios:
Publicar un comentario