LUNES, 8 DE NOVIEMBRE DE 2010
Los mentores espirituales pueden ayudarnos a acelerar nuestro proceso de crecimiento. Al ser humildes y solicitar orientación, abrimos nuestra vida a los milagros.
No importa si nos enseñan de manera formal o informal, si nos sentamos en un salón de clases o nos sentimos atraídos por algo que resuena con nosotros durante una conversación con un desconocido. Lo más importante es que estemos abiertos a expandir nuestro conocimiento.
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