El rey Carlos II y su hermano sucesor James II tenían una hermana, María, que se había casado con el príncipe de Orange de los Países Bajos. Este matrimonio creó un lazo familiar entre las casas reales de Inglaterra y Holanda. Este lazo se hizo mucho más fuerte por el matrimonio de la hija de James II con el hijo del príncipe de Orange, Guillermo III. Los matrimonios reales de esa época no sólo eran materia de “cruces” sino que se planificaban por razones de seguridad y ventajas políticas y en muchas ocasiones eran arreglados con todo tipo de sofisticación y astucia como la que se podría llevar a cabo en un golpe de espionaje. Varias de las familias reales de Alemania eran maestras en este tipo de juego. Se destacaban por lograr bodas con o entre familias reales extranjeras que sirvieran como piedras fundamentales para tomar el poder en esas otras naciones. La casa de Orange-Nassau era miembro de esta camarilla de alemanes tramposos. La familia Estuardo, después de su dura lucha para ganar nuevamente el trono inglés, cayó en la trampa. Sus matrimonios dentro de la casa de Orange ayudaron a la monarquía de los Eduardos a lograr un fin permanente durante la Gloriosa Revolución de 1688. Para entender cómo sucedió esto y porqué todo esto es importante para nosotros, vamos a revisar brevemente a la Gloriosa Revolución.
Un poderoso grupo de ingleses y escoceses habían formado una facción política protestante conocida como los Whigs. Realmente esta facción estaba asentada en Holanda y estaba, por supuesto, bajo la monarquía de la casa de Orange. Desde su base en los Países Bajos, los Whigs lanzaron la Gloriosa Revolución de 1688 y derrocaron rápidamente a James II en un sangriento golpe. En seguida los Whigs colocaron en el trono británico al yerno de James II, Guillermo III de Orange. La casa de Orange reinaba ahora sobre ambos países: Holanda e Inglaterra, además en su tierra de origen: Alemania.
Detrás de esta intriga vemos la mano de la Hermandad: en efecto, Guillermo III se presenta como antiguo francmasón.[1] En realidad, en el año 1688 se formó una sociedad militar secreta para respaldar a Guillermo III. A esta se le dio el nombre de Orden de Orange en honor a la familia de Guillermo III y se hizo a sí misma según la francmasonería. La Orden de Orange era anti-católica y su propósito era asegurar que el protestantismo permaneciera como religión cristiana dominante en Inglaterra. La Orden de Orange ha sobrevivido los siglos y actualmente es muy fuerte en Irlanda donde tiene alrededor de 100.000 miembros. Quizá es más conocida por su desfile público annual para conmemorar el éxito de Guillermo III en Inglaterra.
Al acceder al trono británico, Guillermo III rápidamente estableció las mismas instituciones en Inglaterra que su dinastía había establecido en Holanda: un Parlamento fuerte con una monarquía debilitada y un Banco Central operando con papel moneda inflado. Guillermo y su esposa María, también lanzaron rápidamente a Inglaterra en una guerra expansiva contra la católica Francia.
El hombre escogido para organizar el Banco Central inglés bajo Guillermo III fue un misterioso aventurero escocés llamado William Paterson, de quien aparentemente se conocía muy poco. La Cámara Británica de los Comunes (Parlamento) estuvo renuente al principio a aceptar el esquema de Banco Central de Paterson, pero se ablandaron a medida que la deuda nacional británica continuaba creciendo rápidamente como consecuencia de los conflictos lanzados por el muy guerrero Guillermo III. El sistema de papel moneda con su inflación incorporada fue vendido como una manera de financiar las costosas guerras. Los impuestos ya eran tan elevados como razonables podían ser y así la Cámara de los Comunes sintió que no había otra manera o alternativa, que adoptar el esquema. Por eso, nació el Banco de Inglaterra y se perpetuaron las guerras como sucedió en Holanda después que se creó el Banco de Amsterdam.
El Banco de Inglaterra ha sido apodado por algunos economistas: “La Madre de los Bancos Centrales”. Se convirtió en el modelo de los bancos centrales de hoy. Según el esquema del Banco de Inglaterra, el banco central venía a ser el banco primario de la Nación y haría empréstitos exclusivamente al gobierno nacional. El propósito total del banco central era poner en deuda al gobierno y ser el mayor acreedor del mismo. Las notas del Banco Central serían prestadas al gobierno y esas notas circularían como el papel moneda nacional. Eso causaría que el gobierno y el pueblo dependerían de aquellas notas como dinero. El establecimiento del Banco de Inglaterra causó a los británicos vivir profundamente endeudados con una élite monetaria, la Aristocracia del Papel, la cual podía influenciar de esta forma el uso de los recursos de la Nación. Todavía hoy, este sigue siendo la manera de operar de todos los bancos centrales.
Como la mayoría de los bancos centrales modernos, el Banco de Inglaterra es de propiedad privada o banco operado privadamente aunque conserva un estatus casi-gubernamental. De acuerdo al plan de Paterson, los financistas que juntaron sus recursos para crear el Banco de Inglaterra recibieron la aprobación del gobierno para emitir notas de oro y plata en cantidades muchas veces excediendo el respaldo reunido. La práctica normal de los banqueros durante este período fue sacar notas cuatro o cinco veces más, en exceso, de sus metales preciosos. Sin embargo, el Banco de Inglaterra emitió una multiplicación de veces increíble, 16 2/3 de veces. El gobierno británico acordó pedir prestadas esas notas y honrarlas como dinero legal para uso en sus adquisiciones. El gobierno aceptó este plan porque a él no se le exigiría pagar el empréstito inicial. ¿No había perdido dinero el Banco de Inglaterra con un trato como este?
En absoluto.
El valor facial de las notas del préstamo era muchas veces más en exceso del valor real de los bienes o activos sobre los cuales estaban basadas las notas. ¡El interés del préstamo en sólo un año sobrepasaba el valor total de los metales preciosos del Banco de Inglaterra! Específicamente, los financistas habían colocado en conjunto una base total de 72.000 LE., (libras esterlinas) en real oro y plata. Emitiendo notas por un valor 16 2/3 veces la base, el banco podía hacer un préstamo a Inglaterra por 1.200.000 LE., en papel moneda. La tasa de interés anual era de 8 1/3 por ciento, lo que equivale a 100.000 LE. ¡El beneficio alcanzaba a 28.000 LE., es decir el 39 por ciento en un solo año!
Veintidós años después del establecimiento del Banco de Inglaterra se implementó un banco con iguales características en Francia en el año 1716. El fundador de la versión francesa fue John Law, quien llegó a ser ministro de finanzas de Francia. Law, por sus esfuerzos fue apodado el “padre de la inflación”. El título, claramente, no es exacto por que la práctica de la inflación había comenzado mucho antes. Sin embargo, la inflación espectacular que ocurrió en Francia después de la nacionalización del banco de Law, fue lo que le dio a Law el ambiguo honor del título.
Como hijo de orfebre transformado en banquero, John Law fue un carácter interesante en muchas formas. El estaba profundamente dedicado a las enseñanzas o escuelas de misticismo de la Hermandad, las cuales estaban detrás de muchos de los cambios sociales importantes que ocurrían en este tiempo. El biógrafo Hans Wantoch, escribía en su libro “El espléndido negocio del dinero” como Law fue “uno de los últimos místicos de la alquimia, de los astrólogos que estaban agonizando en el tiempo de Voltaire, quien en su persecución de la piedra filosofal inventó la inflación”.[2] Otro hecho interesante es que Law era escocés con antecedentes oscuros, al igual que su contraparte previa en Inglaterra, William Paterson. El vínculo escocés entre Law y Paterson puede ser significativo cuando más adelante revisemos la evidencia que Escocia fue un centro importante de actividad secreta, aunque de gran alcance, de la Hermandad en Europa.
Law fastidiaba a Francia justificando la paranoia de Inglaterra a fin de convencer al gobierno francés de establecer un banco central idéntico al de los británicos. La guerra que había sido instigada antes por Guillermo III, estaba causando un serio desaguadero a la Tesorería francesa. La propuesta de Law pareció una solución atractiva y en consecuencia finalmente fue adoptada.
Al principio, la nueva moneda francesa emitida bajo el plan de Law pareció revitalizar la economía francesa. Esto sucedió debido a que las notas bancarias podían ser redimidas en monedas metálicas, en las cuales el pueblo tenía fe. Después que el Banco de Francia fue nacionalizado, este emitió una severa superabundancia de notas sin hacer un cuidadoso y gradual incremento. Rápidamente el pueblo se dio cuenta de que había mucho más notas de papel en circulación que las monedas acuñadas para resarcirlas. El resultado fue un quebrantamiento de la confianza popular en las notas y en consecuencia un trastorno de la economía francesa.
La Gloriosa Revolución inglesa de 1688 no solo produjo el Banco de Inglaterra, el cual todavía hoy es el Banco Central de la Gran Bretaña, sino que también introdujo la actual familia real de Inglaterra: la Casa de Windsor. La Casa de Windsor desciende directamente de la familia real del Hannover alemán, la cual tenía lazos íntimos con la Casa de Orange y otros principados alemanes del mismo estilo de la camarilla de matrimonios tramposos y derrocamientos. Después de la muerte de Guillermo III de Inglaterra, su hermana Ana fue colocada en el trono británico. Por arreglo previo a la muerte de Ana, el trono británico fue renunciado por la familia Orange a favor de los gobernantes del estado alemán de Hannover, quienes ya habían emparentado familiares previamente dentro de la familia Estuardo británica. El Primer Elector, Duque Ernesto Augusto (1629-1698), se había casado con una nieta del rey James I de Inglaterra, Como fue cierto con la Casa de Orange, las nupcias de hannoverianos con la familia Estuardo no titulaban legalmente a cualquiera de los hannoverianos para subir al trono británico, pero con el derrocamiento de James II por los Whigs a la Casa de Orange, las reglas fueron cambiadas para conveniencia de los vencedores.
El primer rey hannoveriano en tomar el trono británico fue Jorge Luis, quien se convirtió en Jorge I de Inglaterra. Jorge I no hablaba inglés y veía a Inglaterra como una posesión temporal. El continuaba dedicando la mayor parte de su atención y cuidado a su lar alemán. A medida que las generaciones hannoverianas ascendían al trono británico se iban convirtiendo y arraigando permanentemente en la sociedad británica. Los hannoverianos proporcionaron a Inglaterra todos sus monarcas hasta 1901, y los descendientes hannoverianos del ala de la reina Victoria han suministrado el resto hasta el día de hoy. Durante todo este tiempo, la dinastía continuó sosteniendo fuertes lazos con otras familias nobles alemanas. Durante el primer siglo y medio de gobierno hannoveriano en Inglaterra, por ejemplo, los reyes hannoverianos británicos sólo se casaron con las hijas de otras familias reales alemanas.
No es una sorpresa que existiese una oposición general en Inglaterra contra los hannoverianos después de que lograron el poder real. Comprensiblemente, muchos ingleses sintieron que los monarcas alemanes no tenían porqué inmiscuirse reinando sobre súbditos británicos. Las facciones anti-hannoverianas buscaban poner a los Eduardos de regreso en el trono de Inglaterra. Debido a esto, los hannoverianos decidieron no permitir la formación de un gran ejército de bretones nativos, temiendo que ellos pudieran dar un golpe. En su lugar, cuando los ingleses necesitaban soldados en gran número, los hannoverianos usaban el dinero del tesoro británico para alquilar mercenarios de sus amigos alemanes y de su propio principado de Hannover, pagando cuantiosos honorarios. El mayor número de mercenarios fue proporcionado por la familia real de Hesse, la cual tenía estrechos y cerrados lazos amistosos con la Casa de Hannover alemana. Un aspecto curioso del arreglo con los mercenarios fue que algunos miembros de las más importantes de esas familias alemanas, especialmente la de Hesse, surgieron más adelante como los líderes de un nuevo tipo de francmasonería que se había creado para derribar a los hannoverianos del trono inglés.
Antes de estudiar esta extraordinaria situación, buscaremos ver cómo estaba desenvolviéndose la masonería en estos tiempos. Los cambios mayores se estaban desarrollando e iban a hacer de la masonería la rama más grande de la Hermandad.
[1] Brown, William Adrian, Facts, Fables and Fantasies of Freemasonry (Boyce, Carr Publishing Co., Inc., 1968), p. 131.
[2] Wantoch, Hans, Magnificient Money-Makers (London, Desmond Harmsworth, 1932), p. 94.
Un poderoso grupo de ingleses y escoceses habían formado una facción política protestante conocida como los Whigs. Realmente esta facción estaba asentada en Holanda y estaba, por supuesto, bajo la monarquía de la casa de Orange. Desde su base en los Países Bajos, los Whigs lanzaron la Gloriosa Revolución de 1688 y derrocaron rápidamente a James II en un sangriento golpe. En seguida los Whigs colocaron en el trono británico al yerno de James II, Guillermo III de Orange. La casa de Orange reinaba ahora sobre ambos países: Holanda e Inglaterra, además en su tierra de origen: Alemania.
Detrás de esta intriga vemos la mano de la Hermandad: en efecto, Guillermo III se presenta como antiguo francmasón.[1] En realidad, en el año 1688 se formó una sociedad militar secreta para respaldar a Guillermo III. A esta se le dio el nombre de Orden de Orange en honor a la familia de Guillermo III y se hizo a sí misma según la francmasonería. La Orden de Orange era anti-católica y su propósito era asegurar que el protestantismo permaneciera como religión cristiana dominante en Inglaterra. La Orden de Orange ha sobrevivido los siglos y actualmente es muy fuerte en Irlanda donde tiene alrededor de 100.000 miembros. Quizá es más conocida por su desfile público annual para conmemorar el éxito de Guillermo III en Inglaterra.
Al acceder al trono británico, Guillermo III rápidamente estableció las mismas instituciones en Inglaterra que su dinastía había establecido en Holanda: un Parlamento fuerte con una monarquía debilitada y un Banco Central operando con papel moneda inflado. Guillermo y su esposa María, también lanzaron rápidamente a Inglaterra en una guerra expansiva contra la católica Francia.
El hombre escogido para organizar el Banco Central inglés bajo Guillermo III fue un misterioso aventurero escocés llamado William Paterson, de quien aparentemente se conocía muy poco. La Cámara Británica de los Comunes (Parlamento) estuvo renuente al principio a aceptar el esquema de Banco Central de Paterson, pero se ablandaron a medida que la deuda nacional británica continuaba creciendo rápidamente como consecuencia de los conflictos lanzados por el muy guerrero Guillermo III. El sistema de papel moneda con su inflación incorporada fue vendido como una manera de financiar las costosas guerras. Los impuestos ya eran tan elevados como razonables podían ser y así la Cámara de los Comunes sintió que no había otra manera o alternativa, que adoptar el esquema. Por eso, nació el Banco de Inglaterra y se perpetuaron las guerras como sucedió en Holanda después que se creó el Banco de Amsterdam.
El Banco de Inglaterra ha sido apodado por algunos economistas: “La Madre de los Bancos Centrales”. Se convirtió en el modelo de los bancos centrales de hoy. Según el esquema del Banco de Inglaterra, el banco central venía a ser el banco primario de la Nación y haría empréstitos exclusivamente al gobierno nacional. El propósito total del banco central era poner en deuda al gobierno y ser el mayor acreedor del mismo. Las notas del Banco Central serían prestadas al gobierno y esas notas circularían como el papel moneda nacional. Eso causaría que el gobierno y el pueblo dependerían de aquellas notas como dinero. El establecimiento del Banco de Inglaterra causó a los británicos vivir profundamente endeudados con una élite monetaria, la Aristocracia del Papel, la cual podía influenciar de esta forma el uso de los recursos de la Nación. Todavía hoy, este sigue siendo la manera de operar de todos los bancos centrales.
Como la mayoría de los bancos centrales modernos, el Banco de Inglaterra es de propiedad privada o banco operado privadamente aunque conserva un estatus casi-gubernamental. De acuerdo al plan de Paterson, los financistas que juntaron sus recursos para crear el Banco de Inglaterra recibieron la aprobación del gobierno para emitir notas de oro y plata en cantidades muchas veces excediendo el respaldo reunido. La práctica normal de los banqueros durante este período fue sacar notas cuatro o cinco veces más, en exceso, de sus metales preciosos. Sin embargo, el Banco de Inglaterra emitió una multiplicación de veces increíble, 16 2/3 de veces. El gobierno británico acordó pedir prestadas esas notas y honrarlas como dinero legal para uso en sus adquisiciones. El gobierno aceptó este plan porque a él no se le exigiría pagar el empréstito inicial. ¿No había perdido dinero el Banco de Inglaterra con un trato como este?
En absoluto.
El valor facial de las notas del préstamo era muchas veces más en exceso del valor real de los bienes o activos sobre los cuales estaban basadas las notas. ¡El interés del préstamo en sólo un año sobrepasaba el valor total de los metales preciosos del Banco de Inglaterra! Específicamente, los financistas habían colocado en conjunto una base total de 72.000 LE., (libras esterlinas) en real oro y plata. Emitiendo notas por un valor 16 2/3 veces la base, el banco podía hacer un préstamo a Inglaterra por 1.200.000 LE., en papel moneda. La tasa de interés anual era de 8 1/3 por ciento, lo que equivale a 100.000 LE. ¡El beneficio alcanzaba a 28.000 LE., es decir el 39 por ciento en un solo año!
Veintidós años después del establecimiento del Banco de Inglaterra se implementó un banco con iguales características en Francia en el año 1716. El fundador de la versión francesa fue John Law, quien llegó a ser ministro de finanzas de Francia. Law, por sus esfuerzos fue apodado el “padre de la inflación”. El título, claramente, no es exacto por que la práctica de la inflación había comenzado mucho antes. Sin embargo, la inflación espectacular que ocurrió en Francia después de la nacionalización del banco de Law, fue lo que le dio a Law el ambiguo honor del título.
Como hijo de orfebre transformado en banquero, John Law fue un carácter interesante en muchas formas. El estaba profundamente dedicado a las enseñanzas o escuelas de misticismo de la Hermandad, las cuales estaban detrás de muchos de los cambios sociales importantes que ocurrían en este tiempo. El biógrafo Hans Wantoch, escribía en su libro “El espléndido negocio del dinero” como Law fue “uno de los últimos místicos de la alquimia, de los astrólogos que estaban agonizando en el tiempo de Voltaire, quien en su persecución de la piedra filosofal inventó la inflación”.[2] Otro hecho interesante es que Law era escocés con antecedentes oscuros, al igual que su contraparte previa en Inglaterra, William Paterson. El vínculo escocés entre Law y Paterson puede ser significativo cuando más adelante revisemos la evidencia que Escocia fue un centro importante de actividad secreta, aunque de gran alcance, de la Hermandad en Europa.
Law fastidiaba a Francia justificando la paranoia de Inglaterra a fin de convencer al gobierno francés de establecer un banco central idéntico al de los británicos. La guerra que había sido instigada antes por Guillermo III, estaba causando un serio desaguadero a la Tesorería francesa. La propuesta de Law pareció una solución atractiva y en consecuencia finalmente fue adoptada.
Al principio, la nueva moneda francesa emitida bajo el plan de Law pareció revitalizar la economía francesa. Esto sucedió debido a que las notas bancarias podían ser redimidas en monedas metálicas, en las cuales el pueblo tenía fe. Después que el Banco de Francia fue nacionalizado, este emitió una severa superabundancia de notas sin hacer un cuidadoso y gradual incremento. Rápidamente el pueblo se dio cuenta de que había mucho más notas de papel en circulación que las monedas acuñadas para resarcirlas. El resultado fue un quebrantamiento de la confianza popular en las notas y en consecuencia un trastorno de la economía francesa.
La Gloriosa Revolución inglesa de 1688 no solo produjo el Banco de Inglaterra, el cual todavía hoy es el Banco Central de la Gran Bretaña, sino que también introdujo la actual familia real de Inglaterra: la Casa de Windsor. La Casa de Windsor desciende directamente de la familia real del Hannover alemán, la cual tenía lazos íntimos con la Casa de Orange y otros principados alemanes del mismo estilo de la camarilla de matrimonios tramposos y derrocamientos. Después de la muerte de Guillermo III de Inglaterra, su hermana Ana fue colocada en el trono británico. Por arreglo previo a la muerte de Ana, el trono británico fue renunciado por la familia Orange a favor de los gobernantes del estado alemán de Hannover, quienes ya habían emparentado familiares previamente dentro de la familia Estuardo británica. El Primer Elector, Duque Ernesto Augusto (1629-1698), se había casado con una nieta del rey James I de Inglaterra, Como fue cierto con la Casa de Orange, las nupcias de hannoverianos con la familia Estuardo no titulaban legalmente a cualquiera de los hannoverianos para subir al trono británico, pero con el derrocamiento de James II por los Whigs a la Casa de Orange, las reglas fueron cambiadas para conveniencia de los vencedores.
El primer rey hannoveriano en tomar el trono británico fue Jorge Luis, quien se convirtió en Jorge I de Inglaterra. Jorge I no hablaba inglés y veía a Inglaterra como una posesión temporal. El continuaba dedicando la mayor parte de su atención y cuidado a su lar alemán. A medida que las generaciones hannoverianas ascendían al trono británico se iban convirtiendo y arraigando permanentemente en la sociedad británica. Los hannoverianos proporcionaron a Inglaterra todos sus monarcas hasta 1901, y los descendientes hannoverianos del ala de la reina Victoria han suministrado el resto hasta el día de hoy. Durante todo este tiempo, la dinastía continuó sosteniendo fuertes lazos con otras familias nobles alemanas. Durante el primer siglo y medio de gobierno hannoveriano en Inglaterra, por ejemplo, los reyes hannoverianos británicos sólo se casaron con las hijas de otras familias reales alemanas.
No es una sorpresa que existiese una oposición general en Inglaterra contra los hannoverianos después de que lograron el poder real. Comprensiblemente, muchos ingleses sintieron que los monarcas alemanes no tenían porqué inmiscuirse reinando sobre súbditos británicos. Las facciones anti-hannoverianas buscaban poner a los Eduardos de regreso en el trono de Inglaterra. Debido a esto, los hannoverianos decidieron no permitir la formación de un gran ejército de bretones nativos, temiendo que ellos pudieran dar un golpe. En su lugar, cuando los ingleses necesitaban soldados en gran número, los hannoverianos usaban el dinero del tesoro británico para alquilar mercenarios de sus amigos alemanes y de su propio principado de Hannover, pagando cuantiosos honorarios. El mayor número de mercenarios fue proporcionado por la familia real de Hesse, la cual tenía estrechos y cerrados lazos amistosos con la Casa de Hannover alemana. Un aspecto curioso del arreglo con los mercenarios fue que algunos miembros de las más importantes de esas familias alemanas, especialmente la de Hesse, surgieron más adelante como los líderes de un nuevo tipo de francmasonería que se había creado para derribar a los hannoverianos del trono inglés.
Antes de estudiar esta extraordinaria situación, buscaremos ver cómo estaba desenvolviéndose la masonería en estos tiempos. Los cambios mayores se estaban desarrollando e iban a hacer de la masonería la rama más grande de la Hermandad.
[1] Brown, William Adrian, Facts, Fables and Fantasies of Freemasonry (Boyce, Carr Publishing Co., Inc., 1968), p. 131.
[2] Wantoch, Hans, Magnificient Money-Makers (London, Desmond Harmsworth, 1932), p. 94.
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