JUEVES 10 DE SEPTIEMBRE DE 2009
Es poco probable que un enemigo que ve que estás preparado para pelear una guerra la empiece.
La misma lógica se aplica al confrontar miedos. Cuando estás preparado para confrontar tus miedos, a menudo los eventos se desarrollan de tal forma que la confrontación nunca sucede.
Hoy recuerda que el objetivo –tuyo y de Dios– es lograr un cambio genuino dentro de ti. El miedo es sólo un gatillo para ayudarte a incitar el cambio.
Es poco probable que un enemigo que ve que estás preparado para pelear una guerra la empiece.
La misma lógica se aplica al confrontar miedos. Cuando estás preparado para confrontar tus miedos, a menudo los eventos se desarrollan de tal forma que la confrontación nunca sucede.
Hoy recuerda que el objetivo –tuyo y de Dios– es lograr un cambio genuino dentro de ti. El miedo es sólo un gatillo para ayudarte a incitar el cambio.
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