Ventanas Abiertas
Cuando las aguas se calmaron después del Gran Diluvio de la generación de Noé (que ocurrió durante el mes de Escorpio), él abrió primero una ventana antes de abandonar el arca.
Más allá de la interpretación literal de esta aparente acción mundana, el Zóhar revela un gran secreto. Cuando una persona está intentando liberarse de circunstancias difíciles, debe abrir una ventana en su alma, para crear así una abertura en un corazón que ha estado bloqueado y encerrado por el ego.
A menudo, esto implica estar dispuesto a pedir ayuda; unas veces a otras personas, otras a la Luz del Creador, cualquiera que sea el que cause más dolor a nuestro ego.
Las influencias espirituales de este mes disminuyen nuestro ego de forma misericordiosa; crean una abertura dentro del alma de toda la humanidad, una ventana global que permite que la Luz del Creador irradie a toda la existencia.
Para dejar que la Luz entre, debemos estar abiertos a buscar la ayuda de nuestros amigos y de gente desconocida; debemos estar dispuestos a conversar con la Luz de la forma en que nos resulte más natural; y nunca debemos despreciar ningún suceso de nuestra vida, por muy pequeño o insignificante que pueda parecernos.
Cuando las aguas se calmaron después del Gran Diluvio de la generación de Noé (que ocurrió durante el mes de Escorpio), él abrió primero una ventana antes de abandonar el arca.
Más allá de la interpretación literal de esta aparente acción mundana, el Zóhar revela un gran secreto. Cuando una persona está intentando liberarse de circunstancias difíciles, debe abrir una ventana en su alma, para crear así una abertura en un corazón que ha estado bloqueado y encerrado por el ego.
A menudo, esto implica estar dispuesto a pedir ayuda; unas veces a otras personas, otras a la Luz del Creador, cualquiera que sea el que cause más dolor a nuestro ego.
Las influencias espirituales de este mes disminuyen nuestro ego de forma misericordiosa; crean una abertura dentro del alma de toda la humanidad, una ventana global que permite que la Luz del Creador irradie a toda la existencia.
Para dejar que la Luz entre, debemos estar abiertos a buscar la ayuda de nuestros amigos y de gente desconocida; debemos estar dispuestos a conversar con la Luz de la forma en que nos resulte más natural; y nunca debemos despreciar ningún suceso de nuestra vida, por muy pequeño o insignificante que pueda parecernos.
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