VIERNES 31 DE OCTUBRE DE 2008
Han habido muchos momentos en mi vida en que he estado frustrado con alguien por no "entenderlo". A pesar de la agonía de ver a un amigo o estudiante o ser amado sufrir, he tenido que recordarme el principio kabbalístico: en la espiritualidad no hay coacción.
No podemos imponer nuestras opiniones a los demás aunque podamos pensar que ésa es la manera correcta y que es para el beneficio de la otra persona. No somos los policías del Creador. Sólo podemos compartir con un corazón abierto y dejar que la Luz se ocupe de lo demás.
¿Al leer esto recuerdas a alguien? ¿A quién estas tratando de coaccionar para que crea, haga, diga lo que tú crees que es lo correcto?
Los Kabbalistas siempre ayudaron a las personas a cambiar mediante el ejemplo. Hoy, intenta ser la persona que tu quieres que esa persona sea. ¿No es tan fácil como parece, verdad?
Han habido muchos momentos en mi vida en que he estado frustrado con alguien por no "entenderlo". A pesar de la agonía de ver a un amigo o estudiante o ser amado sufrir, he tenido que recordarme el principio kabbalístico: en la espiritualidad no hay coacción.
No podemos imponer nuestras opiniones a los demás aunque podamos pensar que ésa es la manera correcta y que es para el beneficio de la otra persona. No somos los policías del Creador. Sólo podemos compartir con un corazón abierto y dejar que la Luz se ocupe de lo demás.
¿Al leer esto recuerdas a alguien? ¿A quién estas tratando de coaccionar para que crea, haga, diga lo que tú crees que es lo correcto?
Los Kabbalistas siempre ayudaron a las personas a cambiar mediante el ejemplo. Hoy, intenta ser la persona que tu quieres que esa persona sea. ¿No es tan fácil como parece, verdad?
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