¿Por qué tenemos miedo de tomar riesgos? Tenemos miedo de sacrificar nuestro ego.
Sentirse herido, rechazado, ensangrentado y golpeado son dolores que siente nuestro ego. Cuando tememos salir al escenario y hablarle a una multitud de 1.000 personas, o temblamos en nuestros zapatos antes de invitar a alguien a salir, ¿es nuestra alma la que tiene miedo? No.
Y por ego, no me refiero al orgullo o al egocentrismo. Me refiero a todo lo que no es del espíritu.
Al final (o al inicio, dependiendo en cómo lo mires), todos los dones que tenemos los recibimos de la Luz. Cuando tomamos un riesgo, todo lo que ponemos en juego es nuestro ego.
Eso es de lo que trata precisamente la Kabbalah. Las conexiones, las meditaciones, el compartir transformador, la caridad, los estudios tarde en la noche y el ir en contra de nuestra 'gravedad' para ayudar a los demás. ¡Hacemos todo esto con el deseo de recibir la fuerza para tomar riesgos!
¿Y qué hay del otro lado de un riesgo? Certeza. Cuando sales como a un limbo y ves los resultados, ¿vas a tener miedo de volver a salir como a un limbo? No. Correrás hacia allí la próxima vez, listo para atravesarlo y revelar grandes resultados.
El Zóhar dice que debemos conectar nuevamente todas las bendiciones en nuestra vida con su fuente si deseamos que continúen. ¿Qué significa esto? Ya sea logrando un gran nivel de sabiduría o éxito o una actuación cumbre, necesitas saber que no somos nosotros, sino que es la Luz que habla a través de nosotros la que permite se manifiesten estas cosas.
Cuando tomas un riesgo e inicias un negocio, o te conviertes en un orador motivador o lo que sea, te preocupas acerca de ti mismo, pero realmente es la Luz la que logra estos objetivos. Es una paradoja. ¿Te das cuenta a lo que me refiero?
No tienes nada que arriesgar excepto tu ego, y si no tienes el ego, entonces se trata sólo de la Luz. Si le tienes miedo al éxito, ni siquiera eres tú, es la Luz la que crea el éxito. Así que, ¿de qué tienes miedo?
Esta semana, mantente tomando riesgos. Mientras más puedas identificar la ilusión del ego, más grande será tu futuro. Realmente, ¿deseas más energía, éxito, riquezas, felicidad, salud y satisfacción el próximo año?
Tienes que librarte de lo viejo antes de poder introducir lo nuevo.
Todo lo mejor,
Yehudá Berg
Sentirse herido, rechazado, ensangrentado y golpeado son dolores que siente nuestro ego. Cuando tememos salir al escenario y hablarle a una multitud de 1.000 personas, o temblamos en nuestros zapatos antes de invitar a alguien a salir, ¿es nuestra alma la que tiene miedo? No.
Y por ego, no me refiero al orgullo o al egocentrismo. Me refiero a todo lo que no es del espíritu.
Al final (o al inicio, dependiendo en cómo lo mires), todos los dones que tenemos los recibimos de la Luz. Cuando tomamos un riesgo, todo lo que ponemos en juego es nuestro ego.
Eso es de lo que trata precisamente la Kabbalah. Las conexiones, las meditaciones, el compartir transformador, la caridad, los estudios tarde en la noche y el ir en contra de nuestra 'gravedad' para ayudar a los demás. ¡Hacemos todo esto con el deseo de recibir la fuerza para tomar riesgos!
¿Y qué hay del otro lado de un riesgo? Certeza. Cuando sales como a un limbo y ves los resultados, ¿vas a tener miedo de volver a salir como a un limbo? No. Correrás hacia allí la próxima vez, listo para atravesarlo y revelar grandes resultados.
El Zóhar dice que debemos conectar nuevamente todas las bendiciones en nuestra vida con su fuente si deseamos que continúen. ¿Qué significa esto? Ya sea logrando un gran nivel de sabiduría o éxito o una actuación cumbre, necesitas saber que no somos nosotros, sino que es la Luz que habla a través de nosotros la que permite se manifiesten estas cosas.
Cuando tomas un riesgo e inicias un negocio, o te conviertes en un orador motivador o lo que sea, te preocupas acerca de ti mismo, pero realmente es la Luz la que logra estos objetivos. Es una paradoja. ¿Te das cuenta a lo que me refiero?
No tienes nada que arriesgar excepto tu ego, y si no tienes el ego, entonces se trata sólo de la Luz. Si le tienes miedo al éxito, ni siquiera eres tú, es la Luz la que crea el éxito. Así que, ¿de qué tienes miedo?
Esta semana, mantente tomando riesgos. Mientras más puedas identificar la ilusión del ego, más grande será tu futuro. Realmente, ¿deseas más energía, éxito, riquezas, felicidad, salud y satisfacción el próximo año?
Tienes que librarte de lo viejo antes de poder introducir lo nuevo.
Todo lo mejor,
Yehudá Berg
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