VIERNES 22 DE AGOSTO DE 2008
Hace cuatro mil años los Kabbalistas hablaron de una entidad peligrosa y aterradora que amenazaba con destruir el mundo. Ellos le llamaron sinat jinam, 'odio sin razón'. En casi todos los textos kabbalísticos importantes que he leído y estudiado a través de mi vida, erradicar el odio y los celos de nuestros corazones ha sido de importancia capìtal.
Si comprendemos que todos formamos parte de la Luz, que cada uno de nosotros posee chispas de esta energía dentro de nosotros, entonces ¿cómo podemos tener malos sentimientos o mala voluntad duraderos hacia los demás?
De niños, mi padre y maestro Rav Berg siempre nos enseñó a mí y a mi hermano Michael a sentir a los demás en la forma en que nos sentiríamos a nosotros mismos. ¿Le gritarías a tu mano derecha por hacer accidentalmente un corte en tu mano izquierda al utilizar unas tijeras?
Hoy, fíjate cuán a menudo estás juzgando o sintiendo aversión hacia otros; a menudo por ninguna razón. ¡Imagínate si todos los que conoces tomasen más responsabilidad en este departamento! Ésta es precisamente la forma en que los Kabbalistas predijeron que elevaríamos la conciencia de este mundo.
Hace cuatro mil años los Kabbalistas hablaron de una entidad peligrosa y aterradora que amenazaba con destruir el mundo. Ellos le llamaron sinat jinam, 'odio sin razón'. En casi todos los textos kabbalísticos importantes que he leído y estudiado a través de mi vida, erradicar el odio y los celos de nuestros corazones ha sido de importancia capìtal.
Si comprendemos que todos formamos parte de la Luz, que cada uno de nosotros posee chispas de esta energía dentro de nosotros, entonces ¿cómo podemos tener malos sentimientos o mala voluntad duraderos hacia los demás?
De niños, mi padre y maestro Rav Berg siempre nos enseñó a mí y a mi hermano Michael a sentir a los demás en la forma en que nos sentiríamos a nosotros mismos. ¿Le gritarías a tu mano derecha por hacer accidentalmente un corte en tu mano izquierda al utilizar unas tijeras?
Hoy, fíjate cuán a menudo estás juzgando o sintiendo aversión hacia otros; a menudo por ninguna razón. ¡Imagínate si todos los que conoces tomasen más responsabilidad en este departamento! Ésta es precisamente la forma en que los Kabbalistas predijeron que elevaríamos la conciencia de este mundo.
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