DOMINGO, 22 DE AGOSTO DE 2010
Es una trampa compararnos con los demás para determinar dónde deberíamos estar en nuestra vida. En lugar de preguntar "¿Soy tan sabio/bueno/inteligente/fuerte/gordo/delgado/rico como esa otra persona lo es?", podemos preguntarnos "¿Soy tan sabio/bueno/inteligente/fuerte/gordo/delgado/rico como puedo ser?".
Hoy, elimina la fascinación por las personas que te rodean. Deja de comparar, medir y calcular tu valor basándote en tu percepción de lo que los demás son.
Es una trampa compararnos con los demás para determinar dónde deberíamos estar en nuestra vida. En lugar de preguntar "¿Soy tan sabio/bueno/inteligente/fuerte/gordo/delgado/rico como esa otra persona lo es?", podemos preguntarnos "¿Soy tan sabio/bueno/inteligente/fuerte/gordo/delgado/rico como puedo ser?".
Hoy, elimina la fascinación por las personas que te rodean. Deja de comparar, medir y calcular tu valor basándote en tu percepción de lo que los demás son.
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