DOMINGO, 20 DE JUNIO DE 2010
Imagina que escuchas a un amigo hablando mal de sí mismo. O peor aún, a tu hijo. Cuando escuchas a personas que amas siendo muy duras con ellas mismas, normalmente les dices cuán maravillosas son; al menos espero que eso hagas.
¿Haces lo mismo contigo?
Hoy, sé tu mejor abogado en vez de tu peor adversario.
Imagina que escuchas a un amigo hablando mal de sí mismo. O peor aún, a tu hijo. Cuando escuchas a personas que amas siendo muy duras con ellas mismas, normalmente les dices cuán maravillosas son; al menos espero que eso hagas.
¿Haces lo mismo contigo?
Hoy, sé tu mejor abogado en vez de tu peor adversario.
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