Cuando llega la primavera, la limpieza comienza. Entendemos que esto significa deshacerse de la ropa que ya no nos queda bien, así como de los trastos inútiles. Pero también es un buen momento para ordenar las cosas espiritualmente.
Todos tenemos relaciones que ya no nos "quedan". Hay tres tipos de estas relaciones:
Éste es el momento de limpiar nuestras relaciones que carecen de esperanza de tener algún día una reciprocidad. Recuerda que las relaciones que limpiamos en nuestra vida no son negativas. Las personas no son negativas; es la combinación entre ambas la que no funciona. El problema es que estas conexiones pueden llevarnos a un lugar negativo.
Si entendemos realmente este concepto, también nos daremos cuenta de que si nos estamos aferrando a una relación, persona o situación que ya no encaja con nosotros, significa que otra persona que necesita esta conexión no la tiene. Significa que estamos literalmente bloqueando esa oportunidad para esa persona. Ten la seguridad de que la persona de la cual estás decidiendo separarte ESTARÁ perfectamente con otra persona. Otro amigo. Otro maestro.
Ya sea una relación romántica, una relación de negocios o una amistad, si sabemos que ha dejado de encajar con nosotros, es momento de dejarla.
Esta semana, observa tus conexiones con las personas. Haz un plan para despertar la reciprocidad en las calles de una sola dirección: cada calle de una dirección puede dividirse en calle de dos direcciones. En lo que se refiere a las relaciones de calle sin salida, recuerda que al aferrarte a ellas estás evitando que otras personas tengan todo lo bueno que verdaderamente merecen a través de estas conexiones. Déjalas ir.
Todo lo mejor,
Yehudá
Todos tenemos relaciones que ya no nos "quedan". Hay tres tipos de estas relaciones:
- Es una calle de dos direcciones: Hay reciprocidad.
- Es una calle de una sola dirección: Esperas que las cosas puedan cambiar; que puede haber oportunidad de reciprocidad.
- Es una calle sin salida: Tienes relaciones con las que simplemente no quieres tratar más, o te gustaría acabar con ellas pero sientes que no puedes cortar la conexión por el motivo que sea.
Éste es el momento de limpiar nuestras relaciones que carecen de esperanza de tener algún día una reciprocidad. Recuerda que las relaciones que limpiamos en nuestra vida no son negativas. Las personas no son negativas; es la combinación entre ambas la que no funciona. El problema es que estas conexiones pueden llevarnos a un lugar negativo.
Si entendemos realmente este concepto, también nos daremos cuenta de que si nos estamos aferrando a una relación, persona o situación que ya no encaja con nosotros, significa que otra persona que necesita esta conexión no la tiene. Significa que estamos literalmente bloqueando esa oportunidad para esa persona. Ten la seguridad de que la persona de la cual estás decidiendo separarte ESTARÁ perfectamente con otra persona. Otro amigo. Otro maestro.
Ya sea una relación romántica, una relación de negocios o una amistad, si sabemos que ha dejado de encajar con nosotros, es momento de dejarla.
Esta semana, observa tus conexiones con las personas. Haz un plan para despertar la reciprocidad en las calles de una sola dirección: cada calle de una dirección puede dividirse en calle de dos direcciones. En lo que se refiere a las relaciones de calle sin salida, recuerda que al aferrarte a ellas estás evitando que otras personas tengan todo lo bueno que verdaderamente merecen a través de estas conexiones. Déjalas ir.
Todo lo mejor,
Yehudá
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