La acuñación de metales amonedados surge junto a la nota de papel impresa o billete, para crear los fundamentos de nuestro moderno sistema monetario en los 1600’s. Se dice que quienes crearon y condujeron estos fundamentos fueron los orfebres. Los orfebres comúnmente poseían unas enormes cajas fuertes en los pueblos donde residían. Por esta razón, mucha gente depositaba sus monedas y metales acuñables con los orfebres para su seguridad y protección. Los orfebres daban un recibo a los depositantes con la promesa de entregar al portador del recibo, cuando lo demandara, aquellas cantidades de oro o plata señaladas en el recibo. En realidad cada uno de esos recibos era una nota que podía circular como dinero hasta que algún portador de la nota fuera al orfebre para redimirla por la cantidad de metal en ella especificada. ( Redimir significa: rescatar, dejar libre una cosa empeñada, librar de una obligación, sacar de la esclavitud al cautivo ).
Los orfebres hicieron un importante descubrimiento. Bajo circunstancias normales, sólo entre el 10% y 20% de sus recibos regresaban por rescate en un determinado período de tiempo. El resto circulaba en la comunidad como dinero y por muy buenas razones: el papel era más fácil de cargar que una voluminosa cantidad de monedas y la gente se sentía más segura cargando sus recibos que el oro o la plata real.
Los orfebres se dieron cuenta que podían emprestar los metales no redimidos y cargar intereses y por supuesto, ganar dinero como prestamistas. Sin embargo, al hacer un préstamo así, el orfebre trataría de convencer al prestatario de aceptar el préstamo en forma de un recibo en vez del real metal. El prestatario pondría a circular esta nota como dinero. Podemos ver así que el orfebre ahora ha creado “dinero”con sus “recibos” por el doble de la cantidad real del metal que tiene bajo Custodia en su caja de seguridad; primero, tiene el depósito original en oro o plata y luego, el del prestatario. El orfebre aunque no posea el metal en su caja, simplemente con redactar un escrito sobre un pedazo de papel, alguien más ahora posee su dinero hasta por el valor equivalente al metal que está en su caja fuerte. El orfebre podría continuar escribiendo sus notas en tanto que las que regresaban por redención no excedieran el depósito real de metales preciosos. Prácticamente, un orfebre podría emitir notas cuatro y cinco veces en exceso de su real provisión de oro.
Tan rentable como esta operación puede haber sido, tenía algunos peligros y dificultades. Si regresaban muchas de las notas emitidas por el orfebre para redención muy rápidamente, o el prestario del orfebre se tardaba en pagar, el orfebre podía ser aniquilado. La credibilidad en sus notas podría ser destruida. Sin embargo, si el orfebre realizaba su operación cautelosamente podría llegar a ser bastante rico sin que nunca hubiera producido algo de valor.
La injusticia de este sistema es evidente. Si por cada bolsita de oro que el orfebre tenía en depósito de su cliente, ahora era propietario de un equivalente a cuatro bolsitas; alguien había perdido algo. A medida que las deudas de la gente con el orfebre aumentaban, más y más recursos verdaderos y riqueza eran poseídos por él. Ya que el orfebre no estaba produciendo ninguna riqueza verdadera o recursos, sino que estaba demandando una siempre creciente participación en ellas con motivo de sus notas de papel; fácilmente se convierte en un parásito de la economía.
El resultado inevitable fue el enriquecimiento del tacaño orfebre convertido en banquero a costa del empobrecimiento de otra gente de la comunidad. Este empobrecimiento se manifiesta bien sea en la necesidad de que la gente se desprendiera de cosas de valor o en hacer mayores esfuerzos para crear la riqueza necesaria para poder pagarle al banquero. Si el orfebre no era cuidadoso y su burbuja monetaria estallaba, la gente involucrada con él sufría de todas formas debido a la perturbación causada por el colapso de su banco y por la pérdida de valor de sus notas todavía en circulación.
Ese fue el nacimiento de la banca moderna. Mucha gente siente que este es un sistema inherentemente deshonesto. Y lo es. Es también social y económicamente desestabilizador. Sin embargo, todos los más grandes sistemas bancarios y monetarios de hoy, operan con una mínima variación del sistema descrito arriba.
Allá, por el siglo XVII, la banca de los Médicis en Italia nació con la idea de usar el oro como un artículo sobre el cual basar todo el papel circulante. El oro era vendido como la base perfecta para las notas escritas o papel circulante debido a su escasez y al atractivo inmenso que posee este metal. Así comenzó “el patrón oro”, en inglés “standard gold”, base en la cual todos los bienes y servicios son valorados en relación a, aunque algunas veces con relación a la plata metálica. El patrón oro fue un verdad una fabulosa idea para aquellos que poseían mucho oro y plata pero creaba una dependencia artificial a un artículo que no era ni cercanamente tan útil como muchos otros productos. Pero basar un sistema monetario completo sobre un simple artículo es mejor que basarlo en ningún artículo; aunque basando las notas de papel en el patrón oro estas todavía podrían exceder los metales usados para respaldarlas. La mejor solución es arraigar un suministro de dinero firmemente en el producto total valioso de una nación, de tal manera que el dinero actue como un reflejo preciso de este producto.
Una vez que fue creado el patrón oro, las notas de papel fueron consideradas “tan buenas como el oro” porque el portador podía redimir las notas por oro real. Esto creó un falso sentido de seguridad. Mientras más notas de oro entraban en el mercado, estas gradualmente se volvían menos valiosas lo cual traía como resultado una permanente inflación. Los banqueros, propietarios del oro, debían mantenerse emitiendo un caudal constante de notas porque esa era la forma de ellos obtener beneficios. En la medida en que los banqueros planeaban cuidadosamente y la gente tenía confianza en las notas, las notas escritas podían mantenerse adelante de la inevitable inflación que estas creaban y hacer un enorme beneficio con ellas.
Si por el contrario, ellos emitían una superabundancia y muchas de sus notas regresaban por redención, podían como último recurso, devaluar las notas para salvar su oro. En esta forma, el papel moneda inflacionario, aun bajo el patrón oro se volvió una fuente de riqueza y poder para aquellos que tenían el derecho para crear dinero. Esto también generó deudas en una escala enorme, ya que la mayoría de las notas sobre oro se creaban de la nada y liberadas dentro de la comunidad como préstamos reembolsables a los banqueros. Si la gente no pedía préstamos a los banqueros, poco dinero nuevo (fresco) entraba en el mercado y la economía se deprimía.
El método de crear dinero, claramente, destruyó el verdadero propósito del dinero, el cual era representar la existencia de los artículos realmente comerciables. El papel moneda inflable, permitió a un puñado de gente absorber y manipular una enorme cantidad de riqueza verdadera, como lo es los bienes y servicios valiosos producidos por la gente, simplemente mediante el acto de imprimir papel y luego, lentamente destruir el valor de ese papel con la inflación. Esto causa que el dinero se convierta en su propio producto, es decir, hacer dinero con dinero, el cual puede ser manipulado en sus propios términos, generalmente en detrimento del sistema de producción intercambio. El dinero fue creado como un medio para asistir a este sistema, no para dominarlo y controlarlo.
El sistema de papel moneda inflacionario descrito arriba fue la nueva ciencia del dinero instalada por la Hermandad revolucionaria. Una versión antigua del sistema fue establecida en Holanda en 1609. Este fue el año en que las fuerzas españolas y holandesas firmaron una tregua suspendiendo las hostilidades en la Guerra de los Ochenta Años. La tregua marcó el nacimiento de la República de Holanda y la fundación del Banco de Amsterdam en el mismo año.
El Banco de Holanda de propiedad privada, operaba con el sistema de papel inflacionario descrito arriba. Estaba gobernado por un grupo de financistas que reunieron parte de sus metales preciosos para formar el capital básico del banco. Mediante acuerdo previo con el nuevo gobierno de Holanda, el banco ayudó a las fuerzas holandesas a reasumir la guerra contra España, emitiendo para ello notas por cuatro veces en exceso al capital básico del banco. Los magistrados eran entonces capaces de drenar tres cuartas partes del dinero “creado de la nada” para financiar el conflicto. Esto revela la razón primaria del porqué el sistema de dinero inflacionario fue creado. Posibilita a las naciones el combate y la prolongación de sus guerras. También hace de la lucha humana por la existencia física en la economía moderna, mucho más difícil debido a la deuda masiva y la absorción parasitaria de la riqueza que causa el sistema. Es más, la inflación sostenida reduce el valor del dinero en manos de la gente en forma tal que su riqueza acumulada se erosiona gradualmente. Los objetivos Custodios expresados en las historias del Jardín del Edén y en la Torre de Babel fueron enormemente superados por el sistema de papel moneda.
El éxito inicial del Banco de Amsterdam estimuló arreglos bancarios similares en otras naciones. El más notable vástago fue el Banco de Inglaterra, fundado en 1694. El Banco de Inglaterra estableció el patrón para nuestros bancos centrales modernos, refinando el sistema de papel inflacionario de Holanda. El sistema del Banco de Inglaterra fue subsecuentemente esparcido de nación en nación frecuentemente a espaldas de las revoluciones conducidas por prominentes miembros de la red de la Hermandad.
Las reformas globales anunciadas en “Fama Fraternitis” estuvieron bien sustentadas para el fin de la centuria de los 1700’s, y el “nuevo dinero” fue una gran parte de estas, como veremos más adelante.
Los orfebres hicieron un importante descubrimiento. Bajo circunstancias normales, sólo entre el 10% y 20% de sus recibos regresaban por rescate en un determinado período de tiempo. El resto circulaba en la comunidad como dinero y por muy buenas razones: el papel era más fácil de cargar que una voluminosa cantidad de monedas y la gente se sentía más segura cargando sus recibos que el oro o la plata real.
Los orfebres se dieron cuenta que podían emprestar los metales no redimidos y cargar intereses y por supuesto, ganar dinero como prestamistas. Sin embargo, al hacer un préstamo así, el orfebre trataría de convencer al prestatario de aceptar el préstamo en forma de un recibo en vez del real metal. El prestatario pondría a circular esta nota como dinero. Podemos ver así que el orfebre ahora ha creado “dinero”con sus “recibos” por el doble de la cantidad real del metal que tiene bajo Custodia en su caja de seguridad; primero, tiene el depósito original en oro o plata y luego, el del prestatario. El orfebre aunque no posea el metal en su caja, simplemente con redactar un escrito sobre un pedazo de papel, alguien más ahora posee su dinero hasta por el valor equivalente al metal que está en su caja fuerte. El orfebre podría continuar escribiendo sus notas en tanto que las que regresaban por redención no excedieran el depósito real de metales preciosos. Prácticamente, un orfebre podría emitir notas cuatro y cinco veces en exceso de su real provisión de oro.
Tan rentable como esta operación puede haber sido, tenía algunos peligros y dificultades. Si regresaban muchas de las notas emitidas por el orfebre para redención muy rápidamente, o el prestario del orfebre se tardaba en pagar, el orfebre podía ser aniquilado. La credibilidad en sus notas podría ser destruida. Sin embargo, si el orfebre realizaba su operación cautelosamente podría llegar a ser bastante rico sin que nunca hubiera producido algo de valor.
La injusticia de este sistema es evidente. Si por cada bolsita de oro que el orfebre tenía en depósito de su cliente, ahora era propietario de un equivalente a cuatro bolsitas; alguien había perdido algo. A medida que las deudas de la gente con el orfebre aumentaban, más y más recursos verdaderos y riqueza eran poseídos por él. Ya que el orfebre no estaba produciendo ninguna riqueza verdadera o recursos, sino que estaba demandando una siempre creciente participación en ellas con motivo de sus notas de papel; fácilmente se convierte en un parásito de la economía.
El resultado inevitable fue el enriquecimiento del tacaño orfebre convertido en banquero a costa del empobrecimiento de otra gente de la comunidad. Este empobrecimiento se manifiesta bien sea en la necesidad de que la gente se desprendiera de cosas de valor o en hacer mayores esfuerzos para crear la riqueza necesaria para poder pagarle al banquero. Si el orfebre no era cuidadoso y su burbuja monetaria estallaba, la gente involucrada con él sufría de todas formas debido a la perturbación causada por el colapso de su banco y por la pérdida de valor de sus notas todavía en circulación.
Ese fue el nacimiento de la banca moderna. Mucha gente siente que este es un sistema inherentemente deshonesto. Y lo es. Es también social y económicamente desestabilizador. Sin embargo, todos los más grandes sistemas bancarios y monetarios de hoy, operan con una mínima variación del sistema descrito arriba.
Allá, por el siglo XVII, la banca de los Médicis en Italia nació con la idea de usar el oro como un artículo sobre el cual basar todo el papel circulante. El oro era vendido como la base perfecta para las notas escritas o papel circulante debido a su escasez y al atractivo inmenso que posee este metal. Así comenzó “el patrón oro”, en inglés “standard gold”, base en la cual todos los bienes y servicios son valorados en relación a, aunque algunas veces con relación a la plata metálica. El patrón oro fue un verdad una fabulosa idea para aquellos que poseían mucho oro y plata pero creaba una dependencia artificial a un artículo que no era ni cercanamente tan útil como muchos otros productos. Pero basar un sistema monetario completo sobre un simple artículo es mejor que basarlo en ningún artículo; aunque basando las notas de papel en el patrón oro estas todavía podrían exceder los metales usados para respaldarlas. La mejor solución es arraigar un suministro de dinero firmemente en el producto total valioso de una nación, de tal manera que el dinero actue como un reflejo preciso de este producto.
Una vez que fue creado el patrón oro, las notas de papel fueron consideradas “tan buenas como el oro” porque el portador podía redimir las notas por oro real. Esto creó un falso sentido de seguridad. Mientras más notas de oro entraban en el mercado, estas gradualmente se volvían menos valiosas lo cual traía como resultado una permanente inflación. Los banqueros, propietarios del oro, debían mantenerse emitiendo un caudal constante de notas porque esa era la forma de ellos obtener beneficios. En la medida en que los banqueros planeaban cuidadosamente y la gente tenía confianza en las notas, las notas escritas podían mantenerse adelante de la inevitable inflación que estas creaban y hacer un enorme beneficio con ellas.
Si por el contrario, ellos emitían una superabundancia y muchas de sus notas regresaban por redención, podían como último recurso, devaluar las notas para salvar su oro. En esta forma, el papel moneda inflacionario, aun bajo el patrón oro se volvió una fuente de riqueza y poder para aquellos que tenían el derecho para crear dinero. Esto también generó deudas en una escala enorme, ya que la mayoría de las notas sobre oro se creaban de la nada y liberadas dentro de la comunidad como préstamos reembolsables a los banqueros. Si la gente no pedía préstamos a los banqueros, poco dinero nuevo (fresco) entraba en el mercado y la economía se deprimía.
El método de crear dinero, claramente, destruyó el verdadero propósito del dinero, el cual era representar la existencia de los artículos realmente comerciables. El papel moneda inflable, permitió a un puñado de gente absorber y manipular una enorme cantidad de riqueza verdadera, como lo es los bienes y servicios valiosos producidos por la gente, simplemente mediante el acto de imprimir papel y luego, lentamente destruir el valor de ese papel con la inflación. Esto causa que el dinero se convierta en su propio producto, es decir, hacer dinero con dinero, el cual puede ser manipulado en sus propios términos, generalmente en detrimento del sistema de producción intercambio. El dinero fue creado como un medio para asistir a este sistema, no para dominarlo y controlarlo.
El sistema de papel moneda inflacionario descrito arriba fue la nueva ciencia del dinero instalada por la Hermandad revolucionaria. Una versión antigua del sistema fue establecida en Holanda en 1609. Este fue el año en que las fuerzas españolas y holandesas firmaron una tregua suspendiendo las hostilidades en la Guerra de los Ochenta Años. La tregua marcó el nacimiento de la República de Holanda y la fundación del Banco de Amsterdam en el mismo año.
El Banco de Holanda de propiedad privada, operaba con el sistema de papel inflacionario descrito arriba. Estaba gobernado por un grupo de financistas que reunieron parte de sus metales preciosos para formar el capital básico del banco. Mediante acuerdo previo con el nuevo gobierno de Holanda, el banco ayudó a las fuerzas holandesas a reasumir la guerra contra España, emitiendo para ello notas por cuatro veces en exceso al capital básico del banco. Los magistrados eran entonces capaces de drenar tres cuartas partes del dinero “creado de la nada” para financiar el conflicto. Esto revela la razón primaria del porqué el sistema de dinero inflacionario fue creado. Posibilita a las naciones el combate y la prolongación de sus guerras. También hace de la lucha humana por la existencia física en la economía moderna, mucho más difícil debido a la deuda masiva y la absorción parasitaria de la riqueza que causa el sistema. Es más, la inflación sostenida reduce el valor del dinero en manos de la gente en forma tal que su riqueza acumulada se erosiona gradualmente. Los objetivos Custodios expresados en las historias del Jardín del Edén y en la Torre de Babel fueron enormemente superados por el sistema de papel moneda.
El éxito inicial del Banco de Amsterdam estimuló arreglos bancarios similares en otras naciones. El más notable vástago fue el Banco de Inglaterra, fundado en 1694. El Banco de Inglaterra estableció el patrón para nuestros bancos centrales modernos, refinando el sistema de papel inflacionario de Holanda. El sistema del Banco de Inglaterra fue subsecuentemente esparcido de nación en nación frecuentemente a espaldas de las revoluciones conducidas por prominentes miembros de la red de la Hermandad.
Las reformas globales anunciadas en “Fama Fraternitis” estuvieron bien sustentadas para el fin de la centuria de los 1700’s, y el “nuevo dinero” fue una gran parte de estas, como veremos más adelante.
0 comentarios:
Publicar un comentario