MARTES 26 DE ENERO DE 2010
Una vez un estudiante se acercó a un sabio que estaba bien instruido en doctrinas y artes místicas espirituales. Le pidió al maestro que le enseñara los secretos sublimes de la vida para explicar todos los misterios magníficos del cosmos que están ocultos en los libros sagrados. Y le preguntó si todo esto podía hacerse en el tiempo en que una persona conserva el balance parado en una sola pierna.
El gran sabio consideró su pregunta. Sonrió cálidamente y respondió "Ama a tu prójimo como a ti mismo. El resto es sólo comentario. Ahora anda y aprende".
Hoy, trata a la gente como deseas que te traten.
Una vez un estudiante se acercó a un sabio que estaba bien instruido en doctrinas y artes místicas espirituales. Le pidió al maestro que le enseñara los secretos sublimes de la vida para explicar todos los misterios magníficos del cosmos que están ocultos en los libros sagrados. Y le preguntó si todo esto podía hacerse en el tiempo en que una persona conserva el balance parado en una sola pierna.
El gran sabio consideró su pregunta. Sonrió cálidamente y respondió "Ama a tu prójimo como a ti mismo. El resto es sólo comentario. Ahora anda y aprende".
Hoy, trata a la gente como deseas que te traten.
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