La historia que la mayoría de la gente conoce de Jesús es contada en el Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento, al igual que gran parte del Antiguo Testamento, y en muchos lugares, es una versión grandemente alterada del relato original sobre el cual está basado. Además es probable que menos del 5% de todo este relato de Jesús y sus discípulos originales se encuentre en la Biblia.
Muchos de los cambios y supresiones en el Nuevo Testamento fueron hechos por concilios especiales de la Iglesia. Los procesos de corrección comienzan tan temprano como el año 325 DC., durante el Primer Concilio de Niza y continuó hasta bien entrado el siglo XII. Por ejemplo, el Segundo Sínodo (Concilio de la Iglesia) de Constantinopla en el 553 DC., borró de la Biblia las referencias de Jesús sobre la “reencarnación”, —un concepto importante para Jesús y sus antiguos discípulos.
Más tarde, el Concilio de Letrán del siglo XII añadió un dogma a la Biblia que nunca fue mencionado por Jesús: el dogma o concepto de la Santísima Trinidad. La iglesia Cristiana no se limitó a cambiar en sí misma unas pocas ideas, sino que también rechazó libros enteros. La iglesia destruyó muchos documentos y registros que contradecían los cambios radicales que fueron hechos a la doctrina Cristiana por esos concilios. Afortunadamente, las escrituras originales que sobrevivieron los procesos de corrección todavía ofrecen claves valiosas y penetración dentro de la vida de Jesús.
Muchos escritos rechazados por los concilios de la iglesia encuentran su salida en un libro conocido como la “Apócrifa” o escritura oculta.(*) La Apócrifa consiste de las escrituras que fueron declaradas como de origen o calidad dudosa por la Iglesia. Algunos de los materiales fueron correctamente rechazados. Sin embargo otros trabajos apócrifos fueron omitidos simplemente porque ellos contradicen la versión oficial de la Iglesia sobre la vida de Jesús en varios detalles cruciales. Esos son detalles que si se investigan cuidadosamente, ofrecerían un punto de vista un tanto diferente sobre la vida de Jesús de la que nos presenta la Biblia autorizada.
De acuerdo a la Apócrifa, la historia de Jesús comienza con sus abuelos maternos, Joaquín y Ana. Se dice que Joaquín era un sacerdote en un templo hebreo. Joaquín y Ana estaban felizmente casados excepto por un problema: ellos no habían sido capaces de producir niños. Esta era una fuente de considerable vergüenza para ellos. Tener hijos, especialmente varones, era muy importante especialmente en esa época.
Un día Joaquín estaba parado solo en descampado cuando se le apareció un ángel. El ángel fue descrito, emitiendo una enorme cantidad de luz y produciendo temor en Joaquín por su aparición. El ángel calmó a Joaquín diciéndole que no se avergonzara más porque un ángel causaría que Ana saliera preñada. La única estipulación por este honor era que Joaquín y su mujer debían llevar su hijo al templo para que fuera educado por los ángeles y sacerdotes de Jerusalén.
Todo sucedió de acuerdo al plan. A la edad de tres años, la pequeña de Joaquín y Ana, María, fue llevada al templo y dejada allí. María era una niña bella que estuvo dedicada a los ángeles y sacerdotes durante los once años siguientes. Cuando María y su grupo del templo cumplió 12 o 14 años ( se dan edades diferentes por fuentes diferentes ) llegó para ella el tiempo de regresar al mundo y casarse.
Sin embargo, María no fue libre para escoger a su marido. Sus mentores escogieron uno para ella. El hombre escogido para María era un hombre muy viejo cuyo nombre era José. En principio, José no estaba de acuerdo en casarse porque estaba bastante viejo y tenía otros hijos. Después que se hicieron muchos esfuerzos para cambiar su opinión, José consintió en casarse y fue a su hogar de Belén a preparar su casa para su nueva mujer. María por su parte fue al hogar de sus padres, Joaquín y Ana, en Galilea para hacer los preparativos.
Mientras María estaba en Galilea, un ángel llamado Gabriel se le apareció, anunciándole que ella daría nacimiento al nuevo Mesías. María estaba confundida:
“Dijo ella: ¿cómo puede ser eso? De acuerdo a mi voto (de castidad) nunca he tenido contacto sexual con ningún hombre. ¿Cómo puedo tener un hijo sin añadir la simiente de un hombre? A esto respondió el ángel y dijo: No pienses María que concebirás de una forma acostumbrada. Porque sin acostarte con un hombre, siendo virgen, concebirás y siendo virgen amamantarás a tu criatura. Porque el Espíritu Santo vendrá a ti y el poder del Altísimo te envolverá sin el calor de la lujuria. Así que aquel que le darás nacimiento será solo santo, porque es concebido sin pecado y al nacer será llamado el Hijo de Dios. Luego María, estrechando sus manos y levantando sus ojos al cielo, dijo: la criada del Señor está atenta. ¡Que se haga lo que tu dices!
MARIA VII: 16-21
Varios investigadores creen que las historias de “partos vírgenes” pueden estar basadas en casos de inseminación artificial. El parto virgen sólo significa que la mujer no llega a ser preñada por hombre, sino que lo que causó tener un hijo en este caso fue la acción de un “ángel”. Si consideramos que muchos ángeles del Nuevo Testamento son Custodios, la inseminación artificial llega a ser una evidente posibilidad.
La conversación entre María y su “ángel” expresa una fuerte creencia moral y espiritual conectada con el acto de la concepción. La fecundación por un “ángel” fue considerada santa y deseable, pero la concepción por medios humanos frecuentemente fue considerada un pecado. Para alguien ocupado en inseminación artificial, allí habría una razón práctica para crear una distinción así. La inseminación artificial ayuda a garantizar el control sobre las características físicas del futuro niño; algo que no puede ser asegurado por el azar del apareamiento humano. Mediante la inseminación artificial en dos o más generaciones en fila, se incrementa grandemente la pureza del producto final. Esto lo practican hoy los criadores de animales que controlan estrictamente la inseminación y cría del rebaño, de generación en generación a fin de obtener los mejores, los más fuertes y puros animales. A este respecto, es significativo que el vástago humano del pretendido parto virgen fue descrito como físicamente sin defectos y excepcionalmente hermoso en apariencia. Mientras algunos de estos halagos fue sin duda debido a la tendencia de los seguidores a ver a sus líderes religiosos con la mejor luz posible, las historias de un ángel inductor de preñez en sucesivas generaciones, tal como el relato que rodea a Jesús, sugiere fuertemente un esfuerzo de reproducción. Esta discusión no significa una falta de respeto a la personalidad de Jesús, al sugerir que su cuerpo fue concebido como el de una vaca; pero esta es la figura que surge.
El desprecio expresado a los sacerdotes por los “ángeles bíblicos” en relación a los métodos humanos de concepción aparentemente se basa en un mero interés práctico para asegurar una buena cría. Sin embargo, esto fue tomado muy a pecho por los sacerdotes antiguos y pasó a ser un elemento principal de muchas religiones monoteístas. En los días bíblicos, los seres humanos eran también ampliamente conocidos por pecaminosos, lo cual justificaba el tratamiento humano bárbaro sufrido de manos de sus “ángeles” y de su “Dios” Custodio. Extendiendo este concepto del pecado a los métodos humanos de procreación, cada persona concebida mediante la relación sexual humana nacería en pecado y por lo tanto espiritualmente condenado. ¡Qué tremendo dilema creó esto!
Cada vez que un hombre y una mujer daban nacimiento a un niño, automáticamente estaban condenando a un ser espiritual; aunque los instintos humanos que producen niños son muy poderosos. La enseñanza religiosa de la condenación espiritual automática como consecuencia de la procreación, generó un conflicto de poder entre el camino para lograr la libertad espiritual y el camino físico para la reproducción. El resultado fue una intensa ansiedad sobre la materia del sexo y un incremento en la actividad sexual no reproductiva tales como: la homosexualidad, el auto-erotismo, las formas de relaciones sexuales no procreativas, la pornografía, el voyeurismo y el aborto. La ironía de esto es clara. Aquellas religiones que más fuertemente han condenado el “pecado inherente” en todos los seres humanos han sido también aquellas que se han opuesto más verbalmente al sexo no reproductivo.
Estas enseñanzas tuvieron otro efecto importante: ellas ayudan a reducir la resistencia humana a comprometerse en la guerra. Es más fácil para una persona religiosa matar a alguien si él cree que la víctima es inherentemente pecadora.
Afortunadamente, la mayoría de la gente hoy en día, no cree más que esta concepción humana sea innatamente pecadora, incluyendo a la mayoría del clero. Si alguna cosa, da nacimiento a niños es vista como un acontecimiento de felicidad y eso es todo. A pesar de esto, encontramos todavía algunas de las viejas ideas fijas. Un pequeño número de filósofos, psiquiatras, líderes religiosos y sociólogos continúa proclamando que los seres humanos son inherentemente “malos” o “malvados”, sea en el terreno religioso o ”científico”. Esto contribuye poco a nuestra cultura excepto que mantiene viva la guerra y la ansiedad sexual.
Después de la experiencia de María con el ángel, José viajó desde su hogar en Belén para recoger a María en Galilea. Para su desilusión, José descubrió que su joven tenía ya varios meses embarazada. Pensando que María había cometido adulterio, José hizo los preparativos para abandonarla. Un ángel intervino y convenció a José de que María era todavía virgen. José se quedó con María en Galilea hasta su noveno mes de embarazo. En el noveno mes, José y María salieron para el hogar de José en Belén para que pariera el niño allí. De acuerdo a la Apócrifa, la pareja no alcanzó a llegar a tiempo al hogar de José. María comenzó la labor de parto cerca de las afueras de Belén y había que localizar un refugio para ella inmediatamente. Lo que ella encontró fue una cueva. En la cueva nació el niño Jesús:
“Y cuando ellos venían por la cueva, María confesó a José que su tiempo de dar a luz había llegado, y ella no podía llegar a la ciudad y dijo: Vamos a entrar en esa cueva.
Estaba el sol llegando al ocaso.
Pero José se apuró de tal forma que él pudiese encontrar una partera y cuando vio a una vieja mujer hebrea que era de Jerusalén, le dijo: Por favor, ven acá buena mujer, y vamos a la cueva y allí verás a una mujer dando a luz. Fue después del ocaso, cuando José y la vieja mujer llegaron a la cueva y ambos entraron. Y miraron, y estaba todo lleno con luces, más grandes que las luces de una lámpara y de los candelabros, y más grandes que la luz del mismo sol. El niño estaba entonces arropado en suaves telas y mamando el pecho de su madre, Santa María “.
INFANCIA 1 : 6 – 11
La extraña luz en la cueva para alguna gente indica, la existencia de algún tipo de tecnología luminosa. Puede que no sea sorprendente cuando descubrimos que otro fenómeno de aparente alta tecnología rodea el nacimiento de Jesús, tal como la llamada Estrella de Belén.
Casi todos en el mundo cristiano conocen el relato de los tres hombres sabios que siguieron una estrella brillante hasta el niño Jesús en Belén. La mayoría de los cristianos creen que esa extraña estrella, conocida como la Estrella de Belén, era de origen sobrenatural, —una creación de Dios. Algunos científicos, si ellos no han desestimado la historia como un mito religioso, creen que la estrella puede haber sido el cometa Halley haciendo un paso bajo sobre la Tierra o un alineamiento raro de Venus y una estrella brillante. Varios escritores OVNIS, por otra parte, afirman que la Estrella de Belén era una nave que condujo a los tres hombres sabios desde su hogar en Persia hasta Belén de la misma forma que Moisés y las tribus hebreas habían sido guiadas por un “Jehovah” aéreo antiguamente en la historia. Sorpresivamente, la Apócrifa misma apoya mejor a la teoría OVNI. Un libro apocalíptico señala a uno de los tres sabios (¿magos?) :
“Nosotros vimos una gran estrella extraordinariamente brillante entre las estrellas del cielo, así que opacaba a todas las demás estrellas de tal manera que ellas no se veían...”
PROTOEVANGELIO 15 : 7
Esto excluye al cometa Halley en cual nunca ha sido tan brillante. Un alineamiento de Venus y las estrellas no ocultarían las demás estrellas como se afirma arriba.
No sólo la Estrella de Belén opacó a las otras estrellas, esta se movía.
“Así los hombres sabios comienzan su viaje y miran la estrella que ellos vieron al Este e iba delante de ellos, hasta que vino y se posó encima de la cueva donde el niño estaba con su madre María “.
PROTOEVANGELIO 15 : 9
Después de guiar a los tres hombres sabios al lugar de nacimiento de Jesús, esa extraordinaria e inteligente estrella los acompañó de regreso a su hogar:
“ … la luz a la cual ellos seguían hasta que regresaron a sus propios países “.
INFANCIA 3 : 3
Los pasajes precedentes ofrecen evidencia adicional de los Custodios participando en la concepción y nacimiento de Jesús. ¿Quienes eran entonces los tres hombres sabios? Generalmente se dice que ellos eran místicos y astrólogos. Se observa claramente que ellos fueron adoctrinados en las profecías mesiánicas de la Hermandad, porque de lo contrario no hubieran hecho el viaje. Significativamente, ellos eran nativos de Persia, baluarte del Zoroastrismo y el Arianismo por esos tiempos.
Muchos cristianos creen que Jesús nació en un establo de animales en la cercanía de la ciudad de Belén. De hecho, así lo dice Lucas en su Libro del Nuevo Testamento. Sin embargo, los que plantean la historia del nacimiento en la cueva sostienen que Jesús no fue llevado al establo hasta varios días después de nacido. María, según se dice, tuvo que esconder a Jesús allí porque su vida estaba amenazada por el rey Herodes, un monarca local que estaba alarmado por las profecías del Mesías hebreo.
Si fue verdad que Jesús nació en una cueva, ¿porqué el escritor Lucas y otros líderes antiguos de la iglesia declaran que la primera cuna de Jesús fue un pesebre?
Fue la intención de aquellos que respaldaban a Jesús proclamarlo el Mesías hebreo. Para que esta afirmación fuera verdadera, ellos necesitaban probar que Jesús era un descendiente directo del rey hebreo David. Se requería de tal linaje para las profecías hebreas. Sin embargo, un grupo de historiadores religiosos ha llegado a la conclusión que Jesús pertenecía a una secta religiosa hebrea conocida como los Esenios. Joaquín, Ana y María, todos pueden haber sido miembros de los templos Esenios. La cueva del nacimiento tendería a reforzar esta conclusión porque los Esenios eran bien conocidos por usar cuevas para hospicios y refugios. Si Jesús era esenio podría no haber sido un descendiente de David. Esto porque:
Los Esenios eran aparentemente judíos pero ellos también estudiaban el Zend Avest de la religión Zoroástrica y se decía que practicaban el Arianismo. Esto ayudaría a explicar la visita de los tres hombres sabios de Persia al niño Jesús en Belén. Además, parece que ser Ario era un requisito para llegar a ser esenio. Jesús mismo era un piel blanca y pelirrojo. Debido al prerrequisito racial para llegar a ser un esenio, ningún verdadero esenio podría haber sido descendiente directo del rey David, porque cada una de las tribus hebreas tenía un linaje diferente.
Mucho de lo que sabemos hoy acerca de los Esenios viene de un famoso descubrimiento arqueológico de la mitad del siglo XX : los rollos del mar Muerto. Los rollos es una biblioteca de documentos muy antiguos que datan del primer siglo después de Cristo. Estos fueron escritos por miembros de una comunidad Esenia y escondidos por ellos en cuevas cerca del mar Muerto. Los rollos fueron descubiertos en 1947 o posiblemente en 1945, por un joven de la tribu de los Beduinos.
De acuerdo al historiador John Allegro quien analizó los rollos en su libro: “El Pueblo de los Rollos del Mar Muerto”, los Esenios tenían muchas de las características de una sociedad secreta. Por ejemplo, la admisión de una persona dentro de la Orden Esenia se cumplía sólo después de varios años de pruebas. Los Esenios practicaban los rituales de iniciación en los cuales juraban nunca divulgar sus enseñanzas secretas. Ellos también mantenían confidencial los nombres de los “ángeles” que decían estar viviendo entre los Esenios en sus comunidades cerradas. Los sacerdotes Esenios con frecuencia se llamaban entre sí “los hijos de Zadok” en honor al Gran Sacerdote Zadok, quien sirvió en el templo de Salomón.
A la luz de esos descubrimientos, no es sorprendente que varias ramas de la Hermandad hayan declarado mucho tiempo antes del descubrimiento de los rollos del mar Muerto, que la organización Esenia era una rama de la Hermandad en Palestina, quizás la ramificación más importante de la Hermandad en la región. El escritor Albert Mac Key en su “Historia de la Masonería” publicada en 1998, confirma esto diciendo que los Esenios poseían un sistema de grados y usaban un simbólico mandil.
Hay mucha evidencia de que Jesús seguía siendo esenio durante su vida adulta. El historiador Will Durant, escribió en su libro “César y Cristo”, —La Historia de la Civilización, parte III—, la secta Esenia era la única con una tradición judía que no se oponía a los intentos tempranos de Jesús por una innovación religiosa. De las tres sectas mayores hebreas que existían en la Palestina de esos tiempos, Jesús sólo condenó a la de los Fariseos y Saduceos por sus vicios e hipocresía, no a los Esenios. Los Esenios y cristianos compartían muchos rasgos en común, sostenían creencias similares acerca de la vida en los “últimos días”, compartían el alimento en común, poseían la propiedad comunitaria, se comprometían en baños rituales y en el bautismo; y tenían algunos puntos organizacionales en común. Extraordinaria similaridad se ha notado también entre varias doctrinas de los rollos del mar Muerto y las escrituras del Nuevo Testamento. Los historiadores apuntan a la estrecha amistad personal de Jesús con Juan el Bautista. Muchas de las prácticas bautismales y ascéticas como la auto-negación de los Esenios eran lo que hoy conocemos como prácticas normales de los Esenios, las similitudes son bastante grandes como para sugerir que Juan mismo era un esenio. Finalmente, tenemos la presencia activa de los “ángeles” que se dice guiaban a ambos, a los Esenios y al ministerio de Jesús.
A pesar de la fuerte evidencia, algunos teólogos todavía discuten si Jesús era un esenio. Sus objeciones están basadas principalmente en el hecho de que muchas de las enseñanzas de Jesús contradicen las costumbres Esenias. Hubo una buena razón para esta contradicción. Jesús, aunque esenio, había estado en contacto con el movimiento “Maverick” de la India; y como resultado, había llegado a ser él mismo, un Maverick rebelde. El trató de fraguar adelante con una filosofía religiosa la cual frecuentemente estaba reñida con sus patrocinantes Esenios; y el sufría por esto.
La mayoría de la información del Nuevo Testamento acerca de la vida de Jesús cubre solamente los tres años inmediatamente previos a su crucifixión. Esos fueron los años del ministerio público de Jesús. Durante este tiempo, Jesús vivió dentro de las comunidades Esenias por la simple razón de que estaba en plena realización de un viaje de predicación del cual se ocuparía hasta su crucifixión. A cada esenio se le daba o él creaba para sí un llamado o persecución de una meta en la vida. Jesús perseguía la suya como: un maestro o guía en el camino.
En ambos, en el Nuevo Testamento y en la Apócrifa, la vida de Jesús aparentemente está bastante bien cubierta hasta los 5 o 6 años. Luego hay un vacío completo de información acerca de lo que hizo y adónde fue. En el Nuevo Testamento encontramos un episodio de Jesús apareciendo ante los letrados a la edad de 12 años, seguido por un silencio de 18 años, durante los cuales las actividades de Jesús son inexplicables. Repentinamente, en las cercanías de los 30 años de edad, reaparece Jesús y lanza su corta y tumultuosa campaña religiosa. ¿Adónde fue Jesús y qué hizo durante esos años de ausencia?
La mayoría de los cristianos creen que Jesús pasó su juventud y adultez temprana trabajando con su padre como carpintero. No hay duda que Jesús ocasionalmente visitó a su padre y aprendió carpintería en aquellas visitas. Sin embargo, muchos historiadores sienten que hay muchos sucesos más en la vida de Jesús y tratan de descubrir qué más pudo haber hecho durante esos años críticos cuando sus pensamientos, personalidad y motivos se estaban desarrollando. Lo que parece es que Jesús estaba siendo intensamente entrenado para su futuro papel religioso.
Era común para los muchachos Esenios entrar a un monasterio esenio cuando tenían cerca de 5 años para empezar su educación. Esto cuenta para la desaparición repentina de Jesús de su historia a esa edad. Algunos investigadores creen que Jesús fue llevado y educado en la comunidad Esenia cerca de Haifa frente al mar Mediterráneo. Aparentemente permaneció allí hasta su adolescencia. A la edad de 12 años hizo un viaje a Jerusalén en preparación para su “bar mitzva” el año siguiente. Fue durante este viaje que Jesús debatió con los estudiosos hebreos. Jesús después desapareció de la historia otra vez. ¿Hacia dónde fue ahora?
Hace unos pocos años vi una intrigante película documental de Richard Bock titulada: “Los años perdidos”. Esta película es exhibida en la televisión norteamericana local durante la época de Navidades y Pascua. Es bastante vista. La película sugiere que Jesús viajó al Asia donde pasó su adolescencia y su adultez temprana, estudiando las religiones practicadas allá. Una fuente de la cual los productores de la película sacaron su extraordinaria conclusión fue de la “Leyenda de Issa”, un documento budista muy viejo presuntamente descubierto en el Monasterio de Himi en la India, por un viajero ruso llamado Nicolás Notovitch en 1887. Notovitch publicó su traducción de la leyenda budista en 1890 en su libro: “La vida desconocida de Jesús”.
De acuerdo a la leyenda budista descubierta por Notovitch, un singular joven llamado Issa partió para Asia a la edad de 13 años. Issa estudió bajo varios maestros religiosos de Oriente, hizo algunas predicaciones por sí mismo y regresó a Palestina 16 años más tarde a la edad de 29 años. El significativo paralelo entre las vidas de Issa y Jesús ha llevado a conclusiones de que Issa era, de hecho, Jesús. Si esto es cierto, el tal viaje puede haber sido omitido por la Biblia porque contradice la idea de que Jesús había logrado su iluminación espiritual únicamente por inspiración divina.
Si Jesús fue un esenio y viajó a Asia bajo el patrocinio esenio, y si es claro que los Esenios seguían una tradición aria, podríamos esperar que a Jesús lo enviaron a estudiar con los brahmanes Arios en el subcontinente de la India. De acuerdo a la leyenda de Issa, esto fue lo que precisamente sucedió:
“En sus catorce años el joven Issa, un bendito, vino a estos lados de Sindh (provincia al Oeste de Pakistán), y se asentó entre los arianos (Arios)….”[1]
A la llegada de Jesús, “los sacerdotes blancos de Brahma le dieron una entusiasta y alegre bienvenida”[2] y le enseñaron entre otras cosas, a leer y a entender los Vedas, y a enseñar y a exponer las escrituras sagradas hindúes. Sin embargo, esa alegre recepción rápidamente se convirtió en amargura, porque Jesús insistía en asociarse con las castas más bajas. Esto produjo fricciones entre el joven cabeza dura de Jesús y sus anfitriones brahamanes. De acuerdo a la leyenda:
“Pero los Brahamanes y los Katriyas (miembros de la casta militar) le dijeron que estaba prohibido por el Gran Para-Brahma (dios hindú) acercarse a aquellos que fueron creados de sus tripas y sus pies (el origen místico de las castas más bajas). Este, el Vaisya (miembro de la casta de comerciantes y agricultores) sólo puede oir el recitar de los Vedas, y esto sólo en los días de fiesta, y estos de los Sudras (una casta más baja) no sólo se les prohibe intentar la lectura de los Vedas sino aún mirarlos; porque ellos están condenados a la servidumbre perpetua, como esclavos de los Brahamanes, de los Katriyas y aún de los Vaisyas.
Ellos declamaban fuertemente contra la arrogancia para la misma autoridad para despojar su ser-compañero de sus derechos espirituales y humanos. “Verily” dijo él, “Dios no ha hecho diferencia entre sus hijos, quienes todos son para él igualmente amados por El…..”[3]
Los sacerdotes blancos y los guerreros estaban tan enojados que enviaron sirvientes para matar a Jesús. Alertado del peligro, Jesús huyó de la ciudad sagrada de Djagguernat por la noche y escapó hacia el mundo budista. Allí aprendió la lengua pali y estudió las escrituras sagradas budistas (Sutras). Después de seis años, Jesús “podía exponer perfectamente las escrituras sagradas budistas”.[4]
La leyenda de Issa tiene una extraordinaria implicación. Retrata a Jesús como un reformador religioso sincero quien se encontró a sí mismo enfrentado a las tradiciones arias-Custodias en las cuales había sido educado. Sus simpatías iban por lo tanto hacia los Maverick budistas. La influencia budista en las enseñanzas de Jesús son evidentes en la Biblia, como se nota en el Sermón de la Montaña, el cual contiene una filosofía asombrosamente similar al Budismo en sus días.
Después de 15 años en y alrededor de Asia, Jesús viajó de regreso a Palestina vía Persia, Grecia y Egipto. De acuerdo a una tradición, Jesús fue iniciado dentro del grado más alto de la Hermandad en la egipcia ciudad de Heliópolis. Después de completar esa iniciación, Jesús regresó a Palestina, hecho ahora un hombre de 29 o 30 años.
La ruptura entre Jesús y sus anfitriones Arios en la India en principio no parece que afectó adversamente las relaciones de Jesús para con la Orden Esenia. Sin embargo, no tomó mucho tiempo para que el problema estallara. Jesús no compartía el ascetismo de sus hermanos Esenios y minimizaba la importancia del ritualismo para lograr la salvación espiritual. Jesús estaba rodeado de patrocinadores Esenios que creían fuertemente en la llegada de un Mesías y ellos estaban determinados a hacer su inversión, proclamando a Jesús como el nuevo Mesías. Jesús prohibió a ellos hacer esto. De acuerdo al historiador Will Durant, “Jesús repudió todos los reclamos por la dependencia davídica”[5] y por mucho tiempo “prohibió a sus discípulos llamarlo el Mesías”.[6] La mayoría de los historiadores atribuyen esas acciones al clima político existente de la época. Palestina estaba bajo la ocupación romana y los romanos tomaron una opinión oscura de las profecías hebreas debido a sus insinuaciones políticas. Jesús no deseaba caer en la mala con los romanos, o así pensaba hacerlo.
Sin embargo, había una razón de mucho más peso acerca del porqué Jesús no quería ser proclamado el Mesías de los hebreos. El sabía que la proclamación era falsa y que él estaba siendo honesto con respecto a eso. Jesús quería dar a Palestina una ciencia espiritual genuina del tipo de la que los Maverick estaban intentando todavía en la India. Por eso, Jesús llegó a convertirse en un rebelde dentro de la organización de la Hermandad que lo apoyaba. El error más grande de Jesús fue creer que podría usar los canales de la red de la Hermandad corrupta, para difundir una religión Maverick, a pesar de tener muchos amigos íntimos y amados en la Orden Esenia.
Jesús nunca tuvo tiempo para establecer su sistema religioso Maverick porque algunos de sus partidarios y de acuerdo a la Biblia, algunos “ángeles” Custodios, rápidamente lo metieron en problemas proclamándolo el Mesías. Los romanos y algunos líderes hebreos no perdieron tiempo para arrestar a Jesús y llevarlo a juicio. Los hebreos objetaban sus ideas religiosas no-ortodoxas, y los romanos sus pretensiones políticas. Justo a los tres años de haber comenzado su ministerio, según se dice, Jesús fue colgado en la cruz. Aunque hay evidencia que Jesús no murió en la cruz sino que sobrevivió para vivir el resto de su vida en aislamiento total. La crucifixión acabó con su ministerio público y preparó el camino para que su nombre fuera usado para implantar la filosofía del día del Juicio a la cual él se había opuesto. (*)
Sin embargo, los problemas de Jesús no pueden ser achacados exclusivamente a sus partidarios. Verdaderamente, los propios errores de Jesús contribuyeron a su caída. A pesar de su aprendizaje Maverick, Jesús fue incapaz de deshacer completamente dentro de sí mismo una vida de indoctrinación como esenio. Hay una buena evidencia bíblica y apócrifa de que Jesús trató de mezclar dogmas Custodios con principios Maverick. Esto causaría que cualquier intento honesto de reforma espiritual fallase. La Biblia también indica que Jesús enseñó algunas de sus lecciones por medio de un sistema de misterios. La única esperanza de Jesús había sido romper completamente con la Orden Esenia y sus métodos, pero es fácil comprender porqué no lo hizo. Su vida, familia y amigos eran en mucho parte de esa organización.
Aunque Jesús tenía una gran cantidad de seguidores suficiente para atraer la atención, él no predicó lo suficiente como para entrar en los libros de historia de su propio tiempo. Su fama creció después de la crucifixión cuando sus discípulos viajaron a los largo y ancho para establecer una nueva secta apocalíptica. Con la continua ayuda de sus “ángeles Custodios”, los misioneros cristianos hicieron a Jesús un nombre popular y crearon una nueva facción poderosa que podría dividir más adelante a los seres humanos en grupos de batalla.
El esfuerzo exitoso para hacer de Jesús la figura principal de una nueva religión del Día del Juicio, reunió a los más famosos escritores apocalípticos en el mundo occidental: la Revelación de San Juan. Este trabajo, el cual es conocido también como el Libro de la Revelación o Apocalipsis, es el último libro del Nuevo Testamento. Deja a los cristianos con el mismo temor de la espantosa profecía que los hebreos habían dejado con el final del Viejo Testamento: la llegada de una gran catástrofe global seguida por un Día del Juicio. Al libro de la Revelación bien vale la pena darle una mirada más cerca.
(*) No confundir con “Apocalipsis”, el cual es una “revelación”.
[1] Bock, Janet, The Jesús Mistery, Of Lost Years and Unknown Travels (Los Angeles, Aura Books, 1980), p. 211.
[2] Ibíd
[3] Ibíd, p. 211-212.
[4] Ibid., p. 213.
[5] Durant, Will, The Story of Civilization, Part III, Caesar and Christ (New York, Simon & Schuster, 1944), p. 569
[6] Ibíd
(*) Una serie de documentos que aproximadamente datan de los años 400 después de Cristo son los llamados Rollos de Nag Hammadi, descubiertos en Egipto en el año 1945. Los rollos son copias hechas a mano de los manuscritos originales más antiguos. La mayoría de esos originales o todos, fueron escritos no más tarde del año 150 después de Cristo; por ejemplo: antes de que los Evangelios del Nuevo Testamento se hubiesen redactado. Algunos estudiosos creen que muchos de los rollos de Nag Hammadi son tan auténticos y menos alterados que los Evangelios del Nuevo Testamento. De acuerdo al Nag-Hammadi, Jesús no fue crucificado (colgado en la cruz) sino que lo fue otro hombre, Simón, que inteligentemente lo substituyó para sufrir el destino de Jesús. Cualquiera que sea la verdad de esto, lo que es importante para nosotros es simplemente que la crucifixión señaló el fin del ministerio público de Jesús.
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