Si somos sinceros con nosotros mismos, admitiremos que no estamos cerca de ser perfectos. Pero eso está bien. Ser perfecto no es la razón por la que estamos aquí (pido disculpas a mis amigos de Virgo). Más bien estamos aquí para trabajar por convertirnos en la mejor versión posible de NOSOTROS MISMOS.
La elección que debemos hacer es si deseamos o no movernos en la dirección de ser esa persona. Y luego debemos mantenernos en el camino.
En un barco, habrá tormentas. Habrá olas. Habrá veces en las que sientas que no te estás moviendo porque el agua está muy tranquila. Pero mientras estás en el barco, sabes que vas a algún lugar.
En otras palabras, mientras estamos en el camino progresamos, aunque no sintamos el movimiento. El trabajo continúa, lo sintamos o no. Mientras somos constantes con él, tenemos nuestras oportunidades de luchar y crecer. Si nos mantenemos fuertes y comprometidos con el camino, tenemos el éxito asegurado. Sin duda alguna.
Pero no podemos sentir que hemos llegado allí o que nunca vamos a llegar.
Sentir que ya has llegado o que nunca llegarás te empujará fuera del barco, que seguirá navegando sin ti. Y créeme, hay suficientes oportunidades para los desafíos, gracias al calendario kabbalístico. No tenemos "vacaciones" del universo. Pero sí debemos desconfiar del ego, que nos dice:
"Ya he llegado".
O
"Nunca llegaré".
Ambas son escapatorias. Conozco a muchos estudiantes que luchan contra la voz de su Oponente, que intenta convencerles de que no necesitan comprometerse con este camino. A veces la voz en nuestro interior nos dice: "Ya he llegado allí, así que no tengo que trabajar tan duro" o "Nunca lo conseguiré, así que no lo voy a intentar". El miedo al fracaso es sólo una excusa para no tener éxito. Caeremos. Ocurrirán incidentes. Habrá batallas. Y las únicas batallas que nos debe dar miedo librar son aquellas que sabemos que no ganaremos.
Necesitamos saber que vamos a ganar. Algunas de las batallas deben perderse, simplemente para que no pensemos que hemos superado algo. Hay muchas razones por las cuales nuestro Oponente viene en contra de nosotros. Pero, de nuevo, si permanecemos en el camino, podemos estar seguros de que tendremos éxito.
Esta semana, debes saber que estás embarcándote en el barco que te va a llevar a tu destino, a pesar de los muchos retrasos y tormentas a los que te enfrentes. Mientras sigas comprometido a permanecer a bordo, llegarás allí.
¡Que tengas un buen viaje!
Todo lo mejor,
Yehudá Berg
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