¿Quiénes somos en verdad?
Nuestro cuerpo físico del 1% no es quienes somos. ¿Cómo sabemos esto? Puedes extraer el corazón de una persona, reemplazarlo por el corazón de un donante, y la persona seguirá siendo tal como era antes de la cirugía. Muchos órganos internos pueden ser reemplazados. Y aun así, continuamos amando a la misma gente, los mismos hobbies y las mismas comidas.
Por otro lado, una persona puede experimentar un trauma físico, mental o emocional, y nunca volver a ser la misma. El cuerpo físico no ha cambiado, o quizá el cambio sea invisible a simple vista y la persona puede ser completamente diferente. Puedes cambiar las entrañas de una persona y sigue siendo la misma, pero cuando algo le sucede –algo desencadenado por una fuerza externa– es cambiada totalmente.
Muchas cosas le suceden a una persona en el transcurso de su vida. Pero una cosa es segura: la persona que somos hoy, no es la misma persona que fuimos antes.
Entonces, ¿quiénes somos?
La idea que estoy intentando transmitir es que aun la persona que eres hoy, no es tu yo verdadero. Tu yo verdadero es alguien que estás trabajando por alcanzar. Y aunque haya estado trabajando en mí mismo durante 20 años, nunca puedo sentir que he alcanzado mi yo final.
Cuando Moisés tenía 80 años, reveló una tremenda cantidad de Luz; él ya era una persona justa. Moisés había sido testigo del arbusto en llamas, había hablado directamente con el Creador, y mucho más. Él ya era un líder, pero no alcanzó su yo final hasta que estuvo en el monte Sinaí.
Rav Áshlag, fundador del Centro de Kabbalah, tuvo una vida llena de estudio y enseñanza, pero no llegó a alcanzar su yo final hasta que escribió el Sulam (Escalera), el comentario sobre el Zóhar. Incluso después de convertirse en su verdadero yo, continuó escribiendo. Él continúa haciendo su trabajo hoy en día, porque nosotros estamos siguiendo su camino. El estudio con aquellos quince alumnos hace cien años, ¿fue ése su verdadero trabajo? ¡Imagina si él hubiera pensado de esa forma!
Rav Áshlag escribió que los hombres, las mujeres y lo niños necesitan estudiar la Kabbalah, pero en su día sólo los hombres judíos y religiosos podían hacerlo. De alguna manera sabía que sus enseñanzas estaban destinadas a todo el mundo, y hasta que esas enseñanzas llegaran al mundo entero, él todavía estaría trabajando hacia su yo final, aun desde los Mundos Superiores.
Rav Shimón también sabía que se convertiría en su yo completo mucho después de que el Zóhar fuera escrito. Ese proceso no se inició sino hasta 300 años después de su fallecimiento, cuando sus estudiantes continuaron poniendo por escrito sus enseñanzas. Y sólo fue 1.200 años después de su fallecimiento cuando la bola realmente empezó a rodar...
Mi punto es que no podemos permitirnos estar apegados a la persona que somos hoy. La persona que somos hoy nos está guiando con respecto a qué pasos necesitamos dar para descubrir quiénes estamos destinados a ser. Aun cuando la vida te traiga éxitos, grandes o pequeños, no pongas tus pies sobre la mesa y te relajes. Sabe que has alcanzado un objetivo, pero quedan infinidad de kilómetros por delante.
Esta semana, observa dónde estás y hacia dónde te diriges. Verifica con un buen amigo o tu profesor para conseguir orientación. Ten la seguridad de que todavía no has llegado.
Todo lo mejor,
Yehudá
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