MARTES 21 DE OCTUBRE DE 2008
La semana pasada escuché la conversación de unos estudiantes pre-adolescentes aquí en la Academia Kabbalah de Niños. Uno de los chicos estaba leyendo un pasaje del Zóhar cuando otro de los chicos más grandes lo regañó: "¡Así no es como Yehudá Berg lo hace!"
El chico le contesto en el acto: "¡¿Y, acaso soy él?!"
Exactamente. Los maestros están destinados a ser nuestros guías, pero al final del día, nosotros tenemos que forjarnos nuestro propio y único camino a lo largo de la vida. Como escribí hace unos días, tenemos que tomar nuestras propias decisiones, y no seguir ciegamente.
Hoy, sé tú mismo, y siéntete orgulloso de serlo. Seis billones de personas en este planeta, y sólo un tú.
La semana pasada escuché la conversación de unos estudiantes pre-adolescentes aquí en la Academia Kabbalah de Niños. Uno de los chicos estaba leyendo un pasaje del Zóhar cuando otro de los chicos más grandes lo regañó: "¡Así no es como Yehudá Berg lo hace!"
El chico le contesto en el acto: "¡¿Y, acaso soy él?!"
Exactamente. Los maestros están destinados a ser nuestros guías, pero al final del día, nosotros tenemos que forjarnos nuestro propio y único camino a lo largo de la vida. Como escribí hace unos días, tenemos que tomar nuestras propias decisiones, y no seguir ciegamente.
Hoy, sé tú mismo, y siéntete orgulloso de serlo. Seis billones de personas en este planeta, y sólo un tú.
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