LUNES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2008
A continuación un correo reciente de un lector:
"En ocasiones estoy a punto de decir una oración antes de comer un alimento, y pienso: '¿por qué estoy haciendo esto? No digo las otras oraciones; por lo tanto, ¿qué tanto recibo de esta pequeñísima, insignificante conexión?´'".
¿Alguna vez te has sentido así?
Esta es una duda muy común que nuestro lado oscuro nos arroja: "Si no haces todo completo, no has hecho nada...". Esto es una tontería. Cada parte pequeña de una cosa pequeña cuenta.
¡Dios está en los DETALLES!
Hoy, olvídate acerca de lo que no haces. Enfócate en lo que haces, y hazlo con amor y entusiasmo.
A continuación un correo reciente de un lector:
"En ocasiones estoy a punto de decir una oración antes de comer un alimento, y pienso: '¿por qué estoy haciendo esto? No digo las otras oraciones; por lo tanto, ¿qué tanto recibo de esta pequeñísima, insignificante conexión?´'".
¿Alguna vez te has sentido así?
Esta es una duda muy común que nuestro lado oscuro nos arroja: "Si no haces todo completo, no has hecho nada...". Esto es una tontería. Cada parte pequeña de una cosa pequeña cuenta.
¡Dios está en los DETALLES!
Hoy, olvídate acerca de lo que no haces. Enfócate en lo que haces, y hazlo con amor y entusiasmo.
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