“Esta tercera etapa del capitalismo es de un abrumante significado para la historia del siglo XX, donde sus influencias y ramificaciones han sido tan subterráneas, y porque no, ocultas, que podemos ser excusados si le dedicamos considerable atención a su organización y métodos. Esencialmente, lo que éste hizo fue tomar los viejos métodos desorganizados y locales para manejar el dinero y el crédito, y organizarlos en un sistema integrado, sobre una base internacional, el cual trabajó con increíble y bien lubricada facilidad por muchas décadas.”[1]
El Dr. Quigley describe el intento global del nuevo sistema integrado:
“….el poder del capitalismo financiero tiene otro objetivo de largo alcance, nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas, capaz de dominar el sistema político de cada país y a la economía del mundo en su totalidad. Este sistema fue hecho para ser controlado de una manera feudal por los bancos centrales del mundo actuando en concierto, mediante acuerdos secretos realizados en reuniones y conferencias privadas. El ápice de este sistema estaría en el Banco para las Colocaciones Internacionales, —Bank for International Setlements—, con sede en Basilea, Suiza; un banco privado perteneciente y controlado por los bancos centrales del mundo, que a su vez son corporaciones privadas. Cada banco central…busca manejar el intercambio exterior (cambio extranjero) para influenciar el nivel de la actividad económica en el país e influenciar la cooperación política mediante subsecuente recompensa económica en el mundo de los negocios”.[2]
En el mundo de habla inglesa, los recién organizados bancos centrales ejercieron influencia política significativa a través de una organización que patrocinaban conocida como la Mesa Redonda. Esta organización era para reunir un equipo de expertos o “Think Tank” (Gabinete Estratégico, reunión de expertos), quienes se ocupaban de afectar las acciones de la política exterior de los gobiernos.
La Mesa Redonda fue fundada por un inglés llamado Cecil Rhodes, (1853-1902). Rhodes había creado una vasta operación minera de oro y diamante en Sur África y en las naciones Áfricanas que llevaban su nombre: Rodhesia del Norte y Rodhesia del Sur, hoy Zambia y Zimbabwe respectivamente. Rhodes, quien había sido educado en Oxford, hizo lo máximo para explotar, como cualquier inglés, los recursos minerales de África y hacer del Sur del Continente Africano una parte vital del Imperio Británico.
Rhodes era más que un hombre dirigido a construir una fortuna personal. El fue muy dedicado con el mundo y hacia dónde se dirigía éste; muy especialmente con respecto a las guerras. Aunque vivió casi un siglo atrás, visualizó un día cuando las armas de la gran destrucción podrían arrasar con la civilización humana. Aunque vivió casi cien antes, sus pronósticos le inspiraron a canalizar su considerable talento y fortuna personal en la construcción de un sistema político mundial bajo el cual fuera imposible que una guerra de tal magnitud pudiese ocurrir. Rhodes intentó crear un sólo gobierno mundial dirigido por los británicos. El gobierno mundial sería lo suficientemente fuerte para sofocar cualquier acción de cualquier tipo de gente. Rhodes también quería unificar a la gente haciendo del inglés el lenguaje universal. El pensó disminuir el nacionalismo e incrementar la conciencia entre la gente, de que ellos forman parte de una gran comunidad humana. Fue con estas metas en mente, que Rhodes estableció la Mesa Redonda. En su última voluntad, Rhodes también creaba la famosa Beca Rhodes, un programa todavía en operación hoy. El programa de becas Rhodes está diseñado para promover el sentimiento de ciudadanía universal basado en las tradiciones anglo-sajonas.
El corazón de Rhodes estaba claramente en el camino correcto. Si lo hubiese logrado, habría reparado muchos de los efectos dañinos descritos en la Torre de Babel donde se dividió a la gente en grupos de diferentes lenguajes. Promoviendo una ciudadanía de carácter universal se contribuía a superar los tipos de nacionalismo que ayudan a generar guerras. Sin embargo, algo estaba errado. Rhodes cometió el mismo error de muchos otros humanitaristas anteriores a él: pensó que cumpliría sus metas utilizando los canales de la red corrupta de la Hermandad. Finalmente, Rhodes terminó creando instituciones que muy pronto cayeron en las manos de aquellos que usarían estas mismas instituciones para oprimir a la raza humana. La Mesa Redonda no sólo fracasó en hacer lo que Rhodes había intentado sino que sus miembros ayudaron más adelante a crear dos de las más odiosas instituciones del siglo XX: el campo de concentración, y justo, la cosa a la que Rhodes había dedicado su vida a prevenir: la construcción de la bomba atómica.
La idea de Rhodes para la Mesa Redonda había empezado en sus tempranos veinte años. Ya a los 24 años, mientras era un estudiante en Oxford, Rhodes escribió su segundo testamento, en el cual describía sus planes para el legado de sus bienes:
“.. establecimiento, promoción y desarrollo de una sociedad secreta, verdadero propósito y objeto por el cual se extendería el gobierno a través del mundo.... y finalmente la fundación de un poder tan grande que en lo adelante hiciera las guerras imposibles y promoviera los mejores intereses de la humanidad”.[3]
La sociedad secreta de Rhodes, la Mesa Redonda, al fin nació en 1891. Fue creada según el modelo de la francmasonería; con sus círculos internos y externos. El círculo interno de Rhodes fue llamado el Círculos de los Iniciados; y el círculo externo, la Asociación de Auxiliares. El nombre de la organización, la Mesa Redonda, era una alusión al Rey Arturo y su legendaria mesa redonda. Por extensión, todos los miembros de la Mesa Redonda eran “caballeros”.
Era inevitable que el éxito de Rhodes y su influencia política pusiera en contacto otras “personas poderosas e influyentes” de la sociedad inglesa. Por supuesto, entre ellos estaban los más grandes financieros británicos. Uno de los principales soportes de Rhodes fue el banquero inglés Lord Rothschild, quien figuraba en la lista como uno de los miembros propuesto para el Círculo de Iniciados de la Mesa Redonda. Otro de los asociados de Rhodes fue el influyente banquero inglés: Alfred Milner.
Después de la muerte de Rhodes en 1902, la Mesa Redonda ganó un creciente apoyo de la comunidad bancaria internacional. Esta vió en la Mesa Redonda una manera de ejercer su influencia sobre los gobiernos de la Comunidad Británica y en otras partes. En los Estados Unidos, por ejemplo, según el Dr. Quigley:
“La principal columna vertebral de esta organización, la Mesa Redonda, creció desde la ya existente corporación financiera gobernada por el Morgan Bank en New York, hasta un grupo financiero internacional dirigido por los Lazard Brothers.”[4]
Desde 1925 en adelante, las mayores contribuciones para la Mesa Redonda llegaban de personalidades financieras muy ricas, fundaciones y compañías asociadas a la fraternidad bancaria internacional. Se incluyen: el Carnegie United Kingdon Trust, organización ésta asociada a J. P. Morgan y las familias Rockefeller y Whitney.
Después de la Primera Guerra Mundial, la Mesa Redonda experimentó un período de expansión durante el cual fueron creados muchos sub-grupos. El hombre responsable por el reclutamiento y arranque de muchos de los sub-grupos fue Lionel Curtis. En Inglaterra y en cada dominio británico, Curtis estableció un capítulo local, (en palabras de Curtis, “un grupo de choque”), de la Mesa Redonda, llamado el Instituto Real de Asuntos Internacionales (Royal Institute of International Affairs). En los Estados Unidos, el “grupo de choque” de la Mesa Redonda fue denominado: el Consejo de Relaciones Exteriores, (Council on Foreing Relations - CFR).
[1] Quigley, Carroll, Tragedy and Hope, a History of the World in Our Time (MacMillan Co., New York, 1966), p. 50.
[2] Ibid., p. 324.
[3] Plomer, William, Cecil Rodees (Edinburgh, Peter Davis, Ltd., 1933), p. 25-26.
[4] Quigley, op. cit., p. 951.
Simplemente noten la revuelta que tanto los Rotschild, como los Rockefeller, que basicamente son lo mismo, estan haciendo en este momento en medio oriente y vean la pasmosidad actual de este capitulo, abrasos hermosos hermanos, los amo con todo mi ser, no caigan en las trampas de siempre, amen y trabajen en ustedes como humilde consejo.